Ť Instan expertos a que los pruebe científicamente
Son morales los argumentos del obispo Arizmendi sobre el DIU
Ť Atenta contra el derecho de la mujer a decidir sobre su cuerpo
María Esther Ibarra Ť Las aseveraciones del obispo de Tapachula, Felipe Arizmendi, respecto a que el uso del dispositivo intrauterino (DIU) provoca el aborto, son un atentado a los derechos de las mujeres a decidir con libertad sobre su cuerpo, además que utiliza argumentos de tipo moral para rebatir los métodos anticonceptivos de planificación familiar en un asunto que es científicos.
En lo anterior coincidieron Luz Elena Gutiérrez de Velasco, directora del Centro de Estudios de la Mujer de El Colegio de Mexico (Colmex), y Julio César Amador, coordinador de la carrera de Medicina en la unidad Xochimilco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), quienes instaron al prelado a probar científicamente sus afirmaciones.
Para Gutiérrez de Velasco corresponde a los médicos y a los científicos determinar si el DIU es abortivo, pero no a Arizmendi, porque no es un especialista en la materia. "Lo más complicado del asunto es que el obispo quiera manejar una cuestión de tipo moral como algo científico, cuando en realidad sus declaraciones forman parte de una estrategia de ciertos sectores de la Iglesia en relación a los métodos anticonceptivos".
La directora del Centro de Estudios de la Mujeres --una de las instituciones académicas que se ha abocado puntualmente a estudiar los problemas relacionados con la población femenina del país-- consideró que la postura del obispo de Tapachula representa un retroceso para la opinión pública, pero no para la Iglesia, porque esa ha sido parte de estrategia en contra de los métodos anticonceptivos.
César Amador, doctor y académico de la UAM, indica que hasta el momento no hay un caso registrado en el ámbito médico para sostener que el uso del DIU provoque el aborto. Pero en última instancia ųdiceų "pues que nos diga el obispo Arizmendi en qué se basó o de dónde sacó ese absurdo".
Concede que quizá el prelado quiso decir que los métodos anticonceptivos impiden la concepción y de ahí derivó que son abortivos, pero "justamente los dispositivos intrauterinos son para evitar que la mujer se embarace y de ninguna manera se puede considerar que provocan abortos, porque éstos se producen cuando hay gestación del producto".
Lo que pasa, insistió el doctor Amador, es que la Iglesia quiere utilizar de manera absurda argumentos científicos para combatir el uso de antinconceptivos por su abierta y tradicional postura en contra de su uso como métodos de planificación familiar.
La directora del Centro de Estudios de la Mujer señaló que aun cuando las féminas han venido defendiendo desde hace muchos años la idea central de la libertad de decidir sobre su propio cuerpo, propone que se abra un debate para que los científicos determinen si el DIU es o no abortivo. "Seguramente entre los médicos y médicas habrá opiniones muy divididas al respecto", dijo.
Amador también es de la opinión de que el asunto lo determinen los ginecólogos y ginecobstetras, porque recalcó: "el obispo no es ninguna autoridad en la materia y es una falsedad su aseveración".
Respecto al efecto que pudieran tener las aseveraciones del obispo Arizmendi, Gutiérez de Velasco estimó que para los "sectores medios e ilustrados, puede ser un freno para el uso de los dispositivos intrauterinos, no así en el resto de la población que no tiene acceso a los medios de comunicación o al periódico, aunque quizá lo escuchen en el púlpito".
Pero para Amador, el mayor impacto para desalentar el uso de métodos anticonceptivos será en la población de menores ingresos y nivel cultural, así como en las clases medias apegadas a la Iglesia católica.