La Jornada viernes 14 de enero de 2000

Leonardo García Tsao
Seguimos en el siglo pasado

En mi reciente artículo de La Jornada Semanal afirmaba que la cartelera capitalina manifestó una mejoría en su oferta durante el 99. Cualquiera podría contradecirme revisando la actual. La semana pasada sólo hubo un estreno, El beso de Judas, ópera prima hollywoodense del venezolano Sebastián Gutiérrez, que se exhibió durante el festival de Toronto de 1998 para luego ser distribuida exclusivamente en video. Sólo en nuestro país este derivativo thriller sobre un secuestro con motivaciones ocultas, tuvo el privilegio de una difusión en salas.

Lo mismo sucedió con Lulú en el puente, el bochornoso debut en la realización del escritor Paul Auster. Después del abucheo recibido en el festival de Cannes el año pasado, los distribuidores estadunidenses decidieron que no valía la pena invertir en su promoción y la restringieron al mercado de los videoclubes. Aquí la cinta fue seleccionada para la pasada Muestra de la Cineteca, nada menos, y ahora se sigue exhibiendo como otra demostración de que el cine engañabobos surte especial efecto cuando viene avalado por un prestigio (aunque sea literario).

Otros ejemplos de cine de ambición, no hollywoodense, que andan por ahí son auténticos vejestorios. Pude ver el documental francés Microcosmos en su estreno en el Festival de Cannes de š1996! O sea, el mismo año en que se exhibieron Crash, Fargo y Trainspotting (todas disponibles en video desde hace tiempo), para situarla cronológicamente. Sólo un año más reciente es El cubo, producción canadiense primero vista aquí en un efímero festival de cine fantástico y ahora en pre-estreno en la Cineteca. Del mismo 97 es Juego entre adultos, una solemne indagación británica sobre el sexo y sus consecuencias, valga la contradicción de términos. Para espectadores de otras latitudes, esos títulos ya son asunto de nostalgia.

El predominio del cine hollywoodense no significa que al menos en ese terreno estemos al corriente. Los únicas producciones estrenadas con oportunidad son los taquillazos garantizados. El día final, El mundo no basta y Toy Story 2 no tuvieron ningún retraso para tener copada la cartelera para las vacaciones navideñas, junto con Pokémon, esa indescriptible ocurrencia japonesa para saquear los bolsillos de los padres de familia. Mientras tanto, seguimos esperando el estreno de lo último de Scorsese, Bringing Out the Dead, o de Woody Allen, Sweet and Lowdown (éste tiene garantizada su inclusión en la próxima Muestra, claro). También en lista de espera están otros títulos elogiados por la crítica de su país: American Beauty, de Sam Mendes; Being John Malkovich, de Spike Jonze; The Insider, de Michael Mann; The Man on the Moon, de Milos Forman, y The Straight Story, de David Lynch. A ver para cuándo. (Del cine europeo o asiático mejor ni hablemos).

Dada la escasa producción del cine mexicano, uno pensaría que no quedan películas rezagadas. Pues sí. Tampoco estamos al día en cuanto a nuestro propio cine. De las cintas presentadas en la Muestra de Guadalajara en marzo del año pasado, aún no se exhiben comercialmente cinco de ellas, es decir, casi la mitad: Ave María, de Eduardo Rosoff; Bajo California: el límite del tiempo, de Carlos Bolado; Como a veces llueve en mayo (rebautizada El último profeta), de Juan de la Riva; Del olvido al no me acuerdo, de Juan Carlos Rulfo, y Un dulce olor a muerte, de Gabriel Retes. (El caso de Bajo California... es particularmente extraño: fue terminada hace dos años y obtuvo varios Arieles en la última entrega, pero el público no ha tenido oportunidad de comprobar su calidad).

Como se calcula que no hay tantos espectadores dispuestos a ver varias producciones mexicanas a la vez, éstas se dosifican con cuentagotas. Igual, desde el estreno de Santitos, a fines de octubre, no ha habido otro (no cuenta, por supuesto, el fallido intento por quemar La ley de Herodes). Y es muy probable que el lanzamiento masivo de Todo el poder la próxima semana intimide cualquier otra salida.

ƑNo hubo un intento reciente por asegurar tiempo de pantalla para el cine mexicano? ƑO también pertenece al arcón de los recuerdos?

[email protected]