* Los precios en América subirán por la demanda y las restricciones ambientales
A mediano plazo, México sería exportador de gas
Mayela Delgadillo/III y última * Los precios del gas natural se han caracterizado por un comportamiento estacional, es decir, altos en invierno y bajos en verano, pero los de importación han tenido un crecimiento promedio anual de 1.3 por ciento, según datos de la Secretaría de Energía.
De acuerdo con analistas, la región de América del Norte tendrá una tendencia alcista del precio a futuro por dos razones principales: un importante crecimiento en la demanda y a que las inovaciones tecnológicas y las restricciones ambientales continuarán reduciendo el número de consumidores que alternan el uso del gas natural con el del combustóleo.
Los mercados regionales más importantes son los de América del Norte y el formado por la ex URSS, que en conjunto representan 56.1 por ciento del consumo y 61.2 por ciento de la producción.
La Secretaría de Energía apunta que a mediano y largo plazos, México sería un exportador marginal de gas, más que un importador, contribuyendo a la creación de un flujo neto positivo de divisas para la economía nacional; sin embargo, en la vida real esta hipótesis no se ha cumplido, y según la investigadora de la UNAM, Claudia Sheimbaum, todo indica en la dirección contraria.
En México, la apertura y liberación de la economía han creado un clima propicio para que compañías nacionales y extranjeras hagan inversiones en proyectos de generación de energía eléctrica, distribución, transporte y almacenamiento de gas natural. De esta manera, se podría fortalecer la capacidad competitiva de la industria mexicana, ampliando la infraestructura para un mejor abastecimiento al consumidor final, indica la secretaría; sin embargo, las inversiones hasta ahora siguen siendo marginales para las necesidades del sector.
El fortalecimiento del sector de energía, mediante mayores inversiones, repercutiría en amplios beneficios para la economía nacional y contribuiría a la competitividad global de la planta productiva, acepta el presidente de la Comisión de Energéticos de la Cámara de Diputados, Sergio Osorio.
Pero para ello es necesario contar primero con una política energética y de país a largo plazo, aceptan tanto el legislador como los investigadores consultados, y remarcaron que en particular es necesario robustecer ramas como la del petróleo y derivados, pues éstas implican un proceso de transformación, el cual genera productos con mayor valor agregado.
La solución que plantean, a similitud de lo que proponía el ex director de Pemex, Adrián Lajous, es que se permita a la paraestatal funcionar como una empresa independiente y no que el gobierno la utilice como abastecedora del presupuesto nacional, con la consabida descapitalización que actualmente presenta.
La dependencia acepta que se está ante una transformación mundial en el uso de gas natural. Su mayor utilización responde a la entrada en vigor de nuevas normas ambientales que obligan a limitar la emisión de contaminantes y que inducen al uso de combustibles limpios.
Al igual que otras fuentes de energía, el crecimiento de la industria de gas natural está estrechamente ligada con la economía, por ello es necesario contar con energéticos suficientes a precios competitivos para que el país pueda crecer a ritmos sostenidos, indica la Secretaría de Energía, pero de nuevo la realidad revela que se camina hacia el sentido opuesto.
Con la nueva regulación se han tenido avances en el transporte, almacenamiento y distribución de gas mediante la participación de empresas privadas, apuntan la Asociación Nacional de Distribuidores de Gas LP y la Mexicana de Distribuidores de Gas Licuado.
Datos de la Secretaría de Energía indican que hasta antes de las modificaciones legales, el mercado de gas natural creció moderadamente; entre 1991 y 1997 tuvo un incremento promedio anual de 2.5 por ciento, pero a partir de los cambios regulatorios la demanda ha aumentado a tasas superiores a 4 por ciento.
Al primero de enero de 1997, las reservas de gas natural totalizaban 1.8 billones de metros cúbicos; sin embargo, ante la falta de investigación no se conocen con certeza las reservas que existen en el país, expresaron los especialistas consultados.