Campeche pobre, pobre Campeche

* José Antonio Rojas Nieto *

Prácticamente desde 1991 la producción anual de crudo y condensados ha rebasado los mil millones de barriles al año, lo que equivale a un promedio diario cercano a los 3 millones de barriles diarios, de los cuales prácticamente la mitad se exporta. Pues bien, los estados de Campeche, Tabasco y Veracruz son la fuente de 90 por ciento de esa producción.

En consecuencia dan origen a la renta petrolera, ese excedente que surge de la diferencia del costo de producción de un barril en los campos de estas entidades federativas, respecto al costo más elevado que el mercado petrolero internacional reconoce en un momento dado, con un precio determinado. Y vaya que aquí el costo es bajo, merced a la fertilidad de campos como los de la Sonda de Campeche en los que hay pozos con producción diaria similar al promedio de los yacimientos del Pérsico: 6 mil a 7 mil barriles diarios.

Por esto y porque alcanza una producción diaria superior a un millón de barriles en su zona marina, no cabe duda de que Campeche es el estado petrolero más importante de este país. En el golfo de Campeche se tiene más de la mitad de las reservas de crudo y condensados, y cerca de la quinta parte de las reservas de gas seco. Ahí se produce poco más de las dos terceras partes del crudo y los condensados actuales de México, y casi la mitad del gas asociado, lo que corresponde a poco más de la tercera parte del gas total producido en el país. Ni más ni menos.

Por ello Campeche es el corazón de nuestra producción petrolera y, acaso por eso mismo, el núcleo esencial de esos ingresos fiscales, que todavía hoy representan el impulso básico del motor de la acción gubernamental y que para el 2000 pudieran alcanzar un monto cercano a 15 mil millones de dólares, la mayor parte derivada de la alta fertilidad de los pozos de la Sonda de Campeche, donde se encuentran los más productivos campos de explotación de crudo y condensados, a pesar de la severa disminución que han representado más de 20 años de extracción de crudo y condensados.

Ahí, precisamente, se encuentra el campo de Cantarell que encabeza la zona noreste de la Región Marina y en el que se tienen pozos que llegaron a registrar una fertilidadconsiderada de las mayores del mundo, y cuyo rescate depende mucho de los resultados del controvertido proyecto de inyección de nitrógeno; la famosa Abkatún, a su vez cabeza de la zona suroeste de esa misma Región Marina, y otros como Pol Chuc, Ku-Maloob-Zaap y Ek Balam.

Y, sin embargo, los testimonios muestran que a pesar de la importante derrama de recursos que se ha canalizado hacia las tres entidades petroleras del país, la falta de una visión no sólo honesta y comprometida con los pobladores de las zonas en las que se explota el petróleo, sino de largo plazo y con un hondo sentido estratégico, ha impedido que la enorme riqueza natural de las zonas petroleras marinas y terrestres se exprese en un cambio en la calidad de vida de campechanos, tabasqueños y veracruzanos.