La Jornada miércoles 19 de enero de 2000

ASTILLERO Ť Julio Hernández López

Dos temas centrales: el nuevo avance del salinismo en su proyecto de recuperación de presencia pública (Juan José Salinas Pasalagua y la decisión ultramarina de enfrentar a Manuel Camacho) y la asunción política de la esposa de Francisco Labastida, quien encabeza un proyecto (Redes 2000) que implica la sustitución de funciones de lo que hoy todavía se llama PRI.

Las esposas de los candidatos

Ya en anterior columna se hablaba del papel que debían guardar las esposas de los candidatos presidenciales, habida cuenta del riesgo de que tales damas asuman roles protagónicos, como si el mandato popular dado, o por ser dado, a sus maridos, les adjudicase de manera natural una cuota legítima de poder.

De entre quienes hoy buscan la presidencia de la República, ha destacado por su empuje la esposa de Francisco Labastida Ochoa. No sólo por fungir al mismo tiempo como directora del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM y como promotora y activista de la campaña de su marido, sino también por su evidente disposición a hacer política personalmente, a expresar sus puntos de vista directamente, a tomar las riendas que cree sueltas, o a su alcance, en la conducción de la campaña presidencial priísta en curso.

Redes 2000, un proyecto para sustituir al PRI

Frente a la presencia convalidadora de Dulce María Sauri, encargada de la presidencia del CEN del PRI, y de Esteban Moctezuma, el verdadero penacho tras el trono, se anunció que la organización denominada Redes 2000, presidida por María Teresa Uriarte de Labastida, será la encargada de entrar en contacto con unos 3 millones de personas de la "sociedad civil".

Según la nota difundida por Notimex, Labastida dijo: "Redes 2000 se está significando, si me permite la presidenta del partido, en la organización más fuerte de captación de opiniones, transmisión y contacto directo entre el candidato, su esposa, nuestros amigos más cercanos y toda la sociedad".

Redes 2000, explicó el sinaloense, trabajó en la campaña interna priísta con 15 mil activistas y produjo un millón de votos a favor de su entonces precandidatura (es decir, 10 por ciento del total de sufragios). Ahora (cuando la meta son unos 16 o 18 millones de votos) se trabajará para que la citada organización genere 3 millones de votos (entre 17 y 19 por ciento del total).

Para ello, Labastida realizará en cada entidad un encuentro con las integrantes de Redes 2000. La señora Uriarte de Labastida puntualizó que si bien el corporativo que preside participará en apoyo de la campaña presidencial priísta no forma parte de la estructura del tricolor. Es decir, una especie de ONG tricolor.

Así es que ya saben, las Redes de Labastida pelearán contra los Amigos de Fox. Con Salinas se buscó crear el Partido de la Solidaridad, y tal vez con Labastida se instale la Fuerza de las Redes.

Un mero detalle nimio

La falta de espacio impide abundar más en el punto, pero debe dejarse constancia de que, el fin de semana pasado, la pareja Labastida-Uriarte descansó en Mérida, donde viven familiares de doña Teresa.

El domingo, antes de dejar la bella ciudad blanca, se realizó un foro sobre patrimonio cultural, que organizó y encabezó la señora Uriarte y en el que participaron como ponentes, entre otros, Luis Millet Cámara, investigador del INAH. La familia Millet está emparentada con doña Teresa, pues uno de sus hijos, Rafael Lang Uriarte, está casado con Ivonne Millet Díaz. De hecho, durante su estancia de descanso, los esposos Labastida fueron acompañados por los hermanos Luis y Carlos Millet Cámara...

Otro de los acompañantes del matrimonio Labastida-Uriarte en el retiro meridano fue el empresario Olegario Vázquez Raña, de quien ya se ha hablado aquí como uno de los beneficiarios del negocio de los seguros privados de salud y hermano de Mario, el dueño de diarios y dirigente deportivo que ahora puja por quedarse con la línea aérea Taesa que pasaría, así, de la propiedad a trasmano del hankismo en desgracia, a la de los empresarios del (mayor) éxito sexenal por venir...

