Ť La poesía es una materia que avanza, es móvil
La escritura sólo redime a quien la practica, decía Gaby Brimmer
César Güemes Ť Un buen día de verano, en su casa, Gaby Brimmer accedió, afable como era, a una entrevista. La idea consistía, desde luego, en hablar de su acontecer actual, su vida cotidiana, su necesidad de escribir. A lo largo de una hora, con la mediación de su inseparable nana Florencia, quedó todo claro: a más tardar en dos semanas contaría con la respuesta a las diversas interrogantes y la posibilidad de reformular algunas preguntas. Imposible hacerlo en menos tiempo. Por fortuna, paradójicamente en los periodísticos terrenos, no había prisa.
De aquella conversación en dos actos quedaron en limpio una docena de cuartillas, de las cuales se alcanzó a publicar en su momento poco más de la mitad. El resto está aquí, tal cual.
ųDespués de todo, el medio no necesariamente es el mensaje: escribes poesía directamente a la computadora.
ųEs por la relativa facilidad que me brinda el medio. Aunque, desde luego, no puede ser el mensaje. Hice el intento de dictar, de decir los textos, pero en el ámbito de la poesía no es sencillo hacer algo así. Para mí los poemas al mismo tiempo que son explosión, algo que sale sin voluntad, también son una materia que solicita reposo o rescritura. Me puedo pasar una tarde entera buscando una palabra que cuadre con lo que deseo expresar. Sospecho y sé que a varias personas que se dedican a lo mismo les sucede algo similar. Parece que la poesía no se termina nunca, no se acaba. Es una materia que avanza. Es móvil.
ųƑCuál es la parte de Gaby Brimmer que participa en el proceso creativo, a diferencia de la mujer que se adentra en trabajos de orden social?
ųPienso que es la misma persona pero con distinto lenguaje. Los trabajos o las tareas que he querido emprender en favor de personas con alguna discapacidad son algo público que cualquiera con un poco de voluntad podría emprender. Los textos, en cambio, nacen de mí y van dirigidos a seres que no conozco, que quizá nunca sabré quiénes son. Aquella idea difusa de la botella al mar es muy concreta cuando se trata de un escrito literario. En cambio, cuando haces un trabajo con nombre y apellido, le llega a gente con una personalidad específica. Por su lado el esfuerzo por comunicar, por estar rodeada y sentirme plena, pese a que sean labores radicalmente diferenciadas, es muy parecido.
ųƑEn algún momento percibiste que llegabas a la madurez literaria?
ųClaro que sí, cuando hice mi primer libro de cuentos. Antes de eso estaba la poesía, el libro que escribió Elena Poniatowska a partir de conversaciones conmigo y mi nana, y una buena cantidad de cartas que conformé como volumen. Sin embargo, cuando tomo vuelo es cuando hago cuento. La prosa se me da, se me dio siempre, por eso practiqué el ensayo, si tú quieres escolar, cuando estuve en la UNAM. Y después vino la etapa que podemos llamar de madurez, de plenitud, porque ya había conseguido hacer que el lenguaje se amistara conmigo. El resto era imaginación, estructura, escribir y tachar y vuelta a escribir.
ųSeñala cercanías con escritores o con personas que estimulen tu actitud creativa.
ųSon pocas. No puedo hablar de influencias porque siempre es excesivo, pero sí podemos decir que dentro de mis quereres están en un lugar muy destacado Rosario Castellanos y desde luego Jaime Sabines. Incluso he acudido a la Biblia con mejor suerte de la que yo misma hubiera esperado. He encontrado en ella pasajes que me resultan muy gratos, ya sea por los hechos mismos que narra o por la fortaleza de sus personajes. En cuanto a autores extranjeros contemporáneos, podría decir que soy afecta a Cortázar y Kundera. La ventaja de vivir en un siglo como el nuestro es que tenemos mucho de dónde tomar, de dónde abrevar. La lectura ha sido para mí una segunda compañera, como una vida frente al espejo: soy la que soy y la que se refleja en mucho de lo que leo.
ųƑCómo te sientes en relación con los lectores de tu obra?
ųMe siento querida, pero si algún espacio tengo lo he conseguido con grandes dificultades. Cuando no perteneces a un grupo literario o cuando no tienes una casa editora de cabecera, las cosas se complican. Pero pienso que así es mejor porque la falta de arropamiento me ha hecho más crítica. He tenido problemas para publicar algunos textos pero, vamos ver, Ƒquién que escribe no se enfrenta a algo parecido? El público, si ha de llegar, llegará. Si no, es que la obra no valía tanto como uno pudo suponer. Además, nadie escribe seriamente para pasar a eso que llaman "posteridad". Se escribe de buena fe y con esperanza. Si alguien escribiera de mala fe y no tuviera ni siquiera un poquito de confianza en que va a ser leído, Ƒentonces cuál es el caso? Yo escribo. Lo demás viene por consecuencia. La escritura no puede redimir a nadie más que a quien la practica, en la mejor de las posibilidades.
ųƑTiene el escritor un papel dentro de la vida pública?
ųNo. Aunque hemos visto lo contrario. Pero en realidad no tiene nada que hacer en la vida pública más que participar como ciudadano, que ya de por sí implica varios deberes. Es lamentable, sin embargo, que la vida política del país tenga cada vez más puntas afiladas que espacios de los cuales pueda uno sostenerse.
ųƑEres una mujer feliz?
ųCasi por completo. Nadie es feliz al ciento por ciento. Me gustaría cambiar un par de cosas en mi existencia. Pero son asuntos sobre los cuales tengo francamente muy escaso control. Pero salvo eso, creo que he realizado hasta ahora tanto como me he propuesto, y en ocasiones he cruzado metas intermedias que no había vislumbrado. Si no me publican mis nuevos poemas o si mi libro de cuentos no corre con buena suerte editorial, es otro cantar. Yo cumplo con escribir, que es mi trabajo. Y luego cumplo también con esperar. La paciencia, que hasta hace tiempo fue una barrera a vencer, se convirtió en una aliada en cuanto comprendí su valor. Soy tan feliz como puede serlo cualquier otra mujer. Tengo a mi hija, a mi nana, a mi biblioteca y a mis amigos. A la vida no le puedes pedir nada aparte de estar con las personas que quieres y rodeado del ambiente que necesitas. No se puede pedir más y no porque seamos conformistas, sino porque después de eso ya no hay nada. De veras, nada.