* Prevalecieron las irregularidades de la jornada anterior
Disminuyó afluencia de votantes en el segundo día de consulta del CGH
* Nuevamente se registraron polémicas entre paristas y oponentes
La participación en la consulta convocada por el Consejo General de Huelga (CGH) disminuyó respecto de la afluencia registrada el día anterior. Incluso, algunas de las casillas colocadas el 18 fueron retiradas ayer.
Asimismo, en esta segunda jornada prevalecieron las anomalías ya reportadas: las personas podían votar más de una vez ųsi así lo deseabanų porque no se solicitó identificación alguna que seacreditaran como universitario o "población en general"; la apertura y el cierre de las urnas no se sujetaron a los horarios establecidos; no se aplicó tinta indeleble a los participantes y no se apreciaron observadores que avalaran la transparencia del proceso.
En otros sitios se utilizaron las boletas indiscriminadamente, es decir, no se respetaron los colores para diferenciar a los miembros de la comunidad universitaria en relación con el resto de los ciudadanos, e incluso se utilizaron hojas blancas en sustitución de las listas de registro.
Al igual que la jornada del martes, las mesas receptoras ųubicadas en puntos estratégicos de la ciudad, como estaciones del Metro, parques, paraderos de autobuses y escuelasų se convirtieron en foros para difundir información en torno al pliego petitorio de los estudiantes en huelga y para el debate entre los integrantes del CGH y los opositores al paro en la UNAM.
A las preguntas que les formulaban los transeúntes y la exigencia para la entrega de las instalaciones universitarias, los estudiantes respondían que por ningún motivo abandonarían la lucha por la educación pública y gratuita. Otros jóvenes encargados de las mesas receptoras reconocieron: ''La mayoría de la gente está de acuerdo con la lucha del CGH, pero nos dicen que ya es necesario levantar la huelga''.
En los comentarios por escrito que se permitió hacer en las boletas, los participantes manifestaban ''apoyo total'' al movimiento estudiantil y algunos mostraban su enfado, al grado de augurarles ''un nuevo 68'' como medida de represión.
No obstante, la consulta del CGH se realizó sin incidentes y con una afluencia constante de votantes, quienes de manera espontánea se acercaban a preguntar el motivo de la convocatoria o respondían de inmediato al llamado de los paristas, quienes mediante gritos o por medio de altavoces llamaban a la participación de la ciudadanía, incluso a niños (mayores a los 12 años, al menos en apariencia) y adolescentes:
šAcércate pueblo! šVen a participar! šEl CGH te escucha! šNos interesa tu opinión! šSean parte de la solución! šNo se queden mirando, participen!, exclamaba una estudiante de preparatoria en una de las siete casillas instaladas en el Metro Universidad.
De acuerdo con la versión de los organizadores, ''este miércoles se registró un mayor número de participantes''; sin embargo, algunas casillas no se reinstalaron, como fue el caso de la mesa del Parque Hundido y otras que el primer día de la consulta se ubicaron frente a hospitales.
En una casilla ubicada en el Metro Miguel Angel de Quevedo, una estudiante discutía con el encargado de esa mesa receptora, a quien le recriminaba que el movimiento parista ''tiene miedo a discutir el asunto del Ceneval''.
''Permitan que se abra la universidad, ya son muchos meses. Nosotros apostamos a abrir la UNAM porque una comunidad desarticulada es vulnerable a un ataque, Ƒo no?... ƑTienes idea de todos los proyectos académicos y personales que se han truncado 'gracias' a su huelga?'', reclamaba la joven.
A ello, el parista refutó: ''Estás equivocada, hemos estado abiertos a discutir el asunto desde el 20 de abril ųcuando se inició el paroų, y ante la propuesta del rector definitivamente nos vamos a mantener en resistencia, porque no tenemos confianza en ella".
Para los estudiantes, la perspectiva de éxito de su consulta es ''muy amplia'', porque ųaseguraron huelguistas del CCH Vallejoų existe una ''conciencia social'' sobre la situación de la UNAM. ''Hemos tenido una respuesta clara de la población, especialmente de aquella con escasos recursos. Ellos no quieren que se privatice la universidad, por eso contamos con su apoyo''.
En la glorieta del Metro Insurgentes ųsitio en el que la noche resultó más propicia para captar mayor número de votosų, inicialmente con cinco casillas instaladas (cada una con 500 boletas), ayer se detectaron tres.
Ahí, un estudiante de Ciencias Políticas explicaba: "A lo mejor nueve meses ya son muchos días de paro, pero más daño habría de haberse mantenido la propuesta del rector'', en alusión al intento de incremento de cuotas que pretendía el entonces rector Francisco Barnés de Castro.
"Se debe entender que esto no es nada más para la comunidad universitaria, sino para toda la población". (Alma Muñoz, Fabiola Martínez, Gustavo Castillo y Laura Puy)