Ť Aceptó su baja de Cruz Azul porque son las reglas del juego, dijo
No soy Pelé ni Maradona para gustarle a todo mundo: Latorre
Ť Le pagarán los seis meses restantes de su contrato Ť La directiva lo obligó a enfrentar a la prensa
Miguel Angel Ramírez Ť Como todavía le pagará los seis meses restantes de su contrato, el argentino Diego Latorre fue obligado por el club Cruz Azul a darle la cara a los medios de comunicación y decir que aceptaba su baja en el equipo, pues esas son las reglas del juego. "No soy ni Pelé ni Maradona como para gustarle a todo el mundo. Puede haber gente que no esté conforme con mi trabajo o no esté de acuerdo con lo que he realizado en el campeonato anterior", apuntó.
Lejos de aclarar su situación, se alimentaron las dudas con su aparición de ayer. Primero, porque en lugar de presentarse a una conferencia de prensa programada para las 19 horas en un hotel del sur de la ciudad, Latorre se entrevistó con Guillermo Mendizábal, secretario técnico de Cruz Azul, en el mismo lugar, y media hora antes de la cita con los medios de comunicación abandonó el lugar, sin importarle que ya hubiese gente esperándolo.
Cerca de las 20 horas, Mendizábal apareció en el hotel e informó que rentaría un salón para la conferencia de prensa con Diego. El jugador llegó después, pero antes de enfrentar a los reporteros estuvo platicando con Mendizábal.
Primero, Latorre agradeció el apoyo que tuvo del club y dijo que se ha encariñado mucho con México, que le gustaría seguir jugando aquí. Aseguró que está tranquilo, porque su salida del equipo fue por una decisión del entrenador, Luis Fernando Tena, y "nadie es imprescindible".
Dijo no estar molesto por la decisión, pues se la comunicó el mismo presidente del equipo, Guillermo Alvarez Cuevas. Explicó que el pasado viernes estaba tranquilo en su casa "viendo la televisión", cuando Mendizábal le comunicó que Alvarez Cuevas deseaba hablar con él a las 8 de la noche. La cita fue para decirle que, "por cuestiones futbolísticas, tácticas", el técnico decidió darlo de baja y sustituirlo por otro jugador. Diego indicó que no tenía motivos para no creerle, pues le dio la noticia "mirándome a los ojos". Eso sí, cuando él se lo comunicó a su esposa, se quedaron "media hora sin hablar".
Rechazó calificar la medida de injusta, pese a que la noticia se la dieron cuando ya se habían cerrado los registros para el actual torneo. No quiso comentar las contradicciones en el club, como que el técnico fue el primer sorprendido con su baja y que hubo posibilidad de enrolarlo con los Tigres. Indicó que a él sólo le notificaron su baja y no iba a caer en dimes y diretes. "Acepto las reglas como son", señaló, y descalificó versiones que se han publicado sobre su salida.
La más insistente es que Alvarez Cuevas no le perdonó cuando le contestó a una crítica que le hizo en la pasada final. El dirigente dijo en esa ocasión que algunos jugadores, en especial Diego, pecaron de individualistas y tratar de ser los héroes. Latorre le contestó que era fácil hablar desde la tribuna.
La directiva anunció que le pagará su sueldo íntegro a Latorre. Interrogado Diego si estaba a gusto de cobrar sin trabajar, contestó que le "gustaría trabajar", pero no está en sus manos eso. Insistió en aceptar la situación, y agradecer al club porque le permitirá utilizar las instalaciones para mantenerse en forma. Aunque entrenará solo, aparte del plantel.