La Jornada viernes 31 de diciembre de 1999

Luis Javier Garrido
El límite

El régimen mexicano ha tenido en los últimos años una mutación cuya característica principal es que todo se decide cada vez más a espaldas y contra la sociedad, y para constatarlo basta hacerse dos preguntas.

1. ƑPor qué el gobierno "de Ernesto Zedillo" ha preferido librar una guerra sorda de seis años contra los pueblos indios antes que cumplir los acuerdos suscritos con el EZLN sobre derechos y cultura indígenas, los que además de todo son acordes en sus términos a las normas recomendadas por instancias internacionales?

2. Y, en ese mismo sentido, Ƒqué explica que ante el pliego de seis puntos del CGH de la UNAM, que contiene demandas legítimas para que se respete el marco constitucional en materia de educación superior, las que podrían haber sido atendidas en unas cuantas horas, el gobierno haya preferido mantener cerrada la universidad?

3. El problema del Poder Legislativo mexicano, que tanto se ha discutido en los últimos días, no está por ejemplo en el hecho de que el Ejecutivo tenga la capacidad de sobornar a uno o a varios diputados de "la oposición" para que voten con el PRI, sino en que tras la supuesta "transición a la democracia", las Cámaras federales no se han erigido en un verdadero Poder --autónomo y representativo--, y siguen siendo instancias del "sistema" autoritario: no son la representación de la sociedad sino de los partidos, y no expresan el sentir popular sino las componendas de las cúpulas partidistas. El retroceso es en todos los órdenes y en el pleno de las Cámaras no hay ya debate alguno sino una simple convalidación de lo negociado en privado.

4. Lo acontecido en San Lázaro en este fin de año constituye una lección para el país de lo que es el sistema político actual, y aunque el PAN y el PRD pretenden que no transaron, en los hechos votaron el presupuesto para 2000 del gobierno, olvidándose de sus tesis programáticas y de sus plataformas electorales. Entre el proyecto de presupuesto de Los Pinos y el del supuesto Bloque Opositor (PAN-PRD), a excepción de dos o tres rubros, entre los cuales destacaba el caso del rescate bancario, no aparecieron diferencias sustanciales. No las había por ejemplo en lo relativo a la educación superior o al gasto militar, con lo que se confirma la acusación de que a cambio de beneficios particulares negociados en privado, ambos partidos votaron por la guerra en Chiapas y por la privatización de la UNAM.

5. El problema del Congreso de la Unión no es nada más, por lo tanto, que un diputado feloncillo como el panista Francisco José Paoli, con el pretexto de que iba "a hacer pipí" se haya ausentado del recinto a fin de permitir que ganase la iniciativa oficial, pues todo estaba previamente negociado en Hacienda y en Gobernación, a espaldas de "los legisladores" y desde luego del país, amén de que este diputado no fue el único en actuar de esta manera pues, según lo señala La Jornada del 30 de diciembre, también cuatro legisladores perredistas, amén de otro panista que se había ido a esquiar a Lake Tahoe, estuvieron ausentes de la votación. Paoli Bolio, el antiguo ayudante de Diego que se logró hacer amigo de Zedillo, no se vendió por otra parte en este diciembre sino que como otros legisladores "de oposición" está vendido desde hace tiempo: es ya funcional al "sistema", a un "sistema" en el que las diferencias entre el Partido de Estado y las dos fuerzas de oposición son cada vez menores, como se ve en el caso de la UNAM.

6. Los partidos políticos no son la representación "institucional" de la sociedad ni tampoco constituyen una instancia oficial de mediación de los conflictos, como parecen pretender los confundidos teóricos del PRD, sino que son algo más elemental: un simple mecanismo para coadyuvar a la integración de la representación política. La perturbación de muchos perredistas del Distrito Federal, que al no poder controlar al movimiento estudiantil, y no lograr ser como pretendían "los negociadores" de la huelga en la UNAM, ven conjuras por doquier y siguen pretendiendo que la inconformidad estudiantil sólo busca "dañar al PRD"; parecen ignorar que la partidocracia que se pretende instaurar en contra de la sociedad sólo llevaría a otra forma de autoritarismo.

7. Los partidos políticos distan mucho de ser una expresión democrática y de tener un consenso social, y mucho menos de manera permanente. Si la dirigencia perredista en el Distrito Federal ha decidido luchar a fondo junto con los sectores más derechistas del gobierno contra el movimiento estudiantil, pretendiendo aislarlo y aniquilarlo, lo que muy difícilmente va a conseguir, tiene que asumir los costos políticos de esa decisión equivocada que hace en contra de cualquier principio y de toda ética. La factura de esta escalada irracional que tiende a sabotear el diálogo de Minería, no la pagaría el PRI sino que la seguiría pagando el PRD, como fue el caso en la represión del 11 de diciembre y la consignación de estudiantes inocentes, y sería también lo mismo con la entrega a la Rectoría que anuncian los estudiantes perredistas del CCH Naucalpan.

8. ƑNo es acaso patético en este contexto que el gobierno capitalino, en vez de proceder contra el hampa organizada o contra Oscar Espinosa Villarreal y su corrupta administración, haya desplegado toda su capacidad policiaca con tal de detener por enésima vez a El Rocco, un modesto vendedor de libros de la Facultad de Filosofía, acusándolo "de fumar mariguana" y de alterar el mural de Siqueiros, todo ello con esa misma pretensión de desprestigiar por lo que éste es al movimiento estudiantil?

9. La "estrategia" oficial para combatir a la resistencia de los pueblos indios de Chiapas o para enfrentar a la huelga en la UNAM es muy similar porque está decidida por las mismas gentes desde Bucareli. Son estos funcionarios priístas, que actúan como perros guardianes del neoliberalismo, los que defienden el principio de que el gobierno sólo debe "negociar" con fuerzas institucionales como los partidos, y que éstos son representativos de todos. Y es a esa lógica a la que la sociedad tiene que aprender a oponerse, marcándole un límite.

10. Esa es una de las aportaciones capitales del EZLN, que se alzó hace seis años, y que al seguir resistiendo marca este fin de siglo y de milenio, al que todavía le queda un año: y muchas sorpresas para el gobierno y los partidos.