Ť Hoy repicarán las campanas en el país y los barcos harán oír sus sirenas


Panamá festeja la recuperación de su soberanía

Stella Calloni, enviada, y Fernando Martínez, corresponsal, Panamá, 30 de diciembre Ť Este viernes, a mediodía, las campanas de todas las iglesia del país repicarán, las sirenas de los barcos que crucen el canal y de todos los que estén en el mar alrededor de las ciudades de Panamá y Colón sonarán, al igual que las bocinas de los automóviles. Será el día esperado por décadas, el de la recuperación de la soberanía sobre la totalidad del territorio panameño.

Como La Jornada adelantó durante la víspera, la bandera de Estados Unidos fue arriada en soledad esta tarde, con la presencia de la presidenta Mireya Moscoso, y la noche de este jueves, como un símbolo, el ex presidente Guillermo Endara, quien jurara su cargo en una base militar estadunidense, declinó su designación como juez de la Corte Suprema de Justicia ante la resistencia de la legislatura.

Alumnos y egresados del Instituto Nacional, el tradicional nido de águilas de donde salieron cientos de jóvenes en 1964 para exigir que la bandera panameña ondeara junto con la estadunidense, lo que fue finalmente aceptado tras violentos enfrentamientos en los que murieron varios estudiantes, comenzaron esta tarde sus festejos.

Mientras el gobierno prepara sus actos protocolares, que comenzaron hoy al mediodía con recepciones a las delegaciones oficiales que participaran mañana en los actos de la presidencia, el opositor Partido Revolucionario Democrático se prepara para una movilización en la mañana, para luego confluir con los actos oficiales ante el edificio de la Administración del Canal, cuando será izada la bandera panameña.

Esta noche en la sede de la fundación Omar Torrijos, ubicada en la ex Zona del Canal, se realizará una vigilia "cultural-patriótica" que culminará con dianas y fuegos artificiales al entrar el nuevo día.

Al amanecer del viernes habrá una ceremonia donde la oradora principal será Marcelina de Arosemena, madre de Ascanio Arosemena, el primer mártir de la rebelión anticolonial de 1964.

Por su parte, sectores y organizaciones de izquierda agrupados en el Movimiento Nacional de Defensa de la Soberanía preparan su propia marcha, que partirá del Instituto Nacional. Así, los actos de celebración de la independencia definitiva marcan la diversidad política del momento.

Para varios de los negociadores del tratado firmado en 1977 por Omar Torrijos y el ex presidente estadunidense Jimmy Carter, cuya figura es recordada con mucho respeto aquí pues su decisión derivó en incomprensiones e injurias en su propio país y en el ostracismo político, existen demasiados mitos que hay que eliminar, como el de la seguridad del Canal de Panamá.

Ahora los grandes edificios de las bases militares extranjeras están vacíos y ya no se ve a los militares estadunidenses que exigen documentos a los panameños, o impiden su paso por el territorio ocupado.

Aunque, como dice el abogado y dirigente popular Virgilio Periñán, existe una "presencia imperceptible y, como durante la invasión de 1989, sentimos que nos observan con rayos infrarrojos y somos objetivos de su inmensa tecnología".

Periñán sostiene que las esperanzas son fundadas y los temores lógicos porque el gobierno de Estados Unidos ha preparado formas de control mucho más selectivas y apenas perceptibles.

Todos estos sentimientos están aquí, "pero el más fuerte es aquel de recibir lo nuestro con mucha alegría, aunque tengamos temores a la libertad amenazada", añade.

Y el rumor de la fiesta que está en las calles así lo dice. Suenan tambores y los cantores panameños de décimas reviven la historia de manera poética, mientras Rubén Blades se prepara para cantar mañana ante miles de panameños Patria, canción que se ha convertido en un símbolo de la soberanía rescatada en este fin de siglo.