* El proyecto de ley fue aprobado por unanimidad en el Parlamento


Zona de desastre, la región de los choques entre etnias bolivianas

* Despliegan soldados para detener la matanza * Temen nuevas masacres en la zona altiplánica

Afp y Ap, La Paz, 26 de enero * El Parlamento de Bolivia declaró este jueves "zona de desastre nacional" a la región altiplánica donde se encuentran asentadas las comunidades indígenas jucamani, laime y kakachaca, en donde este jueves fueron des- plegados soldados para detener los enfrentamientos que en los últimos días han dejado 29 muertos y decenas de heridos.

El proyecto de ley para declarar zona de desastre a esa región, ubicada en los departamentos de Oruro y Potosí, fue aprobado por unanimidad, y propuesto precisamente por las bancadas de diputados provenientes de esas dos demarcaciones.

Con la medida, el presidente Hugo Bánzer --quien este viernes reasumirá la presidencia al regresar de Estados Unidos, donde se trató médicamente-- podrá hacer uso de recursos económicos para lograr la pacificación de la zona.

Asimismo, el Ejecutivo podrá impulsar un plan de desarrollo integral y de prevención de conflictos, además de indemnizar, por esta única ocasión, a los familiares de los fallecidos en estos enfrentamientos.

La aprobación del Congreso se suma a la decisión adoptada por Bánzer, quien ayer dispuso el envío de tropas militares a la zona, en donde los conflictos por la no delimitación de tierras entre laimes y kakachacas datan de hace casi 400 años.

El ministro de Defensa, Jorge Crespo, indicó que efectivos del regimiento Rangers, de la cercana localidad de Challapata, fueron desplegados en la conflictiva zona y procederán al desarme de los campesinos, quienes cuentan con fusiles Mauser y Fal de fabricación checoslavaca.

Sin embargo, al cierre de esta edición no había reportes sobre cómo había transcurrido este despliegue.

El comandante en jefe de las fuerzas armadas, almirante Jorge Zabala, subrayó que ese armamento "habría sido acumulado por los campesinos desde la década de los 50, cuando se produjo en Bolivia la reforma agraria y el gobierno de entonces proporcionó armas a los pobladores de las áreas rurales con el fin de que defendieran sus tierras de los latifundistas".

Sobre los fusiles Fal, Zabala reconoció que periódicamente el armamento es sustraído por algunos campesinos que prestan su servicio militar y que desertan llevándose ese equipo.

Por lo pronto, los enfrentamientos entre las etnias han devastado las comarcas de Sora Sora, Viluyo, Calientes y Morocomarca, en el departamento de Potosí y en el sur del de Oruro, respectivamente. Los roces se han incrementado en los últimos 10 años a raíz de las condiciones de pobreza prevalecientes en la zona.

Este último episodio de violencia comenzó el sábado pasado, cuando grupos de laimes no dejaron en pie ni una sola de las precarias viviendas de los kakachacas, saqueadas y quemadas, y obligaron a sus habitantes a refugiarse en Challapata, capital de Oruro; en el ataque murió Gregorio Titi Tola, de 52 años de edad.

Un día después unos mil kakachacas tomaron venganza al irrumpir en la comarca aymará de Sora Sora, territorio de los laimes, matando a unas 19 personas, entre ellas siete niños.

En respuesta, el martes los laimes dieron muerte a nueve kakachacas, quienes, se teme, en cualquier momento decidan por razones de honor vengar a sus muertos, según advirtieron antropólogos.