Ť El alma del ombudsman es el nuevo libro del presidente de la CDHDF


Golpear al abuso de poder, placer que no había vivido: De la Barreda

Ť Leer es una de mis grandes pasiones, por eso lamento que muchos no lo hagan, señala

Ť ''Quise dejar constancia de los enfrentamientos, obstáculos y victorias de la comisión''

César Güemes Ť Dice en su nuevo libro Luis de la Barreda, presidente de la Comisión de Derechos Humanos del DF: ''Mi designación como ombudsman es una distinción inaudita que saboreo con un ánimo similar al que llevó a Borges a escribir: Si una mujer comparte mi amor,/ mi verso rozará la décima esfera/ de los cielos concéntricos..." El volumen, publicado por Aguilar, es El alma del ombudsman y de él parte la conversación que toca varios puertos, incluso el de cómo se explica, un firme seguidor de la Chivas, la existencia del futbol.

de-la-barreda-entrevista4 -Su libro lo signan epígrafes que van de Savater a Voltaire, Cabrera Infante, Borges, Vasconcelos o Stevenson, entre varios más. Es un texto sobre derechos humanos escrito desde la literatura.

-Leer es una de mis grandes pasiones, con el futbol, la música, el placer de caminar o el de una buena conversación. Pocos placeres encuentro tan grandes como el que me produce la lectura. Por eso lamento mucho que la gran mayoría de las personas no lean. Y no tanto porque piense que sin la lectura no van a desarrollar su inteligencia, sino porque cuando uno tiene un gran placer, quiere compartirlo. Leer es uno de los grandes placeres que el proceso civilizatorio le ha dado al hombre.

-ƑCómo se relaciona esto con el ejercicio de escribir?, Ƒlo hace desde siempre?

-Desde la pubertad. Cuando había cosas que me inquietaban o cuando me enfrentaba a misterios del mundo que no alcanzaba a desentrañar, escribía.

Animo pugilístico

-Para escribir este libro, Ƒllevaba apuntes diarios de su labor?, Ƒqué lo impulsa a poner en negro sobre blanco su experiencia?

-Llevaba una colección de recortes de prensa, apuntes diarios en efecto, documentos de la comisión, pero sobre todo los recuerdos. En un país como el nuestro no es costumbre extendida que quien ocupa un cargo como el que me corresponde escriba una suerte de memorias. Entonces, me pareció importante tener un texto al cual recurrir como si fuera un álbum fotográfico. Quise hacer un libro para dejar constancia de enfrentamientos, aventuras, obstáculos y victorias que se dieron. Ese es un dato importante para el autor tanto como para un marinero lo sería haber visto una sirena, conservar el recuerdo y reunirse luego con amigos para contar cómo fue el encuentro. Tuve el privilegio de ser fundador de la comisión y viví lo que aquí digo. Luego, me resultó muy divertido escribir sobre hechos tan intensos. Además de considerar que una experiencia de esta índole iba ser interesante para un grupo de lectores que han seguido de cerca los trabajos de esa instancia, que han sufrido con nuestras peripecias o se han entusiasmado con nuestras actividades. Ellos podrán ver en estas páginas una opinión más reflexiva sobre el tema que aquella aparecida en los periódicos.

-Más que tener ánimo de pacificador, un ombudsman quizá requiera espíritu guerrero. Finalmente entra en una pelea.

-El ombudsman es un conciliador entre la autoridad y el quejoso, y busca un acuerdo dentro de lo que permite el contexto legal, pero hay también, y eso lo he descubierto en este puesto, un ánimo pugilístico. El placer de golpear al abuso de poder es enorme y no lo había vivido. Si bien he trabajado directamente con instancias que tienen la posibilidad de actuar, sobre todo mi labor había sido académica. Así que podía hacer un artículo bien fundamentado contra una injusticia y ese texto no tenía mayor repercusión fáctica. Acaso podía lograr que mi tía Concha me dijera que estaba muy bien y que tenía toda la razón. Pero nada más. Sin embargo, el placer de ver que ese ánimo pugilístico se traduce en los hechos es magnífico. No es sólo darle la razón al quejoso, porque también se la podría dar un académico, un sacerdote o un cantinero. Dentro de la comisión los hechos son diferentes: más de 60 por ciento de los casos que atendemos terminan con la victoria del quejoso y no en el papel, sino en el mundo de los hechos. Ese universo sufre una mudanza y quien puso una denuncia por alguna injusticia, se ve resarcido en sus derechos.

-Ese era el interrogante principal cuando de un ombudsman mexicano se trataba: Ƒqué tanto con las recomendaciones emitidas iba a incidir en las decisiones de la autoridad?

-Las comisiones de derechos humanos que han adquirido prestigio, credibilidad y fuerza moral, aun sin tener la fuerza coactiva para obligar a una autoridad a que actúe, son efectivas. Esa era la prueba de fuego de las comisiones. Podían actuar con autononía y profesionalismo, pero no tener éxito en cuanto a la eficacia. Superamos la prueba: logramos reducir la tortura de manera espectacular, hemos conseguido que por primera vez en la historia del país se castigue a torturadores y construimos una instancia a la cual los ciudadanos vienen con la confianza de que si tienen razón y hay pruebas van a ganarle a la autoridad por poderosa que ésta sea. El ánimo pugilístico de que hablaba antes se ve reforzado y estimulado cuando los golpes que se dan no sólo funcionan para demostrar la razón sino para cambiar la realidad.

Desde varias trincheras

-ƑDe qué manera actúa la comisión para que la ciudadanía sepa que algunos de sus derechos se están violentando?

-A partir de varias trincheras: desde el área de capacitación que imparte cursos y seminarios tanto a funcionarios públicos como a habitantes en general; organizamos diplomados en las universidades y contamos con promocionales en la televisión en los cuales una actriz tan respetada como Diana Bracho aparece a cuadro para ofrecer la ayuda de la CDHDF a quien lo requiera. El público ve eso y piensa que la comisión es suya, hecho que confirma en cuanto nos visita. Además, aquí los asuntos se resuelven pronto: 80 por ciento de los casos los solventamos en menos de un mes.

-Lo encuentro flanqueado por un muy buen diccionario de sinónimos y por una novela de Pérez-Reverte. ƑAsí transcurre parte de su día?

-Bueno, la amargura no sirve para nada. Uno da mejor la lucha si está alegre. Lo que me debe alegrar es que mi acción provoca que hoy sucedan menos abusos y que sean menos graves. Bien, como en la comisión hay un ambiente de gran camaradería, mi secretaria particular me recomendó la lectura de Pérez-Reverte. El personaje del capitán Alatriste es fascinante. Y su autor cuenta sus aventuras de manera magistral. Leerlo es como entrar en una máquina del tiempo.

-Una de sus varias aficiones es el futbol, Ƒcómo la vive?

-De acuerdo con el Génesis, el mundo fue hecho en siete días. Aunque sospecho que Dios trabajó el octavo para crear el futbol. Es un espectáculo apasionante. Ningún otro hecho público logra apasionar a tantas personas en el mundo. En un partido se juega el orgullo del aficionado. No conozco otro deporte en el que pase lo mismo. Ninguno. Ver un buen partido de futbol es como ver una batalla entre los espadachines a que se refiere Pérez-Reverte.