La manera de representar museográficamente el ''tiempo biológico", sin embargo, será ''una sorpresa" por la directora del museo, Laura Espino Rubio, y por la curadora, María Luisa Franco Brizuela.
Ť Mañana abrirán muestra con 130 piezas
Buscan hacer visible el tiempo en el Museo de El Carmen
Ť La incertidumbre milenarista, otro aspecto de la exhibición
Arturo Jiménez Ť ƑLe gustaría poder descubrir la ''real magnitud de su existencia", así como apreciar y ubicarse en su ''propio tiempo"? ƑO saber diferenciar las ideas de ''tiempo biológico", ''tiempo mítico", ''tiempo religioso", ''tiempo histórico" y, ante todo, la de ''tiempo real", el cual comenzó con la gran explosión (el big-bang), que dio inicio a todo este relajo del Universo y de la vida?
Una original exposición es planeada con esa y otras intenciones en un nuevo espacio del Museo de El Carmen, en San Angel: Tiempo y milenarismo: mitos en torno a una realidad.
Y para hacer visibles el tiempo y la idea milenarista se recurrió a diversos objetos producidos por el ser humano: calendarios chinos y mayas, representaciones de dioses diversos, óleos de escenas religiosas católicas, antiguos instrumentos de navegación, relojes varios, aparatos modernos y hasta una momia.
La manera de representar museográficamente el ''tiempo biológico", sin embargo, será ''una sorpresa" por la directora del museo, Laura Espino Rubio, y por la curadora, María Luisa Franco Brizuela.
El despertar de la conciencia
El nuevo espacio es la Casa del Acueducto, lugar donado por el gobierno capitalino al Instituto Nacional de Antropología e Historia, encargado del ex Convento de El Carmen, que recupera así otra edificación que hace siglo y medio integraba el enorme conjunto, el cual aún alberga una casa particular que no ha sido adquirida por falta de recursos.
Varios trabajos han sido realizados desde 1997 en la Casa del Acueducto, como la recuperación del piso original, y ahora está lista para mostrar las 130 piezas procedentes de varios museos (públicos y privados), iglesias y colecciones particulares que conforman la muestra.
Si el hombre actual (para no decir moderno o posmoderno) ubicara el lapso de su vida en la larga línea imaginaria de los 15 mil millones de años de edad del Universo y que incluye los 4 mil 500 millones de años de la Tierra y los sólo 25 millones de años del primer homínido, algún beneficio obtendría, se infiere de las reflexiones de Espino Rubio y Franco Brizuela.
Pero, atado al tiempo (y al espacio), el ''milenarismo" ųinaugurado como doctrina esperanzadora por San Juan Evangelista al prever el regreso de Jesús a los mil años, y que degeneró en un carácter apocalíptico que ahora causa estragos entre las almas sencillasų también permea la esencia de la exposición.
El miedo eterno del hombre de perder la grandeza alcanzada y los bienes de la naturaleza, señalan, propicia incertidumbre sobre la duración del mundo y la existencia del hombre como centro de aquél.
De ahí, agregan, los ''apocalipsis", los ''juicios finales" y los ''fines de milenio". Pero ante ello, contraponen el conocimiento, ''el despertar de la conciencia", como único factor para hacer libre al hombre.
(Tiempo y milenarismo... se inaugurará mañana jueves y durará tres meses.)