Ť Sus pintas, contra lo establecido, dice psicólogo


Graffiteros y tajadores, en duelo a resistencia por bardas

Bertha Teresa Ramírez Ť Sin que se haya logrado descifrar hasta el momento el significado de los garabatos que han plasmado en centenares de kilómetros cuadrados de bardas públicas y privadas de la ciudad, los tajadores, como se les conoce a estos nuevos pintores de la calle, y que se presume son adolescentes de zonas marginadas de la ciudad, mantienen una guerra sin cuartel contra sus antecesores, los graffiteros, y en general contra el orden establecido, señaló José Luis Rodríguez, psicólogo jefe de la Unidad Departamental de Apoyo Social de la Dirección General de Servicios Urbanos del Gobierno del Distrito Federal.

De acuerdo con un estudio realizado recientemente, existe un duelo "a resistencia" entre graffiteros y tajadores, dijo Rodríguez.

Señaló el psicólogo que hay grandes diferencias entre los tajadores, que simplemente rayan y se manifiestan con signos porque su objetivo real no es expresar un contenido social a través de una obra, mientras que los graffiteros están conscientes de que no pueden pintar "sin ton ni son".

Los segundo, agregó, están dispuestos a colaborar con el gobierno, siempre y cuando se les dé la oportunidad de contar con una superficie para desarrollar su obra.

Para los graffiteros, dijo el entrevistado, los tajadores "se dedican a pintarrajear sin ninguna expresión acabada, sin ningún contenido".

GRAFITI 1 El psicológico señaló que incluso los graffiteros tienen una guerra declarada contra los tajadores, y los primeros están tratando de evitar que continúen rayoneando o echando a perder sus murales.

Es muy difícil ubicar a los tajadores, pues simplemente salen y se expresan, son adolescentes de secundaria, y a veces hasta niños de primaria, que realizan sus pintas de madrugada, usan aerosol y se mueven rápidamente.

Los graffiteros son los únicos que pueden contactarlos porque ellos se convierten en guardianes de sus propias obras, "pero es como una guerra sin cuartel. En cuanto las autoridades realizan la limpieza de algunas bardas o paredes, los rayones vuelven a aparecer inmediatamente".

--ƑEstos signos expresan algo? ƑTienen algún significado?

--No, simplemente son códigos que las mismas bandas usan d para expresarse, y que pueden constituir símbolos a través de los cuales se identifican y demarcan un territorio.

Hasta el momento, no se han logrado descifrar el significado de éstos, dijo el psicólogo, creemos que tienen que ver mucho con problemas de comunicación de los jóvenes con sus familias y las instituciones educativas, donde no se les ha dado un foro adecuado de expresión.

Tanto graffitis como tajadores utilizan espacios urbanos para expresar: búsqueda de identidad, autoafirmación, pertenencia y aceptación en un grupo de iguales, así como el exceso de represión, incomprensión y un alto índice de carencias afectivas por parte de los padres o familiares.

Para tratar de contrarrestar las pintas que a diario plasman sobre muros particulares o públicos se está tratando de llegar a algún convenio con los tajadores en cada delegación, para que a cambio de lugares donde puedan realizar sus pintas dejen de hacerlo en las calles. El psicólogo señaló que las pintas representan un problema generalizado en la ciudad, y mencionó que una de las zonas donde más se perciben es en la colonia San Joaquín, zona limítrofe con el estado de México, pero las pintas se encuentran en cualquier parte.

En tanto, el director de Servicios Urbanos, Francisco González Gómez, señaló que el problema afecta a los particulares porque tienen que repintar las fachadas de sus casas cuando los tajadores o graffiteros llegan.

Desgraciadamente no sólo utilizan las bardas, sino también los monumentos históricos, lo cual es muy grave. "Algunas personas lo hacen con el pretexto de las manifestaciones, pero durante muchos años he participado en manifestaciones y considero que pintar monumentos históricos no es más que una manifestación de barbarie política e ignorancia", agregó.

No tenemos una cuenta exacta de las fachadas que han resultado afectadas en la ciudad, pero podrían ser centenares de miles de metros cuadrados, indicó.

El funcionario comentó que en la ciudad de México no se han tomado medidas contra esto y consideró que este asunto debería incorporarse al Reglamento de Policía y Buen Gobierno, o como materia que deberían tratar los jueces de paz.