* Los pacientes de Froid Rodríguez *
ƑQué tienen en común el famoso psicoanalista Sigmund Freud y el no menos conocido doctor Scholl (el mismo que quita juanetes en un santiamén)? Pues que el último es un experto podólogo y el primero es el más diestro pedólogo de la historia. Así lo detalla Jesusa Rodríguez en su reciente montaje Una pastorela inconsciente, que narra la verdadera historia de los hijos del ''descubridor'' del inconsciente humano.
El diván del autor de La interpretación de los sueños fue instalado ahora en el territorio libre y clandestino de El Hábito, para recibir a un peculiar paciente de cuyo nombre no queremos acordarnos, pero sus iniciales son EZ y es presidente, quien habló de sus complejos y obsesiones.
Al escuchar éstas, el público pudo adentrarse en esa región "tan negra como el infierno". ƑY qué descubrimos en esa retorcida zona de EZ? No mucho, en realidad. Acaso un par de problemas de impotencia (conocidos ya por millones de mexicanos durante los últimos seis años) y miedos menores que el doctor Froid Rodríguez despachó enseguida para afrontar los propios. Cuatro terribles asuntos empañaron la que prometía ser una tranquila noche para Froid: uno, el desentrañar el porqué los mexicanos roban tanto: "No me iré de este mundo sin revelarle este secreto a la humanidad", prometió el anciano médico.
Dos, sobrevivir a la terrible maldición que azota a todo habitante de México, que consiste en perder algo cada vez que se menciona un nombre: Oscar Espinosa Villarreal. šZaz! Hasta las propinas y uno que otro calzón desaparecieron en pleno espectáculo.
La Gurúgay (interpretada por Liliana Felipe) ayudó a Jesusa Froid Rodríguez a hallar la solución: ''Cada vez que alguien diga ese maléfico nombre hay que agarrarse la chichi izquierda -o si es el caso, de plano un güevo-, pero si todo falla y siguen desapareciéndose las cosas, de plano hay que rezar un rosario... Robles''.
El tercer conflicto que afectó al eminente Froid coyoacanense fue darle la cara a sus tres hijos y, en consecuencia, a tres profundos desórdenes de personalidad. ''šTodo es mi culpa!'', gritó desesperado el psicoanalista, antes de provocarse un cáncer en la lengua e invocar a Gloria Trevi y su doctor psiquiatra. Menos traumada resultó la discípula de Sergio Andrade en relación con los hijos de Froid.
Para colmo, los nervios del psicoanalista nunca se tranquilizaron, porque extravió su pluma Mont Blanc, símbolo de una coherencia que poco a poco se le fracturó hasta tumbarlo en su propio diván para esperar la muerte, rodeado de pedazos de patria, canciones de Los Beatles y el nacimiento de una región más oscura e infernal que el mismísimo inconsciente: el nuevo PRI.
Si alguien tuvo ''actos fallidos'' durante esa pastorela de bien-entrado-año-nuevo fueron aquellos que se pusieron a corear lo que, a ritmo beatle, dice: ''All you need is Fox''. Pero se les perdonó cuando aplaudieron al finalizar el espectáculo y hasta se mocharon con un buen de billetes durante la subasta de bordados y artesanías zapatistas que desde la selva Lacandona llegaron a El Hábito.
(En Una pastorela inconsciente. Los hijos de Freud, escrita por Carmen Boullosa y Jesusa Rodríguez, actúan además María Aura, Fratta y Cata. La obra se presenta los viernes y sábados a las 22:30 horas en Madrid 13, Coyoacán. Reservaciones 56 59 11 39.)