Ť Mayor tensión ante el constante ingreso de tropas federales a la selva


En las Cañadas la condición de sospechoso se extiende para todos

Ť Caravaneros y extranjeros, sujetos a revisión, interrogatorios y amenazas a su integridad física

Hermann Bellinghausen, enviado, San Cristóbal de las Casas, Chis., 2 de enero Ť Mientras siguen ingresando tropas federales en dirección a las Cañadas de la selva, los signos de tensión crecen.

Sospechosos, y posibles culpables, todos, ya no sólo los indígenas de los Altos, la selva Lacandona y la zona norte. Cualquier ciudadano mexicano, aunque no sea tzeltal, tzotzil, chol o tojolabal, amerita revisión, interrogatorios y amenazas a su libertad y su integridad física, por "delitos" inexistentes.

Pero como la soberanía nacional no sólo se "defiende" contra los mexicanos, sino también contra los visitantes extranjeros, la condición de sospechoso se extiende a quien se ponga y de donde venga.

Bajo el vuelo renovado de aviones militares diurnos y nocturnos, la ofensiva de año nuevo del gobierno mexicano ya tiene tres frentes, si sumamos a los antedichos al de los católicos afines a la diócesis de Samuel Ruiz y Raúl Vera, hoy en proceso de liquidación. El "pueblo de Dios", que abarca a casi la totalidad de los católicos indígenas, atraviesa un desconcierto.

chis-ninos-la-garrucha-jpg En las comunidades de los Altos y la selva, los campesinos preguntan ansiosos qué sucede, piden periódicos, se preocupan por el Tatic y por sí mismos. Ven venir, después de la decisión vaticana, nuevos vientos de división y desgaste en las comunidades. Ellos son creyentes de manera activa, a diferencia de muchos otros católicos del país. Su catolicidad va a la par de la convicción liberadora.

No sólo las comunidades zapatistas, sino, sobre todo, las comunidades que pertenecen a otras organizaciones independientes, como Las Abejas, Las Hormigas, Las Arrieras Nocturnas, la ARIC Independiente y muchas otras, se sienten más amenazadas que antes.

Por las Cañadas, los ariqueros piden información a los que pasan. Oyeron en el radio que Raúl Vera viajó a Roma, que lo mandan a Saltillo, que el gobierno federal dice que no tuvo nada qué ver.

Hay desconcierto y preocupación en las comunidades indígenas. En los días recientes, hoy incluido, las comunidades vecinas al camino Las Margaritas-San Quintín reportan el paso continuado de camiones trasladando más tropas hacia las posiciones de la selva, aunque oficialmente esos movimientos no están sucediendo.

Como sea, la severidad y el nerviosismo de los efectivos de la Sedena en los caminos de la zona de conflicto, aunados a la creciente presión militar sobre las comunidades, hace que los indígenas estén temerosos, desconfiando, en elemental alerta.

Lo malo de ser mexicano

Todavía traen un poco la cara del espanto, aunque se quitaron lo polvoso del camino. Ya se bañaron. Y relatan la pesada pasada de báscula que les dieron los soldados del Ejército en el cruce del río Euseba, pocas horas antes, en el atardecer del 31 de diciembre.

Viajaban en un camión de redilas, de San Quintín a La Realidad, procedentes de Amador Hernández, donde pasaron varios días acompañando a las bases de apoyo zapatistas en su protesta contra el espectacular emplazamiento militar en las afueras de dicha comunidad tzeltal.

Jóvenes y adultos, incluso familias enteras, venidos del Distrito Federal. Pertenecen a un Comité Promotor de la Consulta, y pertenecen a las que los sociólogos del siglo pasado llamaban "clases populares". Al pasar por San Quintín, un camión lleno de policías los escoltó ominosamente.

En el río Euseba, polvosos y ajetreados como venían del azaroso camino, fueron obligados a descender del vehículo, con creciente brusquedad, por los soldados federales. Durante hora y media los revisaron de pies a cabeza, y los interrogaron amenazadoramente.

En el grupo venían cuatro menores de edad, estudiantes de secundaria, acompañando a sus familiares.

ųA ésos me los separan aparte ųordenó el mando del puesto de revisión a subalternos.

