Retención ilegal y criminal, opinan muchos sectores


Elián, rehén político de EU

Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Nueva York, 13 de enero Ť Tanto miedo a Fidel Castro, tanta furia porque esté presente, que la clase política estadunidense decidió secuestrar a un niño cubano y mantenerlo como rehén político contra el mandatario, el padre del menor y el pueblo isleño. Todo en nombre de lo que aquí dicen es el mejor interés del niño.

CUBAN_BOY Esta semana, mientras las cámaras seguían a Elián González jugando en el jardín de sus autoproclamados protectores en Miami, pasó un avión. Elián vio hacia arriba, subió las manos y dijo: ''llévame a Cuba''.

Primero, los representantes del niño insistieron en que los reporteros no hicieron una traducción correcta, pero la grabación comprobaba lo contrario. La familia insistió en que Elián ha dicho que desea estar aquí, que quién sabe qué dijo, qué....

Mientras tanto, los adultos en la política estadunidense han decidido que les corresponde asumir la responsabilidad del niño, y el tema se ha convertido esta última semana en asunto político nacional.

Los precandidatos presidenciales Al Gore, George Bush y John McCain se han declarado a favor de mantener al niño en el país. Algunos representantes han enviado cartas al Departamento de Justicia insistiendo en que no se devuelva el niño a su país ni a su padre. En los medios se ha discutido y debatido el caso. Los periódicos y los comentaristas han nutrido el debate.

La procuradora general de Estados Unidos, Janet Reno, reiteró el jueves que el caso está bajo la jurisdicción federal, y que la decisión del SIN de devolver al niño a su hogar es la correcta. Pero por alguna razón nunca explicada, decidió postergar la fecha límite (14 de enero) que se había impuesto para el retorno de Elián.

Desde Miami se difunde la noticia de "enormes marchas" (que resultaron ser de menos de 300 personas) para defender al niño del régimen de Fidel. Una juez estatal, violando todas las leyes sobre el asunto, declara que el niño debe permanecer en Miami para que esa corte defina su destino. Y resulta que esa juez tiene relaciones directas de negocios con el hombre encargado de coordinar la campaña para retener al niño en Miami.

También la juez está bajo investigación por violar las leyes electorales que la llevaron a su puesto. Para colmo, resulta que los jueces en Miami son electos, que sus carreras profesionales dependen del electorado local, y que el poder político de esa ciudad está en manos de las mismas agrupaciones cubanas que tanto desean que Elián se quede con ellos.

Otros políticos de perfil nacional decidieron entrar en el juego, ansiosos de luchar contra la ''tiranía comunista'' y liberar al balserito (jamás han luchado por los niños que llegan de Haití, México, China u otros países, quienes hasta son separados de sus familias y deportados). El representante Dan Burton, gran defensor de los ''valores familiares'', decide citar al niño a una audiencia ante el Congreso como maniobra para mantenerlo en el país.

Pocos señalan que Dan Burton nunca antes mostró gran interés por el bienestar de los niños, incluyendo los suyos. Cabe recordar que Burton debió confesar en 1999 que tuvo un hijo hace 15 años con una mujer que no es su esposa, y aunque envía pagos para apoyarlo, jamás ha visitado a su vástago y en el acta de nacimiento carece del nombre del padre.

Hasta el alcalde de Nueva York consideró invitar a Elián a esa ciudad para los festejos de fin de año en Times Square. Los políticos intentan incluso sobornar al niño con una lluvia de regalos y muestras de lo mejor que le puede ofrecer el país de la libertad, como Mickey Mouse y Goofy en un viaje a Disney World.

Varios sectores estadunidenses (y de la misma comunidad cubano-americana) han reaccionado con asco ante esta obra teatral. En Nueva York, 11 personas fueron detenidas frente a las oficinas del SIN por mostrarse contra estas maniobras políticas y judiciales y en demanda del regreso del balserito. Entre los arrestados, el reverendo Lucius Walker, de Pastores por la Paz, afirmó: ''nuestra manifestación simplemente refleja el sentir de la mayoría de la gente en este país que cree que es inmoral y criminal que un grupo de intereses especiales en Miami mantenga a este niño aparte de su padre".

De hecho, una encuesta de CNN encontró que la mayoría de los estadunidenses opina que el niño debería ser devuelto a su padre en Cuba.

Que un niño de seis años se haya convertido en tema de debate nacional sólo es explicable por un factor: es cubano. De esta forma, los políticos estadunidenses han decidido usarlo para ventilar su frustración con Fidel. Con ello, Elián es ahora un rehén político de Estados Unidos, ya que su estancia aquí viola las leyes nacional e internacional.

Los políticos exhiben su valentía frente a Fidel al separar a un niño de su padre; muestran su capacidad moral al decidir que la explotación política de un niño ''se vale'' para ganar el honor de ser campeones en la defensa de la libertad y la lucha contra el totalitarismo. Pero como escribió el columnista famoso del Daily News de Nueva York, Jim Dwyer, ''si estamos preocupados por los efectos enfermos del totalitarismo, deberíamos empezar con un país que permite que hordas capturen a un niño de seis años''.