La Jornada martes 1 de febrero de 2000

* Astillero *

* Julio Hernández López *

Una estampa priísta clásica: un precandidato oficial a gobernador, que cuenta con el apoyo de todo el aparato del partido y, desde luego, del candidato presidencial, es sacado adelante a cualquier costo en una convención interna, en medio de gritos de los no oficialistas que denuncian ''šfraude!'' y que acusan a todo pulmón a sus directivos de ''corruptos'', de ''priístas advenedizos'', de arribistas y de facciosos.

 

Una estampa típica de la tradición priísta: el gobernador en funciones que va a la convención junto con otros miembros de su gabinete pero que considera que no tiene nada de censurable su presencia sino que, al contrario, es una muestra de ''madurez bien establecida''. (šAh! Un gobernador que, además, se asombra de que entre la asamblea sean vistos inclusive algunos miembros de su equipo de prensa.)

 

Y claro, como tantas otras veces ha sucedido, los inconformes anuncian su rechazo al dedazo anunciado, y hablan de refundar a su partido (Genaro Borrego debería estar orgulloso de que perdure y sea exportable el invento ese de la refundación, que muchos años atrás no le dejaron estrenar)...

 

Fox contra Medina

 

Pero sucede que las estampas arriba enunciadas no corresponden al PRI (ni al PRD, que en materia de elecciones internas también tiene lo suyo) sino al PAN: son la historia del choque entre Vicente Fox y Carlos Medina Plascencia; la síntesis del encontronazo entre la línea cupular operada en favor del gallo promovido por el embotado candidato (el ex rector de la Universidad de Guanajuato, Juan Carlos Romero Hicks) y el esfuerzo opositor intentado por la corriente del actual coordinador de los diputados federales panistas en favor de Eliseo Martínez Pérez (quien fue presidente municipal de León).

 

La costumbre del poder

 

Diez años de estar en el poder han permitido a los panistas de Guanajuato desarrollar mecanismos parecidos a los del priísmo para imponer la voluntad de los jefes.

 

En este caso, el predestinado a triunfar fue desde muchísimo tiempo atrás Romero Hicks, destacado miembro del grupo cerrado de empresarios y amigos de Fox. El opositor del candidato foxista fue el leonés Martínez Pérez, apoyado por Medina Plascencia. Un tercer aspirante fue el senador Ricardo Alfredo Ling Altamirano.

 

Pues bien, en una primera ronda de votaciones los resultados resultaron apretados para el candidato oficial, pues no consiguió el 51 por ciento de los sufragios que son necesarios en las convenciones panistas para declarar a un ganador. Romero Hicks obtuvo 44 por ciento; Eliseo Martínez Pérez, 33 por ciento, y Ling Altamirano, 22 por ciento.

 

Un comité directivo

cargado hacia un candidato

 

En la segunda ronda, en la que participarían sólo los dos aspirantes con mayor votación, el resultado fue de 52.04 por ciento para el candidato oficial, Romero Hicks, y 47.96 por ciento para Eliseo. Es decir, la diferencia que dio el triunfo fue de 4.08 puntos. Desde luego, en toda democracia plena y legítima un voto de diferencia es suficiente para establecer un ganador y un perdedor.

 

Nada más que, aquí, en Guanajuato, Eliseo peleó contra la inercia de la línea en favor de Romero Hicks y, dado que la votación no era individual, sino por delegaciones (todas las representaciones municipales, más el comité estatal) resulta que en el estrecho margen de diferencia influyó definitoriamente el sufragio delegacional del comité panista estatal (que encabeza Gerardo de los Cobos, foxista y promotor de Romero Hicks) que se emitió... obviamente en favor del candidato oficial...

 

La elección, por lo demás, se dio en su tramo final casi a oscuras, con velas y encendedores, pues no había energía eléctrica en el salón donde varias delegaciones se abstuvieron de votar y prefirieron encaminarse rumbo a sus municipios rurales y alejados, luego de 11 horas de convención.

 

Por todo ello, cuando fue anunciada la victoria de Romero Hicks, los eliseistas estallaron en gritos, maldiciones y coros de ''šSe ve, se siente, el fraude está presente!''.

