La Jornada sábado 15 de enero de 2000

BALANCE INTERNACIONAL Ť Gerardo Fujii
Cumpleaños del euro

E l primero de enero se cumplió un año de la adopción del euro como moneda oficial de 11 países de la Unión Europea, lo que ha significado un importante paso en el proceso de integración de las economías de esta región del mundo, particularmente en lo que se refiere a establecer una política económica común.

Durante 1999, el euro experimentó una devaluación significativa con respecto al dólar, que ascendió a 16 por ciento, la que, en parte, se explica por la sobrevaloración que a fines de 1998 había acumulado el ecu, el antecedente del euro, estimada en 20 por ciento con respecto al dólar. Si embargo, este ajuste en la paridad de la moneda europea también fue promovido por el descenso en la tasa de interés del Banco Central Europeo (BCE) durante la primera mitad del año, mientras el Banco de la Reserva Federal de Estados Unidos se estaba moviendo en la dirección opuesta. Esto se explica por la disyuntiva tradicional de la macroeconomía entre inflación y desempleo. Mientras que en Estados Unidos la tasa de desempleo asciende a sólo 4 por ciento de la fuerza de trabajo, lo que ha preocupado a la Reserva Federal por las presiones inflacionarias que esto genera, en Europa es de casi 10 por ciento, con una inflación menor a 2 por ciento anual. Esta disyuntiva se reflejó en la polémica entre el ex ministro alemán de Hacienda, Oskar Lafontaine, y el BCE, en la cual el primero pedía la reducción de la tasa de interés para impulsar el crecimiento y el empleo, mientras que al segundo le preocupan las presiones inflacionarias que esto desataría, lo que llevó a que hacia fines del año pasado el BCE elevara nuevamente la tasa de interés. El tercer factor que ha impulsado la devaluación del euro es la decisión del BCE de no aferrarse a un tipo de cambio fijo, en virtud del peso que tiene las exportaciones en las economías de Europa.

Sin embargo, la devaluación del euro y el hecho que la tasa de interés sea en Europa inferior a la de Estados Unidos ha conducido a que la emisión de títulos internacionales nominados en esta moneda por parte de empresas tanto europeas como de Estados Unidos durante el año pasado haya igualado a los emitidos en dólares. Adicionalmente, también Francia e Italia han hecho emisiones importantes de títulos de deuda pública en esta moneda.

Además de la creciente importancia que está adquiriendo el euro en este campo, el peso de la economía europea determina que también desempeñe un papel muy relevante como unidad de cuenta y medio de pago en las transacciones internacionales. Sin embargo, el dólar continúa teniendo un papel decisivo como depósito de valor: tanto los bancos centrales como los privados siguen manteniendo fundamentalmente sus reservas en activos denominados en dólares.

Para este año se espera que el crecimiento conjunto de las economías que integran la Unión Monetaria Europea supere 2.5 por ciento. De entre las grandes economías de la Unión, Francia es el país que está teniendo el comportamiento más destacado en este plano. Durante 1999, sus perspectivas de crecimiento se estuvieron corrigiendo hacia el alza durante todo el año hasta alcanzar 3 por ciento anual, marca que también se espera alcanzar este 2000, por lo que ha estado funcionado como la única locomotora de la economía europea. Esto ha sido particularmente enfatizado por el gobierno del primer ministro Lionel Jospin y que ha dado contradicho las previsiones de que el triunfo de los socialistas en las elecciones de 1997 frenaría el crecimiento de la economía francesa. Esto ha permitido que el desempleo haya caído, esperándose que en el presente año la tasa de desocupación se ponga por abajo de 10 por ciento. Sin embargo, mientras el otro gran motor europeo, la economía alemana, no entre en una fase expansiva, el crecimiento seguirá siendo modesto.

La inflación se espera que siga manteniéndose por abajo de 2 por ciento anual, aunque España, Irlanda, Italia y Portugal son motivo de preocupación dado que, en este momento, tienen una tasa inflacionaria sensiblemente más elevada.

Por último, con respecto al euro, las perspectivas están señalando que comienza a ganar terreno frente al dólar puesto que se espera la reactivación de la economía europea, lo que está conduciendo a que los bancos centrales estén pasando a incrementar sus reservas en esta moneda.