Les revisaron dos veces su equipaje, pieza por pieza. Alzaron al aire la ropa interior de una muchacha de 14 años. Detenidamente, los soldados revisaron los libros, revistas y diarios personales de los muchachos. "ƑCómo se llaman sus maestros? Ustedes traen cocaína. šTú, niña!, eres guatemalteca. Los vamos a meter presos, Ƒsaben?".

Tomaron todos los datos, los acusaron de agitadores, les "decomisaron" papeles, apuntaron los títulos de los libros que llevaban; todo esto en aplicación de la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos.

Otro miembro de la caravana civil traía unas botas puestas que no les gustaron a los soldados. Que eran de un modelo para uso exclusivo del Ejército. No sólo lo despojaron de sus botas. Le dijeron que lo detendrían, para llevarlo en helicóptero a Tuxtla Gutiérrez y entregarlo a las autoridades.

El afectado discutió con los militares. Un oficial le dijo, señalándole la cabeza:

ųSi te pusiera aquí una pistola, Ƒseguirías protestando? Se ve que tu mamá no te educó.

Refiere el joven que el oficial empezó entonces a ofender a su madre.

Finalmente los dejaron ir, haciéndoles sentir que los perdonaban por un pelito; es decir, que eran, no ciudadanos mexicanos transitando por el territorio nacional, sino "sospechosos", o de plano "culpables".

El mismo día, otras familias que se dirigían a La Realidad para recibir el Año Nuevo, procedentes de Las Margaritas, y luego de pasar cuatro retenes militares, fueron tratadas vejatoriamente por los efectivos castrenses en el puesto de Guadalupe Tepeyac. Revisión, fotografías y preguntas: ƑCuánto mides, cuánto pesas, dónde vives, cuándo naciste, en qué trabajas, a qué veniste? ƑDónde estudias?

Después, ya transitando en el camino, estas personas toparon con un convoy militar. Contaron "como 30", cargados de tropa. Y recibieron un tratamiento especial: cada vehículo militar se detuvo unos instantes donde ellos se orillaron para dejarle paso al convoy. Los soldados alzaban sus rifles, apuntándoles. "Nos cortaron cartucho", refiere un señor, padre de familia, "como si nos fueran a fusilar".

Los carros blindados les apuntaban con sus ametralladoras.

Lo malo de ser extranjero

Si así les va a los ciudadanos mexicanos, a los de otras partes les va peor.

Se les trata como intrusos no gratos en la zona indígena de Chiapas. Los estadunidenses e italianos que citó para hoy el Instituto Nacional de Migración, que comparten con cientos de caravaneros procedentes de todo el país el "delito" de transitar por la zona y visitar las comunidades zapatistas, tienen la agravante de venir del exterior, y son carne de expulsión.

A ellos sí se les puede impedir, como se les impidió a varios de ellos, el paso a las comunidades indígenas.

No les quitaron las botas, pero podrían quitarles el permiso de permanecer en el país: otra forma de prohibir caminar por aquí.


Ť "Es un excelente obispo, muy simpático", afirma


Con el nombramiento de Vera "Saltillo ganó": Rivera Carrera

Ť Chiapas necesita un pastor que entienda el mundo indígena, opina

El arzobispo primado de México, Norberto Rivera Carrera, consideró que "Saltillo salió ganando" con el nombramiento de Raúl Vera como obispo de la diócesis de allá, hecho por el papa Juan Pablo II. Monseñor Vera, agregó, "es un excelente obispo, muy simpático, de muy buena relación y es un verdadero pastor y creo que los de Saltillo estarán muy alegres y muy contentos".

Al preguntarle si San Cristóbal de las Casas perdía con la decisión papal, el prelado recordó que Samuel Ruiz García continúa al frente de dicha diócesis y así lo hará en tanto Juan Pablo II no acepte su renuncia.

Cuando ello ocurra, dijo el cardenal, "tendrán que poner un pastor que realmente corresponda a las necesidades de esa región tan especial. Tengan la seguridad de que el Papa ya está estudiando el caso seriamente".