 

El diputado federal panista, Alberto Cifuentes Negrete, dijo que fue imposible remontar la línea oficial en favor de Romero Hicks, y llamó a rescatar al PAN guanajuatense de una directiva facciosa y a refundar a su partido.

 

ƑNi línea ni cargada?

 

El perdedor, Martínez Pérez, no acompañó al ganador en una rueda de prensa, como sí lo hizo quien quedó en tercer lugar, Ling Altamirano, cuyo discurso anterior, en busca del voto de los convencionistas, había exhortado a los votantes a ''mandar por un tubo'' a quienes pretendían imponer líneas dictatoriales, corporativas y antidemocráticas pues, señaló, en el PAN no podría haber candidato institucional, ni línea, ni cargada, pues el institucional era el PRI, la línea debería ser la conciencia y la cargada debería ser la batería del corazón.

 

El gobernador, Ramón Martín Huerta, presidió la convención junto con el directivo estatal, De los Cobos, y el delegado nacional, Luis Mejía. El mandatario se defendió de las suspicacias que provocó su presencia pues, explicó con claridad digna de la Chimoltrufia que ''ya que esta era una actividad importante y responsable, yo debería estar aquí, y por eso vine''. De los demás funcionarios de su gabinete, y de los empleados de Comunicación Social de su gobierno, dijo no saber nada, pues, explicó, ''yo no los invité'', y ''no sabía que iban a venir''.

 

El nuevo candidato a gobernador, Romero Hicks, por su parte, dijo, sin tener a la mano todavía ningún estandarte de la Virgen de Guadalupe, que ''con la ayuda de Dios, vamos por la victoria''.

 

Mi vida en prenda

 

Luego, emocionado, se comprometió a ser ''panista hasta la muerte'' e hizo un juramento de cristero modernizado: ''ante mi familia, y ante ustedes, mis amigos, de frente, como siempre, ofrezco mi vida en prenda, para que nadie dude que daré hasta el último suspiro para cumplir con la misión que ustedes me encomiendan''.

 

El sombrero de palma con la estampa religiosa y la leyenda de ''šBala, deténte!'' fue abollado, sin embargo, desde ayer mismo, pues Eliseo, el que perdió por cuatro puntos de diferencia, a pesar de que Vicente Fox estuvo personalmente operando en su contra, y a pesar del voto corporativo adverso del comité directivo estatal, anunció ayer que impugnará la elección del nuevo cristero, debido a la inequidad del proceso.

 

ƑQuién dice que no se pueden repetir las mañas del PRI en la oposición, sobre todo cuando ésta llega al poder?

Astillas: De continuar las cosas así, esta columna se dedicará a comentar asuntos de futbol o de espectáculos, pues los políticos comienzan a volverse entre aburridos y previsibles. Por ejemplo, Ƒes necesario decir algo, comentar, analizar las palabras dichas por el presidente Zedillo en España, señalando que en México está plenamente vigente el derecho de asilo y que sí se ha avanzado de manera sustantiva en la solución del ''verdadero'' problema de Chiapas? ƑCuántas líneas, cuántas palabras, y con qué objetivo, se deben escribir para contradecir la versión presidencial de que ''el tema de los derechos humanos no es una materia pendiente del actual gobierno''?... ƑA poco no es más interesante ver el repunte del Atlas y el Cruz Azul, el esplendor del Necaxa o el tropiezo del América? ƑNo sería mejor hablar de Adal Ramones o de Eugenio Derbez o de Andrés Bustamante o de Víctor Trujillo o de Ausencio Cruz?... Pero, la verdad, todos estos buenos propósitos purificadores sucumben ante la malvada obsesión por la política, pues este tecleador lee y vuelve a leer los discursos y las declaraciones de prensa del presidente Zedillo en este viaje al extranjero y, la verdad, los dedos se mueven solos queriendo expresar esa mezcla de incredulidad, de desazón, de molestia por tan extensa colección de lo que, a juicio de este redactor, son graves y trascendentes desatinos...