ƑQué hijo no defiende a su padre?

Un hijo agraviado, que defiende con entereza las acusaciones sin sustento que se hacen contra su padre, será siempre argumento dorado para un buen guión teatral. Por ello, el hijo de Raúl Salinas de Gortari se presentó al salón del hotel Presidente Chapultepec, donde Manuel Camacho, obsesionado con borrar de su expediente las huellas del pasado, le regaló a su antiguo amigo y jefe la oportunidad de continuar asomando la calva sin recibir huevos ni jitomates como salutación.

La vibrante escena de amor filial fue reproducida de manera destacada por la mayoría de los medios, dejando de lado los alegatos extemporáneos de Camacho y haciendo a un lado la evidencia, que no necesita mayores pruebas, del saqueo terrible que la familia Salinas hizo del país, y que han disfrutado escandalosamente todos los miembros de ese clan, desde el padre enfermo en Acapulco, hasta la totalidad de los hermanos, y sus esposas, y amantes, e hijos de unos u otros matrimonios, los primeros, los segundos o los terceros.

Los herederos del saqueo

Todo hijo tiene, sí, derecho y obligación de defender a su padre. Pero no se olvide que muchos de esos hijos han sido los herederos abusivos de injusticias extremas, y que, en sus vidas de derroche y lujo, protegidos siempre por guardaespaldas, han sido ofensivos beneficiarios del robo, pues no otra cosa es, de los recursos destinados a los hambrientos, a los enfermos, a los sin casa.

Bien por un hijo que hoy pide pruebas de las acusaciones hechas contra su padre. Pero no debe olvidarse que hay millones de niños de la calle, y de jóvenes sin futuro, a quienes les fue desfondada su existencia por el saqueo de Conasupo, por los granos y la leche contaminadas, por los negocios cuyo 10 por ciento era para el hermano mayor que era tesorero cómplice del menor, por las privatizaciones hechas para fabricar unos cuantos socios supermillonarios, por el atraco monumental que contra la riqueza de la nación cometieron los hermanos Salinas.

Paso a pasito

Por lo pronto, el paso siguiente en la redención pública del salinismo ha sido dado. Carlos ya se asomó en fin de año, hizo declaraciones con carga política y aseguró que la gente en la calle le felicitaba. Ahora, el hijo de Raúl ganó compasiones y adhesiones con esta vibrante historia dublinense (escrita muy probablemente en La Habana).

Véase el colofón estremecedor que en su diario personal escribió ayer Carlos, el ex presidente al acecho: A las ocho de la noche, en Almoloyita, Raúl, según el testimonio de su hijo Juan José, escuchó por teléfono el relato que éste le hacía de los incidentes del mediodía en el Presidente Chapultepec. Raúl estaba profundamente emocionado, y nada más atinó a darle las gracias a su hijo, según platicó éste. Al final, Juan José le dijo a su papá: Que soy su hijo, que creo en él, que voy a defenderlo de todos los que lo acusen sin razón.

Que no tenía acceso a los medios

ƑY Manuel Camacho? Pues igual que siempre, peleando con el pasado, luchando por zafarse de la liga chiclosa que históricamente le ha unido con Carlos Salinas, buscando salir del estado de coma político en que le dejó la misma bala que mató a Colosio. (Y, para no abundar más, como una muestra más del desquiciamiento y la pérdida del sentido de la realidad, rescatemos dos perlas camachistas: en una, don Manuel dice que la maniobra salinista de antier pretende cerrarle el paso a la Presidencia, y que tratan de darle la misma medicina que le dieron a Colosio ųolvidando que él fue uno de los boticarios que le surtían recetas al doctor Salinasų; la otra afirma que si no dio cuenta pública del conocimiento que tenía de las pillerías de Raúl, fue... porque no tenía acceso a los medios...)

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