Ť Recuento de una polémica escrita con Monsiváis


La defensa de Iván Zavala a Carlos Salinas de Gortari

Ť El 8 de enero afirmó que nunca dio su apoyo al ex presidente

Jaime Avilés Ť En agosto de 1988, el profesor Iván Zavala ųactual eminencia gris del ala ultra del CGHų trabajó arduamente a favor de Carlos Salinas de Gortari para legitimar el fraude electoral del 6 de julio de aquel año. Con ese propósito publicó un artículo en La Jornada ųCuatro razones contra la proclamación de una victoria (la de Cuauhtémoc Cárdenas)ų, y un pequeño análisis (El nuevo régimen), aparecido en Nexos, que lo enfrascó en una larga polémica con Carlos Monsiváis. Este es un breve recuento de aquel debate.

"...Por primera vez, el fraude masivo y global no es la noticia mayor en una elección presidencial", escribió Zavala en El nuevo régimen, antes de embarcarse en la aventura de "demostrar", basado en diversos mapas y estadísticas, que no obstante el fraude, Salinas de Gortari había triunfado arrolladoramente en los comicios.

Al dar por descontado que la "victoria" del candidato del PRI era irreversible, se permitió ofrecer unos "recuerdos del porvenir político", en los que alentó al país contra "el retorno de los dinosaurios" y "el populismo trasnochado", los cuales ponían en riesgo "la reforma democrática" que Salinas estaba a punto de impulsar.

"Leyendo en la alta votación de Cuauhtémoc Cárdenas un reclamo nacional de populismo, estatismo y xenofobia, es posible que algunos miembros del grupo que se apresta a tomar el poder padezcan la tentación de pretender que Salinas se convierta en una réplica del general Cárdenas y de Luis Echeverría... Si en diciembre (de 1988) se instalara un gobierno así, la crisis económica se convertiría en catástrofe y (...) la vida política sufriría un retraso cuya víctima mayor sería a la vuelta de algunos años el propio gobierno" (Cuadernos de Nexos, número 1, agosto de 1988).

Precursor del neoliberalismo que hoy enmascaradamente defiende desde la huelga de la UNAM, Zavala encontró la oportuna respuesta de Monsiváis en el número 2 de Cuadernos de Nexos (septiembre del 88). En esa crítica, el escritor de la Portales echa por tierra el "análisis estadístico" de Zavala, argumentando que sus proyecciones y tendencias carecían de valor científico, toda vez que el fraude ųelemento fundamental de la "victoria" salinistaų, impedía cualquier análisis científico del proceso electoral. Y apuntó: "Zavala reduce el neocardenismo a un espantajo populista, estatista y xenófobo".

En el número 3 de Cuadernos de Nexos (octubre del 88), el ideólogo de la ultra revira con un artículo que bautizó Cómo leer las cosas al revés: "Jamás he hecho esa reducción. Sólo una lectura ligera y de mala fe de mi trabajo puede imputármela... Nunca digo que los votantes cardenistas son populistas, estatistas y xenófobos, sino que algunos miembros del círculo salinista pueden entenderlo así".

Sobre la descalificación de su "análisis científico", desvirtuado por el peso del fraude, Zavala se defiende con un retruécano insostenible: al escribir En el nuevo régimen "utilicé solo las cifras disponibles hasta el 13 de julio, cuando empecé el trabajo. No sólo hasta ese día sino hasta el momento que estoy escribiendo esto (7 de septiembre de 1988), las únicas cifras globales han sido las de la Comisión Federal Electoral... La inexactitud de esas cifras no invalida, en lo fundamental, mis análisis, que son, en gran parte, inferencias de datos... No soy especulativo, porque mis reflexiones siempre se han sustentado en el sólido terreno de los hechos concretos y medibles (Sic)".

Monsiváis, en el número 4 de Cuadernos de Nexos (noviembre del 88), publica Una respuestita a un cientificazo. Allí acusa directamente a su escurridizo interlocutor "Zavala está a favor del fraude (que debe parecerle patriótico, científico y antidogmático, porque rectifica lo especulativo del voto popular), y además, aunque ya no haga falta, acepta que lo hubo. Así que toda la seguridad de su interpretación, y la serenidad de sus cuadros y mapas, se basaron en las versiones triunfalistas que nos impusieron a la fuerza... Y si hubo fraude, como lo hubo, Zavala edificó sus rumbosas indagapciones sobre arenas movedizas... Si Zavala no se ha quedado sordo por leer en voz alta sus articulazos tal vez pueda oír mi demanda y nos informe por qué la inexactitud de las cifras no invalidan sus análisis... Si da igual el tamaño del fraude sólo importa que Salinas ganó, acaudillando la modernidad".

Arrinconado por la verdad elemental de las observaciones de Monsiváis, Zavala abandonó la polémica en Cuadernos de Nexos número cinco (diciembre del 88). En un texto llamado Los retazos de la terquedad, practicó una desafortunada autopsia de "la respuestita", señalando que de las mil 145 palabras de "la cosa" de Monsiváis, 378 son "citas mías"; 351 corresponden a "análisis desleídos"; 249 son "referencias al fraude"; 142 pertenecen a "malabarismos verbales" y "sólo 25 dicen algo no dicho antes", pero contienen "un deseo manifiesto y una amenaza velada o inconsciente" de "negarme valor intelectual porque no pienso como Monsiváis".

El pasado sábado 8 de enero, durante una asamblea más del CGH, Zavala se refirió a su otro "análisis estadístico" del célebre fraude electoral de aquel año, en el que igualmente defiende a Salinas. Ante un desolado auditorio que le prestaba escasa atención (véase la nota de Roberto Garduño, La Jornada, 9/01/00), afirmó que nunca ha sido salinista y que quienes lo acusan de ello enaltecen al movimiento estudiantil. La verdad, agregó, es que su lucha contra Cárdenas empezó hace más de 11 años, y prosigue hoy en día a través de la huelga de la UNAM