Enfatizó que la zona necesita un pastor "que continué con la obra de evangelización para que dé unidad a toda esa comunidad y sobre todo sepa entender al mundo indígena para impulsarlo en esa evangelización desde su cultura".

Aseguró el arzobispo que además de la pobreza, "que nadie puede ocultar", los movimientos armados obedecen a distintas causas, dado que "hay ideologías e intenciones no patrióticas que están moviendo el agua en el sureste mexicano y que nos lastiman a todos".

La educación, "una de las cosas más lastimadas durante 1999"

Entrevistado ayer tras su homilía pronunciada en la Catedral Metropolitana, Rivera Carrera consideró que en este año que comienza México tiene como principales retos lograr mayor justicia social, crear más fuentes de trabajo y la repartición de la riqueza.

También se refirió a la educación, al asegurar que "fue una de las cosas que quedaron más lastimadas" durante 1999 por lo que se manifestó por "poner serios esfuerzos para mejorar ese renglón que es básico en el desarrollo de nuestra patria".

Rivera Carrera descartó que el proceso electoral que se celebra este año ponga en riesgo la estabilidad del país; al contrario, dijo, "tiene que fortalecer a México, para eso es".

Durante su homilía, dedicada a la Epifanía o "manifestación de Cristo Jesús", el cardenal lamentó que muchos vean en la "santa misa" solo como un rito o una bella ceremonia y por ello la abandonen, por lo que exhorto a la feligresía a tener fe y mencionó que la salvación es para todas las razas, culturas, edades y tiempos.

El final de siglo en México, marcado por fuertes tensiones: Nuevo Criterio

Por otro lado, la Arquidiócesis de México en el editorial de su semanario Nuevo Criterio, retoma el mensaje que emitió el Papa con motivo de la Jornada Mundial de la Paz y sostiene que al final del siglo XX México quedó marcado por "fuertes tensiones enmarcadas en un proceso de transición esperanzador, pero difícil".

Advierte que el mayor enemigo de dicha transición es la violencia, la pérdida de estabilidad y la ruptura, mismas que podrían instaurar las condiciones de guerra que destruyen al hombre.

El mejor regalo de los padres a los hijos el Día de Reyes, "su tiempo"

En tanto, de cara al Día de Reyes, la publicación Desde la Fe asegura que el mejor regalo de un padre a sus hijos "no es algo material, sino el de su tiempo, pasarla juntos, platicar, hacer cosas, lo que sea, pero juntos" y condena que el materialismo y consumismo, "año con año más voraces," trastoquen el sentido de las fiestas navideñas. (Susana González G.)


Ť El conflicto en el estado sureño y la pobreza, "llagas con las que entramos al 2000"


Reanudar el diálogo EZLN-gobierno, pide Obeso

Guadalupe López Espinosa, corresponsal, Jalapa, Ver., 2 de enero Ť Chiapas y la pobreza "son dos llagas con las cuales el país entró al nuevo milenio", afirmó hoy Sergio Obeso Rivera, arzobispo de Jalapa, quien también externó su deseo de que durante este año "impere la paz fincada en la justicia".

Entrevistado en esta capital al término de su homilía dominical, el ex presidente del Episcopado Mexicano pidió que se reanude el diálogo entre el gobierno federal y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), a los cuales solicitó que "se muestren dispuestos a escuchar las razones" de una y otra parte, de tal forma que lleguen "pronto a una solución".

Acerca de la salida de San Cristóbal de Las Casas del obispo coadjutor Raúl Vera y su traslado a Saltillo, Coahuila, Obeso Rivera subrayó lo dicho por el nuncio apostólico Justo Mullor, en el sentido de que el movimiento no significará "cambio alguno en relación con la preocupación primordial a favor de los indígenas, de su dignificación y del reconocimiento de sus derechos".

Asimismo, como parte de su mensaje de año nuevo, el prelado se sumó a lo expresado por el papa Juan Pablo II con igual motivo desde Roma respecto a que se conserve la paz, pero añadió su deseo de que ésta sea resultado de la justicia, "de dar a cada quien lo suyo y de respetar a los demás".

También, como lo hizo el Papa, exhortó a los católicos a dar gracias a Dios por haber librado a este siglo de una guerra nuclear, que estuvo latente durante el tiempo que duró la llamada guerra fría.

