La Jornada lunes 10 de enero de 2000

PARABOLA Ť Emilio Lomas M.
Téllez y Montemayor, también con buenos propósitos

Todavía mucho se discute si el cambio en Pemex es para bien o para mal, aunque muchos aseguran que es para ambas cosas: para bien de algunos, para mal de otros. Para bien de algunos que están dispuestos a hacer negocios este año en Pemex y con Pemex. Para mal de los que venían haciendo antes. Lo cierto es que resulta muy obvia la proximidad del actual director de Pemex con el secretario de Energía, y muchos aseguran que se les verá juntos hacer algunas cosas de las que Rogelio Montemayor sabe hacer, como quedó demostradísimo en Coahuila, lugar en el que la prensa local no deja de mencionar la existencia de una empresa naviera surgida al amparo del anterior sexenio, así como el desarrollo de un rancho ganadero en el que se produce, según se dice, el mejor ganado charolais de México, que no sólo de Coahuila y, se asegura, que gracias al trabajo de un también hermano incómodo en aquella entidad federativa, los negocios prosperan. Y qué decir de Carbón II, donde también participó Carlos Salinas de Gortari. Las explicaciones sobre el cambio en Pemex y la cercanía de su nuevo director general con el secretario de Energía se remontan al sexenio salinista, incluso antes, cuando se habla de la creación del grupo cercano al entonces secretario de Programación, donde se encontraba no sólo Montemayor sino María de los Angeles Moreno y otros personajes. Quienes defienden el cambio en Pemex aseguran que ahora sí se van a resolver problemas como el más reciente del gas licuado. Resulta que en México se venden diariamente cerca de 300 mil barriles diarios de gas licuado del petróleo, una mezcla de propano y butano. Sin embargo, como Pemex sólo obtiene de sus refinerías poco más de 200 mil barriles, necesita importar casi 100 mil barriles de gas licuado al día para abastecer el consumo del más requerido de los combustibles domésticos, junto con la electricidad. Por ejemplo, en noviembre, cuando junto con diciembre y enero crece mucho más la demanda por el frío, Pemex vendió 334 mil barriles de gas licuado del petróleo, cuando apenas produjo 225 mil. Por ello debió importar 16 mil barriles de butano, 59 mil de propano y otros 49 mil barriles de gas licuado ya mezclado (en México el gas que se entrega en los cilindros en las casas es una mezcla de propano, butano, isobutano, pentano y otros licuados de petróleo más pesados y cada litro de este gas pesa aproximadamente medio kilo) a precios de más de 22 dólares por barril, para revenderlo, una vez procesado y arreglado, a cerca de 30 dólares por barril que con el IVA alcanza casi los 35 dólares. Pero esto no es todo lo que Montemayor se dispone a arreglar, pues algo similar acontece con las gasolinas. En noviembre se consumieron cerca de 575 mil barriles diarios de gasolinas --incluyendo 52 mil de turbosina-- pero sólo se produjeron 465 mil, por lo que se debió importar una gran cantidad, que de acuerdo con los inventarios fue de poco más de 60 mil barriles, a un precio de 32 dólares, para de nuevo y como sucede con el gas, tratarse y prepararse para una venta con un precio al público de cerca de 70 dólares por barril que con el IVA llega a casi 80 dólares, gracias al sello de la Secretaría de Hacienda en el precio al público, sello que tiene dos caras: la del IEPS y la del IVA. Claro que los especialistas aseguran que Montemayor no podrá resolver en un año estos problemas porque, curiosamente, se trata de modificar la estructura de refinación . Las seis refinerías de Pemex (Cadereyta, Ciudad Madero, Minatitlán, Salamanca, Salina Cruz y Tula) no sólo no pueden procesar más del poco más de millón y medio de barriles que cargan en sus destiladoras día con día, sino que pueden modificar la estructura técnica de su refinación, de la que se extraen por lo que se llama su configuración, 44 por ciento de gasolinas (insuficiente para el abasto nacional), 28 de combustóleo (también insuficiente para el abasto nacional), 15 por ciento de gas licuado (asimismo insuficiente para el abasto nacional), 18 de diesel (también insuficiente para el abasto nacional, pues se importaron 35 mil barriles en noviembre). Estos mismo especialistas se preguntan qué es primero el huevo o la gallina. No se tiene un aparato nacional de refinación (sistema le llaman en Pemex), adecuado a los requerimientos internos porque se necesita exportar un millón y medio de barriles al día dadas las necesidades financieras que organiza Hacienda o, por el contrario, se debe exportar un millón y medio de barriles porque no hay capacidad suficiente de refinación en esas seis plantas de Pemex. A esto añádale, señor lector, que quedó escrito (con sangre, aseguran algunos técnicos de Pemex) que el otro problema muy delicado es el del gas natural, insuficiente para la expansión de un sector eléctrico nacional del que --se asegura-- registrará tasas anuales de crecimiento de la demanda no inferiores al 6 por ciento, lo que significa que cada 12 años hay que duplicar la generación de energía eléctrica en este país, con todo lo que ello significa: doble cantidad de combustibles y doble capacidad de plantas. Y añádale usted un cuarto problema: el de los impuestos que Pemex paga a Hacienda, cuyo monto este año, una vez más, seguramente será superior a los 15 mil millones de dólares. ƑNo será que este asunto está atrás de todos estos problemas? Insuficiente capacidad de refinación, urgencia de importación de gas licuado, gasolinas y diesel, insuficiente capacidad productiva de gas natural, necesidad de importación de gas natural, en suma, insuficiencia de recursos para fortalecer productivamente a Pemex. Y esto en un año... en un año Rogelio hará milagros... ya lo verán

Melée

Lo cierto de todo es que hoy en día, en el elevado y triangular edificio rojo de Insurgentes se celebra la gran cercanía y la gran proximidad que se tiene ya no sólo con el director de la CFE, sino con el director de Pemex y el secretario de Hacienda. Todo está listo para hacer milagros en un año. Al tiempo... El ejercicio fue sencillo: sacar de la jugada a Lajous (Adrián) y abrir de par en par la importación de gas, donde hay un gran negocio, no para el país sino para Montemayor y Téllez, y como es el año de Hidalgo... Otros, simplemente se autoasignan pensiones anticipadas, pero todos dentro del presupuesto.

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