Ť Las industrias avanzan en la sustitución de combustóleo y diesel


Se requieren más de 10 mil mdd para un gran proyecto gasífero, afirma Sergio Osorio

Mayela Delgadillo/II Ť Pese a que la política energética para este siglo esta sustentada en el gas natural, el país no destina recursos para investigación y explotación del mismo, por lo cual en este momento se depende de la importación, lo cual además de atentar contra la soberanía y seguridad nacional habla también de que México no cuenta con un proyecto de nación a largo plazo, aseveran académicos de la UNAM.

Hasta el momento lo más que se ha logrado son planeaciones sexenales que permiten heredar las consecuencias a los nuevos mandos, sin importar el costo social a futuro y sin que se finquen responsabilidades por las malas decisiones.

El presidente de la Comisión de Energéticos de la Cámara de Diputados, Sergio Osorio Romero, coincidió en el punto y estimó que en los próximos años el país requerirá de un gran proyecto de gas natural, con una inversión de más de 10 mil millones de dólares, parte de los cuales pueden ser obtenidos gracias a la apertura del sector que se dio en 1997, permitiendo la participación de la iniciativa privada en la distribución y transporte.

Mientras tanto, el sector industrial nacional avanza hacia el gas natural sustituyendo el combustóleo y diesel, lo cual se pone de manifiesto con las dos gaseras abiertas en 1999 por la empresa Ecomex, en el Distrito Federal, las cuales están conminadas a abastecer a las flotillas de microbuses y camiones. Un ejemplo de la tendencia internacional de sustitución de combustibles lo constituye Holanda, que en la actualidad abastece con gas natural a 93 por ciento de las familias.

Miguel Tajin, director general de la empresa Gas de Calidad (LP), mencionó que en tanto no exista una red de distribución y transportación de gas natural en México, la alternativa para el transporte sería su reconversión a gas LP, ya que sin ser la mejor opción, permite reducir el costo contra la gasolina en 50 por ciento, y disminuye hasta en 70 por ciento las emisiones contaminantes. Pero Claudia Sheinbaum, investigadora de la UNAM, advirtió que el gas LP tiene muchos más riesgos de manejo que el natural, al ser más inflamable.

La Asociación Nacional de Distribuidores de Gas LP y la Asociación Mexicana de Distribuidores de Gas Licuado que contestaron mediante un cuestionario, mencionan que en tanto no se tenga en el país infraestructura para gas natural, el consumo del gas LP mantendrá una demanda en ascenso en los próximos años debido a la necesidad urgente de sustituir al petróleo.

Las cifras

El documento Prospectiva del mercado de gas natural 1998-2007 publicado por la Secretaría de Energía apunta que en 1986 el petróleo significaba el 40.6 por ciento del consumo mundial de energía, el carbón representaba 30 por ciento, el gas natural 21.1, la energía nuclear 5.8, y la hidroeléctrica 2.5 por ciento.

Para 1997, el petróleo se ubicaba en el 39.9 por ciento, el gas natural había incrementado su participación a 23.2 por ciento, el carbón había descendido a 27 por ciento, mientras la energía nuclear había incrementado a 7.3 por ciento, al igual que la hidroeléctrica, que reportaba 2.7 por ciento.

Durante el periodo de 1986-1997 el consumo mundial de energía primaria creció a un ritmo de 1.6 por ciento anual, el petróleo mantuvo la mayor demanda pero su participación disminuyó, al igual que el carbón. El consumo de energía nuclear registró la tasa más alta de crecimiento promedio anual con 3.8 por ciento, después el gas natural y la energía hidroeléctrica con 2.5 y 2.3, respectivamente. El rezago del consumo del petróleo y del carbón fue absorbido en gran parte por el gas natural y la energía eléctrica.

El Departamento de Energía de Estados Unidos (DOE) calcula que para en el periodo 1996-2002 el gas natural tendrá un crecimiento anual en la demanda de 3.2 por ciento, superior al carbón y petróleo, para los cuales se espera una tasa de crecimiento de 2.1 y 2.2 por ciento, respectivamente. El consumo mundial se ubicará en 13.3 mil millones de metros cúbicos, lo que representará un incremento superior al 100 por ciento con respecto al consumo de 1996. La relación reservas-producción ha venido declinando para Estados Unidos, al pasar de 12 años en 1983 a nueve en 1997. En esta relación, México se ubica en 55 años.