Hay muchos problemas no resueltos: este año será más difícil que 1999

Obeso Rivera advirtió que este año "será más difícil" que 1999, "porque hay muchos problemas no resueltos, aparte de los que se prevén, y muchas amenazas", ante lo cual pidió a los católicos no perder la esperanza.

Respecto a los retos que enfrentará México en el año 2000, Obeso Rivera se refirió a la pobreza, que "es una llaga que tenemos y que cada vez parece que empeora y es uno de los problemas más lacerantes en el que todos, no sólo el gobierno, tenemos que hacer algo".

La educación, reto existente en Veracruz, dijo el obispo

También consideró que está el reto que deriva de la pobreza y que es la educación, sobre todo en Veracruz, "que tradicionalmente había sido un estado puntero en muchos aspectos, y ahora resulta que los datos que existen en ese aspecto son penosos, por cuanto al rezago que se tiene en la materia".

Asimismo, en su mensaje de año nuevo, exhortó a los veracruzanos a no dejarse llevar por la violencia "para que ésta no cunda, porque en el estado, no obstante los actos y acciones reprobables que a veces se dan, todavía no es algo que lo caracterice".

En el aspecto político, al referirse a los candidatos a la Presidencia de República, el prelado indicó que "es de esperarse que ellos tengan una conciencia clara de que estamos en una situación muy especial, en donde no se puede jugar ni emplear demagogias, sino de veras tratar de aportar una solución a los problemas del país".


Ť Samuel Ruiz se opuso: teólogo Jorge Santiago


Organización política reclutó a diáconos chiapanecos en 1992

Ť La diócesis defenderá sus convicciones ante los cambios, dijo

Juan Balboa, corresponsal, San Cristóbal de las Casas, Chis., 2 de enero Ť El teólogo Jorge Santiago Santiago reveló que el obispo de San Cristóbal de las Casas, Samuel Ruiz García, supo en 1992 que varios catequistas o diáconos estaban siendo reclutados por una organización política a la cual el prelado se oponía, y niega que existió un apoyo tácito por parte de la Iglesia católica.

"A don Samuel, en 1992, le llegaron muchas quejas de que en la zona de la selva diáconos y catequistas estaban uniéndose a organizaciones políticas, era uno de sus aniversarios de la creación de la (organización indígena) Unión de Uniones.

"Es entonces cuando dice que se están (las organizaciones políticas) montando a un caballo ensillado. Queda muy clarito que se siente molesto, cómo es posible que haya tanto trabajo y después vengan las organizaciones y se lleven a la mejor gente", recuerda Jorge Santiago, quien en febrero de 1995 fue detenido por la Procuraduría General de la República presuntamente por ser miembro del EZLN.

El teólogo recuerda que su permanencia en la cárcel de Cerro Hueco fue un encuentro "conmigo mismo. Cuando salgo siento que tengo más claridad en el quehacer", puntualiza el coordinador de la Asociación de Desarrollo Económico y Social del Mexicano Indígena.

ųƑLa salida de don Samuel creará un vacío, está preparada la diócesis para soportarlo?

ųEl trabajo que existe en la base de las comunidades tiene gran fortaleza para mantener sus convicciones. El trabajo depende de la capacidad que han tenido de decir su propia palabra, ahora tiene un reto en su vida, las comunidades indígenas van a defender su palabra y su trabajo pastoral.

Don Samuel decía que le preguntaron a los indígenas en 1974 quién era el nuevo Fray Bartolomé de las Casas y todos esperaban que dijeran que don Samuel, pero ellos dijeron "nosotros somos". Después de 25 años están más conscientes de que don Samuel no es el libertador, agrega Santiago.

"Todo esto de la Iglesia autóctona, él lo asumió como misión. La teología indígena la consideró a nivel latinoamericano, buscando que se consolidara. Pienso que hasta con un sentido de libertad, porque lo institucional (eclesial) le quita elementos, pues responde a ciertas normas, ciertos criterios diocesanos, ahora deja la estructura pero no su tarea".

