Ť El gigantismo no es factor desestabilizador, asegura


Las universidades, irracionales sin organización: Pallán Figueroa

Ť El CGH ha ignorado la estructura de gobierno de la UNAM

María Esther Ibarra / II y última Ť El gigantismo o tamaño de una universidad no es factor para ser ingobernable, sino la manera como está organizada y distribuido el poder para la toma de decisiones, plantea el investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana y autor del libro Universidad: gobernabilidad y planeación, Carlos Pallán Figueroa.

Si bien considera que la autonomía, elevada a rango constitucional en 1980, es el mecanismo creado por los legisladores para evitar injerencias externas y preservar sus funciones sustantivas de las universidades, deplora que en algunos casos el gobierno federal la vulnera o el estatal en el caso de la Universidad Autónoma de Campeche, en la cual el cargo de rector ha estado a la deriva desde hace varios meses.

En lo referente al conflicto en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) lamenta que por la huelga estudiantil se piense que el sistema de educación superior "está mal", porque hay problema en la máxima casa de estudios. "Con todo y ser importante, el conflicto y la institución ųquién duda de su peso cuantitativo y cualitativoų, su población escolar representa 10 por ciento de la matrícula nacional de la enseñanza universitaria".

ųEl secretario de Educación Pública, Miguel Limón Rojas, advirtió en diciembre pasado que las universidades no deberían crecer por voluntad o hasta sus deseos, so pena de ser ingobernables.

ųSe ha hecho un fetiche del tamaño de las universidades. El problema tiene que ver con las formas como se organizan, pues puede haber una universidad con muchos estudiantes, pero depende como esté organizada. Si la institución tiene normas y las cumple, como el no tener más allá de tantos alumnos por grupo, dedicar tanto dinero a la investigación, no importa que tenga una matrícula muy alta. El tamaño no es en sí mismo un defecto sino que una universidad no tenga una organización adecuada. Esto es lo que vuelve irracional a una universidad.

Pallán Figueroa aduce que la estabilidad en el gobierno de una universidad depende tanto de la correlación de fuerzas de los grupos internos que en ella operan, como de la relación existente entre la universidad como institución y las fuerzas políticas y sociales de su entorno local y nacional.

Algunas universidades ųcomentaų han acertado en el equilibrio de fuerzas para el desarrollo de la institución sin que ello conlleve a un afectamiento en el desarrollo de lo académico. No obstante, menciona el "peso" que en ciertas universidades tienen los grupos de médicos, ingenieros, abogados o científicos de las llamadas ciencias duras, gremios que ųdiceų "en los cambios de rectoría siempre buscan su participación de manera equilibrada".

Pero en lo externo, las instituciones públicas de educación tienen otro frente a vencer, situación que el investigador de la UAM denomina como "delicada relación política" que tiene que mantener una universidad con su gobierno estatal y con el federal. Así, "en ocasiones las tendencias destructivas o paralizantes, por la interacción de los actores políticos internos, se ven aumentadas por amenazas de los grupos externos que buscan tener presencia en la universidad por considerarla un espacio estratégico de poder".

ųƑY la autonomía?

ųUna universidad, por autónoma que sea, se ve influenciada por decisiones y tomas de posición de los actores externos a la universidad y evidentemente la afectan, como es el condicionar el financiamiento para fortalecer cierta áreas y líneas de actividad. Con frecuencia se dice que las universidades no son autónomas porque no lo son en lo económico, pero no podrá haber universidades autónomas económicamente porque ese fue el proyecto de 1943 para la UNAM.

Prosigue: "lo que está en el centro de la cuestión, al margen del tema jurídico, es si queremos universidades que tengan más recursos y funcionen mejor, independientemente de dónde provenga el financiamiento; o queremos universidades que se estanquen porque tendrán que ser financiadas 100 por ciento por los organismos gubernamentales. Yo estoy por la primera opción. La universidad es un bien social e individual y debe haber una concurrencia en el financiamiento de la misma, llámese gobierno estatal, federal, organismos privados y los propios interesados. Si es muy importante preservar el derecho y dar no sólo la oportunidad a los estudiantes de escasos recursos sino que no deserten otorgándoles una beca".

Para Pallán una "regla de oro" a seguir para mantener los conflictos en las dimensiones manejables que permitan un desarrollo académico de buena calidad, es que los distintos actores establezcan acuerdos y consenso a largo plazo, con sustento en las finalidades sustantivas de la universidad.

Se le menciona que en su libro Universidad: gobernabilidad y planeación menciona, que entre otras causas que pueden generar la ingobernabilidad en una universidad, está el "desgaste" en la actuación de un rector o la aplicación de medidas que "chocan" con la comunidad.

ųƑEsto no influyó para desatar el conflicto de la UNAM?

ųNo creo que ese haya sido un factor, en todo caso fue secundario. El conflicto creció y rebasó los límites de la UNAM, se ha convertido en un conflicto que supera a la propia institución y esto ha definido en buena medida el curso de los acontecimientos. Las autoridades plantearon las modificaciones por los órganos conducentes ųlos consejos universitarios y técnicosų y lo que resultó fue un conflicto de hecho. No se dirimió la cuestión planteada por los estudiantes paristas en el seno de esos órganos. El conflicto es severo, pero los pasos del rector Juan Ramón de la Fuente son los que propician una salida.

ųƑEs necesario introducir reforma al artículo tercero constitucional para que las universidades no sean objeto de embates externos o problemas internos?

ųNo sería el artículo tercero ni la Ley Orgánica, sino las propias normas de las instituciones. Pero en la UNAM estamos ante un conflicto de hecho, al margen de la legislación. Probablemente lo más fuerte de esta huelga no es el enfrentamiento entre el rector y los estudiantes. Es una huelga que ha cancelado la operación de las funciones sustantivas y un conflicto frente a toda la estructura de gobierno de la institución. Se ha cancelado o interrumpido la vigencia de la actuación de estos órganos.

ųƑEntonces, no hay manera jurídica para evitar la paralización de una universidad?

ųAnte un conflicto de hecho, el derecho no puede hacer nada, pero sí dar una base para enmendar las cosas. A través de los propios ordenamientos universitarios, no para que no se den los problemas, sino para que pudiera haber una base mayor de defensa de los universitarios. Por ejemplo, las formas de participación de los actores por medio de los representantes y una mayor discusión de los asuntos de la universidad. Esto se puede dar sin reformar la Ley Orgánica.