* La economía mexicana nunca alcanzará a la de EU


Difícil, la apertura eléctrica en este sexenio, acepta Zedillo

* No necesitamos a las ONG hablando por nosotros, arremetió

* Promete a inversionistas mejores resultados si se quedan aquí

Rosa Elvira Vargas, enviada, Davos, Suiza, 29 de enero * El presidente Ernesto Zedillo admitió que durante su gestión "difícilmente'' se aprobará la iniciativa de privatizar la industria eléctrica. Ante empresarios que participaron en el Foro Económico Mundial, a quienes invitó a almorzar, el mandatario se confesó frustrado y molesto por los resultados de la Cumbre Ministerial de Seattle, y arremetió contra las organizaciones no gubernamentales (ONG), pues "no las necesitamos hablando por la gente pobre de los países en desarrollo; nos representamos a nosotros mismos'', dijo.

Y es que, siempre "sospechoso'' del "altruismo que llega tarde'' desde Estados Unidos y muestra preocupación por las condiciones laborales en México, el Presidente respondió a quienes buscan una equiparación salarial entre las dos naciones: "qué bien; quisiera verlo, pero no me vengan con eso de que se puede lograr el día de hoy'', pues si se borraran las diferencias económicas entre los dos países" no habría ninguna razón para el comercio''.

Sin dudas ni matices, Zedillo aseguró: "no hay esperanza de que algún día la economía mexicana pueda alcanzar a la de Estados Unidos''.

Unico orador ante una audiencia cuyos integrantes, mexicanos y extranjeros, son dueños o representantes de los mayores capitales que operan en el país, el Ejecutivo mantuvo su certeza: sí al libre comercio y rechazo a ultranza a sus impugnadores. México no los necesita, pues de sus tratados de apertura ųTLC entre ellosų el país sólo ha obtenido experiencias positivas. Con el comercio todos salen ganando, "y si hay perdedores, también hay ingresos suficientes para compensarlos''.

Apuntó también que la globalización y la rapidez en el movimiento actual de los capitales ya no dejan los márgenes de antaño para que los políticos cometan errores, pues al proceder así, "esto lo sabe el mundo", los mercados responden inmediatamente.

Puntual en su agenda de emitir a los inversionistas el mensaje de que "se queden en México y estén seguros de que tendrán resultados aún mejores'', el mandatario cerró con un discurso en inglés su estancia en Suiza. Esta misma tarde viajó a España (donde descansará el domingo en la región de Andalucía); llevó como huéspedes del avión presidencial TP-01 al jefe del gobierno español, José María Aznar, y al presidente de Colombia, Andrés Pastrana, quienes por la mañana habían participado en el foro económico.

Comunicación Social de la Presidencia, que estuvo en Davos durante toda la estancia de Zedillo (la prensa mexicana sólo fue el viernes para escuchar su discurso en el foro), se mostró complacida por la aceptación que alcanzó el jefe del Ejecutivo entre los empresarios, así como por la repercusión que sus conceptos sobre el libre comercio ųy los ataques a sus impugnadoresų alcanzaron en estos días en la prensa internacional.

Los voceros de Los Pinos distribuyeron una serie de entrevistas ųrealizadas por sus propios reporterosų con inversionistas mexicanos que aceptaron la invitación del jefe del Ejecutivo. Todos, sin excepción, aplaudieron el discurso presidencial.

Y es que todavía hoy, Zedillo aludió a la fracasada cumbre de Seattle. Dijo que se sintió molesto cuando empezó a ver, luego de esa reunión, que mentes progresivas, políticos, e incluso empresarios, empezaron a retroceder. "Entonces me dije: un momento, Ƒqué pasa aquí?''. Y de ahí derivó que "realmente no necesitamos que los desarrollados expresen los sentimientos o los intereses de los países en desarrollo, sobre todo si no han preguntado, si no han consultado a las masas pobres'' de estas naciones.

