* Joerg Haider retira críticas a Jacques Chirac


Amenaza UE romper con Austria si se integra gobierno con el FPO

Dpa, Afp y Reuters, Lisboa, 31 de enero * En un hecho sin precedente, la Unión Europea (UE) advirtió hoy que no aceptará "ningún contacto oficial bilateral a nivel político" con Austria, en caso de que el Partido Liberal (FPO) del ultraderechista Joerg Haider integre al gobierno austriaco, y consideró que de integrarse esa alianza Viena dará un "paso históricamente erróneo".

En Viena, el jefe del partido conservador Partido Popular Cristiano (OVP), Wolfgang Schuessel, se manifestó en un principio sorprendido y furioso con la advertencia de la UE, y tras un encuentro con el presidente Thomas Klestil sostuvo: "Austria es un país que no necesita de lecciones democrática (...) En nuestra casa, la libertad y los derechos humanos son respetados".

De su lado, Klestil, sin referirse a la amenaza de la UE, dijo que analizará el tema este martes con el canciller saliente Viktor Klima y con Schuessel, vicecanciller y ministro de Relaciones Exteriores.

Pero Haider, quien en la mañana había criticado nuevamente al presidente francés Jacques Chirac, ofreció disculpas y dijo "lamentar y retirar" las opiniones vertidas sobre dirigentes de Bélgica y Francia. Había calificado de "corrupto" al gobierno belga y de "megalómano" a Chirac.

Después de una entrevista con el presidente Klestil, Haider reiteró su intención de llevar a su partido, el FPO, a un gobierno de coalición con el OVP, cuyo programa conjunto se anunciará este martes, aunque el pasado sábado acordaron llevar la inmigración a "cero" en Austria, lo que aumentó la preocupación entre los socios de la UE por el avance de la extrema derecha en ese país centroeuropeo.

Por lo pronto, los gobiernos de los estados miembros de la UE, con excepción de Austria, decidieron rechazar todo contacto oficial con un gobierno austriaco que incluya al FPO. La nota en que se consigna la amenaza fue firmada por el primer ministro portugués, Antonio Guterres, presidente en turno de la Unión, "en nombre de 14 estados miembros", y como "una reacción común" por Alemania, Bélgica, Dinamarca, España, Finlandia, Francia, Grecia, Holanda, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Portugal, Reino Unido y Suecia.

Los gobiernos de los 14 estados "no promoverán o aceptarán ningún contacto oficial bilateral a nivel político con un gobierno austriaco integrado por el FPO", aseveró Guterres, quien además aclaró que "no habrá apoyo a candidatos austriacos que postulen a cargos en organizaciones internacionales".

Guterres destacó que si el FPO llega al poder, "los embajadores austriacos de las capitales de la UE tan sólo serán recibidos a nivel técnico", y concluyó al señalar que él personalmente y su canciller Jiame Gama "ya han informado a las autoridades austriacas que no habrá trabajos usuales en las relaciones con un gobierno integrado por el FPO".

En Berlín, los ministros de Relaciones Exteriores de Portugal, Jaime Gama, y de Alemania, Joschka Fischer, manifestaron la "profunda preocupación de la Unión Europea por la evolución en Austria". Advirtieron que el "paso históricamente grave" que está a punto de dar si se forma un gobierno de coalición entre el OVP y el FPO podría tener "consecuencias graves" para ese país en sus relaciones con Europa.

De su lado, el secretario general del Consejo de Europa, el austriaco Walter Schwimmer, recordó que este mecanismo exige a sus 41 integrantes, entre ellos Austria, el "rechazo a cualquier apoyo a los partidos de carácter racista o xenófobo", y señaló que "la violación de esos principios sería una causa de preocupación para el Consejo de Europa".

En Bruselas, cientos de personas se manifestaron esta noche ante la embajada de Austria en la capital belga contra la participación del partido encabezado por Haider en el gobierno austriaco, mientras el célebre cazador de nazis Simon Weisenthal, quien reside en Viena, deseó en una entrevista publicada por el diario austriaco Profil la celebración de nuevas elecciones en Austria, antes que ver a la extrema derecha ingresar a un gobierno de coalición.