Ť Arriesgado, modificar la ley de la UNAM: Pallán
Las universidades públicas, un botín político disputado
Ť La caída de rectores y hasta gobernadores evidencia esa lucha
María Esther Ibarra /I Ť Por sus recursos económicos, influencia, número de miembros que son votos potenciales y reales --alumnos, académicos y trabajadores administrativos, los más representados en sindicatos--, las universidades públicas concentran un poder que es disputado por intereses políticos internos y externos. Lucha que aflora en conflictos de todo tipo, y que lo mismo han provocado la "caída" de rectores y hasta gobernadores en algunos estados del país, con consecuencias de inestabilidad en las casas de estudio y la intervención del gobierno federal en la solución de conflictos.
En esos términos, Carlos Pallán Figueroa, investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), de la cual fue rector general, examina los conflictos en las instituciones de educación superior del país. Autor del libro Universidad: gobernabilidad y planeación, el también ex secretario de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) analiza el tema del gobierno de las casas de estudio y las relaciones de éstas con el poder gubernamental.
En el repaso que hace de los casos más fuertes de inestabilidad --a finales de los sesenta y principios de setenta-- en las universidades estatales de Nuevo León, Puebla, Sinaloa, Oaxaca y Guerrero, Pallán Figueroa considera --en entrevista con La Jornada-- "arriesgado" y "peligroso" que se modifique la Ley Orgánica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), como lo han planteado algunos de sus miembros, por una de las raíces del actual conflicto en la máxima casa de estudios.
Dice: "Nadie asegura que la ley que promuevan los unviersitarios sea la que apruebe el Congreso de la Unión. Me parece arriesgado cambiar la ley, porque aunque hay un congreso pluripartidista, ya vimos la situación que privó en el proceso de aprobación del presupuesto, donde ningún grupo parlamentario cede previamente sus facultades sobre una iniciativa. De tal suerte que yo no cambiaría ese riesgo por el mejoramiento de una ley orgánica, si es que existe una mejor que la actual".
Aun cuando establece que hay internos, institucionales, interistitucionales y externos que confluyen en el surgimiento de un conflicto de inestabilidad y gobernabilidad en una universidad, considera que en el caso de la UNAM no hay rasgos de ese tipo. Más bien --acota-- "estamos ante un problema en el cual no se han analizado las características sociales del grupo de jóvenes participantes en el movimiento"
Además de esos cuatro factores, Pallán Figueroa, establece que en toda confrontación política en una universidad participan distintas fuerzas. "En un extremo, explica, están las que representan la tradición y el conservadurismo; es la vieja elite formada en las tradiciones universitarias de la fase previa a su expansión, con una ideología academicista que segmenta el campo universitario entre un cuerpo profesional y la comunidad de estudiantes".
Otras fuerzas --prosigue-- representan la modernización universitaria. "Son las nuevas elites académicas, con formación en universidades extranjeras y, muchas de las veces, impulsan un proyecto educativo en estrecha relación con los procesos de modernización económica de nuestras sociedades. Son los nuevos doctores que actualmente fomentan la investigación, el desarrollo tecnológico y la transformación de las universidades bajo parámetros internacionales en un mundo globalizado y fuertemente competitivo".
Aborda la "gama" de corrientes de izquierda que, en su opinión, actualmente tienen menos presencia que en las dos últimas décadas. "En ésta están representados desde los nacionalismos de corte populista que permearon en América Latina a partir de los años cuarenta, hasta las corrientes dogmáticas que pugnaron por una universidad impulsora del cambio social o que postularon la posibilidad de comenzar la revolución en la universidad para proyectarla el resto de la sociedad.
"Como parte de esta corriente surgieron proyectos universitarios con distintas denominaciones: universidad pueblo o universidad crítica, democrática y popular que en el caso de nuestro país se expresaron claramente en las universidades de Sinaloa, Puebla y Guerrero. Los proyectos hegemonizantes por estas corrientes se caracterizaron por su confrontación con el Estado y con los grupos de poder local".
