CIUDAD PERDIDA Ť Miguel Angel Velázquez
Ť Mercadotecnia del producto Fox
Ť Algo más que sólo arribar al poder
La tribulación que trae de cabeza a los políticos, incluso en la ciudad, parte de una de las ocurrencias del aparato de ventas del consorcio Fox cuya filial, el PAN, la soporta entre la vergüenza y la angustia. Se trata de poner o no poner el retratito en las boletas electorales como si de ello dependiera en realidad el resultado de la elección.
Es necesario aclarar, por el bien de todos, que para el consorcio Fox la foto de su gerente es una acción de vida o muerte y eso debe comprenderse.
Ni el consorcio ni el PAN crearon, hasta ahora, la estructura partidista por medio de la cual podrían asegurar un número de votos de gente convencida por el accionar de los azules.
En cambio, con la praxis del vendedor, sin ideas pero con el respaldo de los dueños del pensamiento de una parte de la clase media desesperada, quisieron imprimir en las boletas electorales la marca del producto que venden.
Pero eso está bien. La imagen del PAN no es ni suficiente, ni impactante ni representa algo concreto para la población, y eso lo entendió Fox.
Por eso el consorcio decidió olvidarse de Acción Nacional e inventó un logotipo en donde la figura de Fox y los colores verde, blanco y un tache rojo destacan sobre un azul menospreciado, casi ignorado por el artista que ideó tal emblema.
Así, en la ambición por el poder Fox, como Carlos Salinas en su tiempo, trata de desaparecer al partido desde donde juega a la política y ahora quiere su figura más grande, más importante que la del PAN.
Pero de ello no se le puede culpar. Del desastre que dejó Carlos Castillo Peraza en Acción Nacional, después de su terrible derrota en la capital, se aprendió la lección.
El propio Castillo lo dejó claro, renunció al PAN, lo menospreció, lo culpó de sus propio errores, de su falta de carisma, de su divorcio, por decirlo de alguna manera, del supuesto líder con la población y por ello abandonó a su partido.
Y entonces Fox da credibilidad a las razones de Castillo y hace a un lado al azul para sobreponer su imagen, es decir, dar rienda suelta a su megalomanía porque él, sólo él, es el ganador. Castillo corregido y aumentado.
Lo curioso de todo esto es que el PAN, ese resignado PAN, ha perdido frente al embate comercial aquel orgullo tan azul que lo llevó a tener la simpatía de muchos mexicanos que seguramente hoy extrañan a su partido.
Por eso mal estaría que otros candidatos con un trabajo entre la gente, con ideología marcada y respaldo en un quehacer entre la población, cayeran en la tentación del oportunismo y siguieran los pasos del consorcio que en la ciudad trabaja para imponer a sus gerentes.
Y si no, nada más observe la trampa tendida en el Club de Industriales para el próximo día 20. Allí, en ese reducto de los más nobles sentimientos de la nación, debatirán los candidatos de PAN, PRD y PRI.
Los boletos están agotados y aunque yo no lo creo, la gente de mala fe insinúa y hasta afirma que las entradas se repartieron entre priístas y panistas y unos pocos se dieron al PRD.
Y esos de las lenguas filosas aseguran que panista y priístas ya tienen hechas las porras para sus candidatos y los abucheos para los contrarios.
Para nadie está oculta la intención PRI-PAN de obstaculizar el camino de Andrés Manuel López Obrador. La mejor oportunidad se dará el próximo día 20, donde si no se pone muy listo le echarán montón.
En el equipo del perredista ya debe haber quien haya encendido los focos rojos con respecto de ese encuentro muy disparejo. Andrés Manuel irá a enfrentar la ira de los del copetito dorado.
Y junto con ellos, los priístas y los panistas encontrarán el momento perfecto para descalificar a López Obrador. Una probada de esa hiel ya se la dieron a Cuauhtémoc Cárdenas hace un par de días en una universidad privada donde trabajan y estudian los del supercopete de oro puro, y si ves las barbas de tu vecino cortar...
Los Panchos
En el lío del crimen en contra de Abraham Polo Uscanga hay mucho mar de fondo y las presiones, de todos lados hacia la Procuraduría del DF se multiplican. Por eso deberá existir plena claridad en la investigación y Mauricio Tornero deberá ponerse a estudiar el expediente del asunto para no confundir con declaraciones salidas de su imaginación a la población. Por eso lo regañaron y por eso mismo no puede haber errores.