Ť La exposición versa sobre los inicios de la escuela de San Carlos


Arte de las academias reúne 150 dibujos del cuerpo y el paisaje

Ť Incluye trabajos de Rebull, Pina y Velasco, así como de Boullogne y Lemoyne

Ť Desde su inauguración, el 28 de octubre, la han visitado más de 17 mil personas

arte de las academias1 Mónica Mateos Ť El cuerpo humano ųsus pliegues y turgencias, sus llanuras tersas e hirsutas oquedadesų es el príncipe que deslumbra en los dibujos que conforman la exposición Arte de las academias. Francia y México, siglos XVII-XIX.

Instalada en el Antiguo Colegio de San Ildefonso, la muestra ha sido visitada ųdesde su inauguración, el 28 de octubre, hasta la fechaų por 17 mil 837 personas y busca rescatar del olvido injustificado las cualidades del dibujo que se practicó en la Academia de San Carlos de México, incorporada a la Universidad Nacional desde 1910.

La investigadora Eloísa Uribe señala en el catálogo de la exhibición que los trazos perfectos de las 150 obras expuestas conservan la sensación de frescura de la ejecución y brindan al espectador el privilegio de la cercanía con el pulso del creador. También está latente la experiencia del uso del dibujo como recurso de la enseñanza académica.

Los decanos

El 2 de octubre de 1843, el presidente Antonio López de Santa Anna expidió el decreto para la reorganización de la academia. Con la institución ya renovada se inició propiamente el arte purista y romántico del siglo XIX.

Fueron muchos los maestros europeos que vinieron a impartir sus enseñanzas y fundaron una escuela con sólidas bases clásicas, cuya producción, muy distinta de la realizada en los tiempos virreinales, llamó la atención de la sociedad en un recién nacido México independiente.

Pelegrín Clavé (1810-1880) formó dos grupos de discípulos, estimulados principalmente por la pintura idealista alemana, cuya figura central era Overbeck. Los temas que abordaron fueron principalmente escenas inspiradas en el Antiguo testamento. Santiago Rebull (1829-1902) y José Salomé Pina (1830-1909), alumnos de Clavé, estudiaron después en Roma y fueron los maestros que a su regreso continuaron con la enseñanza clásica e idealista en la academia, en las últimas décadas del siglo.

Rebull pintó los retratos de Maximiliano y Carlota. A petición del emperador, decoró también una de las terrazas del Castillo de Chapultepec. Pero su obra de mayor calidad e interés es un cuadro de tema histórico, La muerte de Marat (1875), que el joven crítico cubano José Martí consideró una obra ''verdaderamente excepcional''.

arte de la academias2 La producción de Pina fue menor que la de Rebull, pero en los mismos lineamientos clasicistas e idealistas, como lo prueban sus cuadros Abraham e Isaac y Salida de Agar, de una gran delicadeza.

Otros discípulos de Clavé abordaron con sus obras asuntos del antiguo mundo indígena. Como José Obregón, quien pintó El descubrimiento del pulque, o Rodrigo Gutiérrez, autor de El senado de Tlaxcala.

El pintor Felipe Gutiérrez fue quien comenzó con brío el realismo, particularmente en dos obras excelentes, San Bartolomé y San Jerónimo. Con apego a sus modelos, el dibujo analítico y la factura son de la más alta calidad. Este artista realizó el único desnudo femenino de la escuela académica mexicana: La amazona de los Andes, que aparece tendida en el campo, al aire libre.

Exterior natural

Pero no había de ser en el campo de la pintura académica de figura en donde México produjera al más grande artista del siglo XIX, sino en la pintura de paisaje.

Para enseñar esta nueva dirección vino al país el pintor italiano Eugenio Landesio (1810-1879), quien permaneció aquí de 1855 a 1877. Fruto óptimo de sus enseñanzas fue su discípulo José María Velasco, si bien formó a otros, entre ellos a Luis Coto y José Jiménez.

Cuando Velasco fue maestro, no dejaba de señalar en su cátedra haber encontrado un tesoro al estudiar dibujo y pintura de paisaje con el método de su fallecido mentor Landesio. No obstante, "este singular artista mexicano modificó sustancialmente el programa y plan de estudios del paisajista italiano... Demostró que se podía dibujar y pintar con belleza espectacular y mentalidad científica, sin ofender las reglas artísticas del buen paisaje, sin abuso escenográfico ni abandono de la realidad por una alianza con el misterio y las visiones inexplicables donde las cosas se transformaban de una manera sobrenatural e imposible", señala la investigadora María Elena Altamirano.

En la muestra Arte de las academias. Francia y México, siglos XVII-XIX no pueden faltar trabajos de uno de los artistas franceses que más influencia tuvo entre sus colegas mexicanos: Jean-Auguste-Dominique Ingres (1780-1867), quien tuvo una aptitud casi musical por el trazo, incluso se juzgaba a sí como un ser mucho más perfecto como dibujante que como pintor.

También están presentes dibujos de Charles Le Brun, Louis II de Boullogne, François Lemoyne, Pierre Guérin y Paul Delaroche, entre otros.


El gusto por las muestras

La exposición Los mayas, clausurada el 30 de diciembre, fue visitada por 415 mil 300 personas, informaron en el área de difusión y promoción del Antiguo Colegio de San Ildefonso, recinto del que fue sustraído en agosto un pectoral de figura antropomorfa del señorío de Copán, perteneciente a Honduras. Hasta la fecha no se ha logrado localizar la pieza. En tanto, en el Palacio de Bellas Artes la exposición México eterno: arte y permanencia, inaugurada el 1o. de diciembre, ha sido apreciada por más de 60 mil personas. La muestra está conformada por 400 obras de diversos periodos artísticos mexicanos, desde la época prehispánica hasta las corrientes beligerantes del siglo XX.