La respuesta que tendría el Presidente, en nombre de esas "masas pobres'', es que mientras haya más comercio internacional, la economía se abra más y se incrementen las exportaciones, más rápido se logrará el crecimiento y la solución a los problemas sociales. Ese, puntualizó, fue su mensaje en Davos: "permítannos hablar por nosotros mismos; no necesitamos que los sindicatos de los países ricos hablen en nuestro nombre, en nombre de los trabajadores pobres de los países en desarrollo.

"No requerimos de los representantes autonombrados de la sociedad civil, ahora llamados ONG (aunque esta mención directa fue censurada de la transcripción entregada por la Presidencia), para hablar en nombre de la gente pobre de los países en desarrollo''. Alentó enseguida a los hombres del capital privado a no sentirse "inhibidos'' por lo ocurrido en Seattle: "debemos continuar el movimiento hacia el libre comercio''.

Ciertamente, recalcó, los salarios de los mexicanos siguen siendo relativamente bajos, pero "están mucho mejor que antes''. Zedillo dijo que no está plenamente satisfecho con tal nivel de percepciones, pero "yo sé que les irá mejor, siempre y cuando sigamos trabajando en abrir nuestra economía''.

Casi de entrada, el Presidente había resaltado los cambios macroeconómicos y estructurales que ha promovido durante su gestión. Citó los "casos exitosos'' por la desincorporación de telecomunicaciones, ferrocarriles y puertos, pues ahora que hay inversión privada "funcionan realmente bien''.

Empero, debió asumir que no ha tenido igual suerte con su propuesta de abrir el sector eléctrico a la iniciativa privada, ya que ello no está sujeto sólo a la voluntad del Presidente, y como no tiene los dos tercios del Congreso que se requieren para reformar la Constitución, "honestamente'' admitió que es muy poco probable que durante su sexenio logre ese objetivo.

"No me preocupa terriblemente'', tranquilizó a su audiencia, pues dijo estar seguro de que "más temprano que tarde esto se tendrá que hacer, porque quien sea responsable del futuro de México deberá reconocer que necesitamos inversión privada masiva en el sector de la electricidad''.

Ernesto Zedillo definió lo hecho en estos años como un mero "periodo de transición'' hacia una era en la cual la economía mexicana crezca a tasas mucho mayores y, de ese modo, afrontar la persistente pobreza, la desigual distribución del ingreso y otros desafíos. De no conseguirse el desarrollo, resaltó, "muchos mexicanos se sentirán frustrados''.

El mandatario se refirió también a lo que dijo en entrevista al diario suizo NZZ, en el sentido de que a quien lo suceda, sin importar de dónde provenga, le será muy difícil separarse "mucho'' de las políticas que se necesitan para lograr el crecimiento económico, y esa es también una enseñanza de la globalización, indicó.

"Antes ųexplicóų, cuando las economías estaban cerradas, sobre todo en el sector financiero, los políticos podían tener un gran margen para cometer errores; las políticas económicas malas podían darse durante muchos años, pero lo malo siempre trae algo malo, y esa situación podía darse hasta que aparecía una crisis económica''.

Tras su última participación en Davos como Presidente de México, Zedillo iniciará el lunes una visita oficial de trabajo en España. Tiene previsto entrevistarse con el rey Juan Carlos I y con el propio Aznar. Platicará con directivos de los influyentes medios locales de comunicación, con representantes de los partidos políticos y con líderes empresariales y miembros de la comunidad científica, educativa y cultural.

Comunicación Social de la Presidencia aclaró que Zedillo no dijo al periódico Nue Zürcher Zeitung (Nuevo Diario de Zurich) que el candidato priísta Francisco Labastida Ochoa tiene todo el apoyo del jefe del Ejecutivo. En todo caso, hubo una mala interpretación en la traducción del español al alemán, precisaron. Sin embargo, la versión, con esa idea, fue entregada a los periodistas por el equipo de prensa de Los Pinos. Para enmendar, distribuyeron una nueva versión con la cita textual de Zedillo: "... Ahora puedo decir, con toda franqueza, que Labastida, el candidato del PRI, tendrá mi voto, sin que eso signifique que no respete a los candidatos de los otros partidos. Simplemente, a quien yo prefiero es a Labastida".