René Drucker Colín
CGH: ya ponte las pilas
Protágoras, autor de la viejísima máxima de que "hay dos lados de cada historia, generalmente exactamente opuestas la una a la otra", apunta hacia el hecho de que cuando se da el caso, el juicio humano lo convierte en "ellos contra nosotros" y finalmente entre "los buenos y los malos". Y esto es precisamente lo que sucede en el conflicto universitario. La gran ineptitud de Francisco Bárnes y de sus mas allegados creó tal polaridad y desconfianza que ahora el CGH ve a todo mundo como sus enemigos, como los malos, cuya única meta es lograr fastidiar a su movimiento, que es el único bueno. Están tan inmersos en esa dinámica que ni siquiera parecen darse cuenta que ya ganaron, que ya triunfaron, y además que no es lo mismo tratar con Bárnes que con De la Fuente.
El jueves pasado, el Consejo Universitario aprobó una propuesta del rector De la Fuente, que francamente atiende y prácticamente cumple con todas y cada una de las demandas de los paristas. La derogación del Reglamento General de Pagos que dio origen al conflicto, está dado; la anulación de sanciones, está dado; la regularización de la situación escolar para todos los alumnos, está dado. La desvinculación con el Ceneval, está dado. El congreso universitario, que tanto han pedido los huelguistas, está dado. Ahí se discutirá y decidirá por parte de toda la comunidad qué se hará con las Reformas del 97 y con lo referente al Ceneval. Si esto no se llama atender a las demandas del CGH y percibir que el movimiento ganó ampliamente, no sé si éste tiene una inflexibilidad mental tal que le impide vencer sus propias limitaciones. Alega que defiende al pueblo para que pueda ingresar a la universidad. Qué bueno que así sea, pero defender al pueblo quiere decir defender a la UNAM, y eso significa que de ahora en adelante habrá que asegurar que la universidad se transforme. Pero para eso tiene que abrir sus puertas y muchos universitarios en el presente y en el futuro habremos de agradecer que este movimiento haya logrado que la institución se analice, se transforme y se reforme. Los paristas ni siquiera se dan cuenta (o no quiere darse) que su mayor aliado para esta reforma es el propio rector De la Fuente, ya no se diga la comunidad universitaria. El CGH habla mucho de democracia pero no la practica, pues sólo podrá haberla en cuanto el Congreso, que ellos mismos piden, logre, recogiendo la opinión de todos a través de decisiones consensadas, convertir a la UNAM es una mejor institución al servicio de la nación. Si los huelguistas no le quieren entrar a un congreso realmente democrático por algo será, pero lo que queda claro es que la verdadera transformación de la UNAM no termina con los seis puntos.
De hecho, los seis puntos en sí no cambian gran cosa a la UNAM. Así que en lugar de descalificar a priori y de usar clichés ya obsoletos e inútiles, el Consejo General de Huelga debería ponerse las pilas y despertar del letargo de la descalificación que no conduce a nada, porque si siguen así, ya nadie les va a creer nada.
Hay que ir hacia adelante y, sobre todas las cosas, ayudar a la institución a la cual supuestamente pretenden defender. Y es falso que los universitarios y las autoridades presentes (que no son las de antes) sólo quieren levantar la huelga. Se quiere y requiere abrir la UNAM por muchas razones, entre otras porque el daño a la institución y a la nación es mucho mayor al estar cerrada más tiempo, que ni todos los esfuerzos de los paristas u otros podrán jamás resarcir.
Por demás está claro, que sólo estando abierta podrá darse el proceso de transformación. Así que CGH, ponte las pilas y despierta.