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Hoy alcanza nueve décadas la vida de Fernando Benítez. Para celebrar cada uno de los años que integran esta historia personal evoco los adjetivos que, sumados, me acercan a los muchos Fernandos que hay en Benítez: amigo, lector, escritor, maestro, inteligente, solidario, amoroso, imaginativo, noble, andariego, carismático, puntual, seductor, galante, ávido, estudioso, sabio, disciplinado, generoso, leal, comprensivo, amante, provocador, valiente, dandy, juguetón, divertido, conversador, paciente, dulce, audaz, celoso, sensual, discreto, soberbio, aguerrido, suspicaz, gourmet, recalcitrante, curioso, divertido, frugal, sensible, pecador, discreto, viajero, noctámbulo, inocente, orgulloso, reflexivo, delicado, sutil, crédulo, irascible, terco, observador, fiel, impredecible, huidizo, maniático, inquieto, mordaz, tierno, manirroto, infatigable, agudo, intolerante, enigmático, dulce, coqueto, tajante, ingenuo, bullanguero, exquisito, nervioso, madrugador, contemplativo, supersticioso, guadalupano, varonil, malhablado, frívolo, encantador, alegre, sencillo, apasionado, irónico, frágil, bueno. A cada uno de esos Fernando le expreso mi amor, mi admiración, mi respeto y mi agradecimiento por su ejemplo de vida y de esperanza. |