Ť Sin amenazas, pasamos al siglo XXI: Clinton
En calma, celebraron en EU el arribo del tercer milenio
Ť En Nevada, el primer acto de desobediencia civil del 2000
Jim Cason, corresponsal, Port Royal, Carolina del Sur, 1o. de enero Ť Aquí, en el primer sitio donde se estableció un poblado de los españoles, o sea el primer sitio cristiano de lo que sería Estados Unidos, se marcó la entrada al tercer milenio cristiano como en gran parte de este país, con calma y celebración, y el fin de la tensión que se había intensificado durante los últimos días antes los temores de una falla crítica mayor de los sistemas de cómputo y un ataque terrorista.
En Washington, Bill Clinton afirmó en su mensaje de año nuevo que el país es un modelo para superar las divisiones entre las naciones, y declaró que "estamos bien posicionados para ser esa luz guía (para el mundo)" pues Estados Unidos pasó al siglo XXI, "sin una crisis interna y sin una amplia amenaza exterior".
Dos hombres fueron arrestados en California con dos rifles AK-47, y un automóvil fue detenido en la frontera estadunidense con Canadá después que perros detectaron explosivos erróneamente. Pero más allá de estos incidentes menores y pese a advertencias y la movilización de defensa civil más extensa desde la Segunda Guerra Mundial, el año 2000 llegó sin ningún desastre tecnológico o de seguridad pública.
Los cuerpos policiales de todo el país cancelaron sus vacaciones, unidades de la Guardia Nacional se movilizaron en California y Kentucky, y las fuerzas armadas fueron puestas bajo un estado de alerta como parte de precauciones complicadas para enfrentar cualquier catástrofe tecnológica o humana. Además, por todo el país oficiales federales, estatales y locales pidieron que unos dos millones de los empleados públicos se mantuvieran en sus oficinas durante la transición, y se calcula que cinco millones de empleados del sector privado pasaron la noche en sus lugares de trabajo para vigilar la entrada del 2000.
Incidentes que en cualquier otra coyuntura no serían ni registrados en los medios fueron magnificados por las ansias milenarias. Días antes del 2000, dos hombres fueron arrestados en Oregon después que las autoridades detectaron su plan para destruir una delegación de la policía en su pueblo.
Pero resultó que el motivo no fue un acto de protesta ni una chispa para iniciar la revolución, sino sólo un acto de ira contra una de las intrusiones más irritante del gobierno en la vida personal de los ciudadanos: las multas por estacionarse mal.
En tal vez el único otro evento "terrorista" reportado hasta ahora fue el arresto de dos hombres en Santa Rosa, California, donde Los Angeles Times informó que los acusados portaban rifles AK-47, una pistola y municiones cerca de un sitio donde estaba programada una celebración pública del año nuevo. "No está pasando nada", afirmó el vocero del FBI, Steven Berry, en Washington.
Los temores de que los "errores" de computación que podrían afectar las ojivas nucleares o destruir sistemas clave de seguridad nacional se desvanecieron hoy, con sólo un satélite de espionaje de Estados Unidos y algunas fallas inconsecuentes en los servicios de control de aeronaves reportados hoy. El Pentágono había establecido un sitio de monitoreo conjunto para militares estadunidenses y rusos en la Base Paternos, en Colorado, para asegurar que no comenzara un intercambio accidental de ataques nucleares, donde la noche transcurrió con tranquilidad.
Aunque millones de personas celebraron en las calles en actos públicos de Nueva York, Washington, Miami, Chicago, Dallas, Los Angeles y San Francisco, decenas de millones decidieron quedarse en casa o pasarla en las iglesias esperando la llegada del año nuevo. El milenio empezó primero en el mundo para la bandera estadunidense, cuando el Pentágono colocó un submarino nuclear sobre la frontera del tiempo, enmedio del océano Pacífico.
Pero tal vez el mejor acto estadunidense para celebrar el año nuevo fue el realizado por activistas de paz enmedio del desierto en Nevada, quienes hicieron una procesión de protesta con velas al dar la medianoche.
Marcharon a un sitio de pruebas de explosiones nucleares donde el gobierno ha detonado más de 900 bombas, y con ello realizaron el primer acto de desobediencia civil del nuevo milenio.