Jorge Santiago Santiago, licenciado en Teología por la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, es autor del último libro sobre Samuel Ruiz titulado La Búsqueda de la libertad, integrado por 26 preguntas que le hace al obispo de San Cristóbal de las Casas y en las que el prelado habla del tiempo, la profecía y la política.

Conocedor de Ruiz García, pues ha sido su colaborador desde 1969, el teólogo no duda en señalar que el descubrimiento de la palabra de Dios en el proceso de lucha de los pueblos "ha generado una permanente actitud de los creyentes de ser fieles".

Del trabajo de mediación del obispo de San Cristóbal de las Casas en los diálogos de paz en San Andrés Larráinzar, Jorge Santiago dice que ha sido a favor de las comunidades indígenas frente a las autoridades gubernamentales y frente a los intereses de los poderosos.


Ť Los prelados defendían a grupos étnicos


Sufrieron sacerdotes 20 agresiones en San Cristóbal de las Casas

Juan Balboa, corresponsal, San Cristóbal de las Casas, Chis., 2 de enero Ť La expulsión del sacerdote francés Michel Chanteau, en febrero de 1998, se sumó a una veintena de agresiones ųencarcelamiento y expulsiones del país de religiosos, amenazas de muerte y atentados a templosų que ha sufrido la diócesis de Samuel Ruiz García, desde 1990.

Siete sacerdotes extranjeros, muchos de ellos con más de una década de actividad pastoral en las zonas indígenas de Chiapas, fueron expulsados de México en los últimos diez años, y 15 más están amenazados.

Las agresiones contra los religiosos se iniciaron durante el gobierno de Patrocinio González Garrido, y se agudizaron después de la aparición pública del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), el 1o. de enero de 1994.

El 22 de julio de 1990, el sacerdote de nacionalidad belga Marcelo Rotsaert fue arrestado e inculpado de ser autor intelectual de las invasiones de tierras en el municipio de Venustiano Carranza, según el expediente penal 578-B\990. Días después fue obligado salir del país.

Joel Padrón González, párroco de Simojovel, fue detenido sin orden de aprehensión el 18 de septiembre de 1991. Fue trasladado a la cárcel estatal de Cerro Hueco acusado de los delitos de despojo, daños, robo, amenazas, provocación de un delito y apología de éste, conspiración, portación de armas prohibidas, asociación delictuosa y pandillerismo, de acuerdo con la averiguación previa 3546\991. Fue liberado sin cargo alguno 49 días después.

El 10 de enero de 1995, el padre Miguel de Alba Cruz sufrió un intento de homicidio en la población de Chicomuselo. Veinte días después, seminaristas de San Cristóbal de las Casas fueron hostigados y amenazados de muerte.

El 10 de febrero del mismo año, Jorge Santiago Santiago, asesor de la Comisión Nacional de Intermediación, fue detenido por ser supuestamente contacto con el EZLN, bajo los cargos de sedición, motín, rebelión, conspiración y terrorismo. Fue puesto en libertad meses después.

En esos días, el sacerdote Victor Anguiano, párroco de la Trinitaria, fue agredido, al igual que el edificio del Archivo Diocesano. La curia sufrió también agresiones en febrero de 1995. Un mes después, miembros del PRI hostigaron y amenazaron a frailes y monjas dominicas de la parroquia de San Jacinto de Polonia, Ocosingo.

Rodolfo Izal Elorz, Jorge Alberto Barón Guttfein y Loren Riebe Estrella, sacerdotes extranjeros de la Diócesis de San Cristóbal de las Casas, fueron detenidos y expulsados del país, acusados de participar en invasiones de tierras y organizar a los indígenas.

En marzo de 1997, los sacerdotes jesuitas Jerónimo Alberto Hernández López y Gonzálo Rosa Morales, fueron detenidos violentamente por elementos policiacos del estado. Los acusaron de una emboscada en la que murieron dos policías y cinco más fueron heridos.

Meses después, el Instituto Nacional de Migración negó el permiso migratorio (FM3) a otros dos sacerdotes extranjeros ųuno de ellos abandonó el estado- del municipio de Salto de Agua. Estos son el alemán Joaquín Mnich y el hindú Eduardo Machado, dos de una larga lista de sacerdotes amenazados con ser expulsados de Chiapas.