Ť En contraparte, fuerte aumento de exportaciones totales


Mínimo uso de insumos nacionales en las maquiladoras: especialistas

Ť La taiwanización de la economía mexicana "es su desarticulación"

Elizabeth Velasco C. Ť Mientras en los últimos tres sexenios el crecimiento de las maquiladoras en el país ha sido del orden del 133, 49, y 40.3 por ciento, respectivamente, el uso de insumos nacionales en esa actividad apenas representó 1.7 por ciento del total consumido en 1980; 1.4 en 94; 2.6 en 98, y 3 por ciento al cierre de 1999.

En contraparte, las exportaciones totales han aumentado. En 1980 fueron de 13.9 por ciento; en 86, de 25.9 (cuando México ingresó al Acuerdo General de Aranceles y Comercio, GATT); en 94, de 43.1 (una vez suscrito el Tratado de Libre Comercio de Norteamérica, TLCN), y al cierre de 99 se estimaban en 46.3 por ciento, según se desprende de estudios y datos de la UNAM, del dirigente de la Federación Americana del Trabajo (AFL-CIO) en México, Tim Beaty; la investigadora Laura Juárez, de la Universidad Obrera de México (UOM), y de la consultoría financiera Expansión.

Excepto Expansión, las fuentes coinciden por separado en que la taiwanización de la economía mexicana lleva implícita la tendencia de desarticular las ramas productivas para reordenar la producción en función de los intereses de las grandes potencias, "olvidando la soberanía nacional".

Este modelo -- aplicado según las reglas del TLCN -- se basa en la exportación de pingües ganancias al exterior, una dependencia mayor respecto de la economía de Estados Unidos y la entrega de recursos naturales estratégicos, afirma el economista de la UNAM José Luis Muñoz Andrade en el estudio La maquilización de la economía y su impacto en los trabajadores.

Por ello, el país "es también más susceptible a desajustes internacionales --como ocurre con las economías asiáticas (Efecto Dragón, 1999)-- en virtud de que este modelo orientado hacia el exterior debilita el mercado interno, destruye capitales nacionales y desata un fuerte proceso de concentración de capitales", entre otras repercusiones mencionadas por Beaty y Juárez.

Según Muñoz Andrade, en el país sólo diez compañías extranjeras poseen más de cien plantas, de las más de 3 mil 400 establecidas; concentran la tercera parte del empleo (120 mil trabajadores) y generan más de 30 por ciento del crecimiento de la industria. Destacan Ford, General Motors, Chrysler, General Electric, Zenith y United Technologies, entre otras.

La investigadora de la UOM indica que debido a la preponderancia que esta actividad segmentada ha ido adquiriendo en la economía mexicana, ésta "gira en torno a un reducido número de transnacionales, las cuales tienen efectos limitados en el mercado interno por estar ligados a los encadenamientos productivos norteamericanos".

Lo anterior --indican Muñoz y Juárez, por separado-- se manifiesta al examinar cómo la maquila evoluciona hacia la punta de las exportaciones. Al respecto, el presidente nacional de la Industria Maquiladora de Exportación, Humberto Izunza, declaró que "este sector se afianza como el principal generador de divisas para el país, ya que en 1999 la cifra alcanzará 13 mil millones de dólares y generará 150 mil empleos directos. Además, en 1998 las exportaciones llegaron a 53 mil millones de dólares, lo que representa 45 por ciento del total exportado por la nación...".

La consultoría financiera Expansión constata las tesis referidas al indicar que "gracias al valor agregado que dejan en el país --obtenido al restar a las exportaciones maquiladas el valor de sus importaciones-- fue posible compensar 20.1 por ciento del déficit reportado en 1980 por el sector no maquilador, 24.3 por ciento en 1994 y 75 por ciento hasta octubre de 1999".

Lo grave, acota Muñoz, es que este modelo "a final de cuentas sólo conduce a la extracción de valores --en contraste con el desgaste de nuestra fuerza de trabajo-- en beneficio del capital extranjero; es decir, la ganancia es trasladada hacia fuera, mientras que la fuerza laboral sobrevive en condiciones de marginación y pobreza".

Asimismo, en las últimas décadas dicho modelo ha conducido a la economía mexicana hacia una "profundización de la dependencia y explotación en beneficio de las empresas transnacionales (38.8 por ciento con capital de origen estadunidense; 12.8, mexicano-estadunidense; 1.7, japonés; 4.4 del resto del mundo, y 42.6, nacional), al ser colocadas por el Estado como eje central para el desarrollo nacional, lo cual ha significado la apertura de dos vías entrelazadas de la producción: por un lado, el proceso de monopolización de la economía y, por otro, el despliegue de su maquilización". Del proceso de concentración de capitales, refiere que éste incluye relaciones con empresas de capital mixto o nacional, estableciéndose lazos de intregración vertical y horizontal.

Por su parte, el dirigente en México de la Federación Americana del Trabajo (AFL-CIO), destaca que pese a su aportación en la generación de empleos --poco más de 1.2 millones al cierre de 1999-- esta actividad tiene efectos limitados en el desarrollo del mercado interno y no ofrece soporte para enfrentar las turbulencias internacionales. "Un ejemplo son los países asiáticos que también han basado su crecimiento económico en la política exportadora".

En tanto, el grupo Expansión refiere que uno de los problemas centrales a resolver en esta actividad es la baja participación de los insumos nacionales en sus procesos de producción, la que atribuye "a la incapacidad del gobierno para diseñar políticas que permitan obtener mayores beneficios de las ventajas competitivas del país".