A manera de ejemplo, Pallán Figueroa presenta en su libro los casos de las universidades de Nuevo León, Puebla, Sinaloa, Oaxaca y Guerrero, en las cuales se conjugaron factores internos y externos para colocarlas en un estado de ingobernabilidad y caldo de cultivo de todo tipo de intereses:
Nuevo León: Luego de un movimiento de huelga, a finales de los sesenta se le concede la autonomía a la Universidad de Nuevo León. Sin embargo, a principios de 1971, el gobierno del estado redujo sustancialmente el presupuesto a la institución. Posteriormente, la Legislatura local aprobó una ley orgánica enviada por el gobernador que resultaba lesiva para la autonomía universitaria, al establecer una figura de gobierno cuya composición era mayoritariamente de representantes externos a la universidad. El gobernador impone a un militar de rector, que es desconocido por la comunidad universitaria. Para ayudar a resolver el conflicto, el Consejo Universitario solicita la presencia de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) y nombra al secretario ejecutivo de ésta, Alfonso Rangel Guerra, rector interino por un periodo. Con la intervención del gobierno federal, el Congreso estatal aprueba otra ley orgánica, que copia fundamentalmente de la UNAM, provocando la renuncia del gobernador.
Puebla: En los setenta se impulsa una reforma universitaria calificada de democrática. Un movimiento estudiantil toma el edificio carolino. Se exige una concepción de la universidades que sirva al pueblo (con el argumento) que es el que con sus impuestos la sostiene. Después de algunos incidentes, el gobernador Rafael Moreno Valle renuncia a su cargo y el Congreso estatal designa a Gonzalo Bautista OƀFarril, ligado a grupos locales de poder. Dos profesores universitarios son asesinados. Se crea el Frente Obrero Campesino Estudiantil Popular, en el que participan varios grupos de trabajadores. El primero de mayo de 1973, la fuerza pública ataca el edificio carolino con resultado de cinco muertos. Bautista OƀFarril renuncia a su cargo. Se promulga la Ley de Educación Media Superior y Superior del Estado de Puebla que fortalece la participación empresarial en estos niveles educativos y favorece la creación de varias instituciones de educación privada.
Sinaloa: A principios de la década de los setenta la universidad expulsó al rector Gonzalo Armenta, impuesto por los grupos locales de poder generándose posteriormente el movimiento conocido como el de los "enfermos", de tendencia ultraizquierdista, en un contexto de inestabilidad institucional. El gobernador electo presenta al gobierno local un proyecto de Ley de Educación que desató un movimiento de oposición entre la comunidad universitaria que la consideró un atentado a su autonomía, así como a su integridad territorial y financiera. Entre otras cosas, la iniciativa modificaba artículos para crear un sistema estatal de preparatorias y quitárselas a la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), así como impulsar universidades privadas. Se desató el conflicto en el estado: el gobernador retuvo el subsidio y los universitarios sinaloenses marcharon a la capital del país, nacionalizando así el conflicto. Estalla una huelga político-laboral y se recurre al secretario de Gobernación para que intervenga en el conflicto. La presión del movimiento lleva a que la ANUIES y la SEP intervinieran como mediadoras entre ambas partes, poniéndose fin al conflicto luego de un año de iniciado. Se reconoció a la UAS el derecho de impartir educación media superior y el gobierno estatal se comprometió a entregar e incrementar el subsidio.
Oaxaca.- En 1977, a raíz de las elecciones como rectores de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca, Horacio Tenorio Sandoval y Felipe Martínez Soriano se desarrolló un conflicto interno por la rectoría. Esto provocó enfrentamientos entre grupos de estudiantes, profesores y trabajadores universitarios, la Policía Judicial y el Ejército, provocando expulsiones de profesores y estudiantes de la universidad, encarcelamientos y muerte de estudiantes, enfrentamientos en las calles de la ciudad, persecuciones y suspensión periódica y renuncia de funcionarios universitarios, así como la suspensión partidas presupuestales. Tras la infructuosa intervención de la Secretaría de Gobernación, y de una situación tensa al interior de la universidad y con el gobierno estatal, el Ejército tomó las instalaciones universitarias.