Ť Para evitarlo, se requieren cambios profundos


En el 2010 podríamos ser un país de viejos y pobres, advierte Tuirán

Rodolfo Tuirán, investigador y funcionario del Consejo Nacional de Población (Conapo), sostiene que el envejecimiento demográfico que se registrará en el país las próximas décadas, y los cambios asociados en las pautas de morbilidad y mortalidad de la población, impondrán una cuantiosa reasignación de recursos y demandarán profundos cambios en la cultura, la economía y la sociedad mexicanas, así como fuertes presiones sobre la infraestructura de salud y seguridad social.

En el estudio La población de México: situación actual y desafíos futuros, Tuirán señala que en el año 2020 será necesario multiplicar hasta seis veces la actual capacidad instalada en el sistema de educación superior y media superior.

Destaca que en los próximos años una demanda más intensa de educación se trasladará a los niveles medio superior y superior, y será necesario ampliar la cobertura y mejorar la calidad de la educación.

En su investigación, apunta que el país tendrá que hacer un esfuerzo considerable para pasar de un nivel educativo de 7.7 años de escolaridad en promedio y llegar al menos a los 12 años, si se quiere estar en condiciones de competir con el resto del mundo.

Asimismo, destaca que el arribo de generaciones todavía numerosas a la edad de contraer matrimonio y formar un hogar independiente propiciará que la demanda de viviendas aumente a razón de 880 mil por año durante las siguientes dos décadas, en contraste con la oferta formal que hoy asciende a cerca de 250 mil por año.

Esta demanda habitacional, precisa Tuirán, implica construir para el año 2020 el equivalente a más de 80 por ciento de las casas-habitación disponibles actualmente. Esto es, ''si hoy se tienen 22.8 millones de viviendas particulares en el país, en el año 2010 la cifra pasará a 32.3 millones, y en el 2020 a 41.4 millones de casas. Las cinco entidades con mayor población ųestado de México, Distrito Federal, Jalisco, Puebla y Veracruzų, concentrarán más de 40 por ciento de las necesidades en este rubro, explica.

En materia de empleo, los dos siguientes lustros verán ingresar al mercado de trabajo a más de un millón 200 mil mexicanos en promedio por año, lo que hace prever que la población económicamente activa en el 2010 ascenderá a cerca de 56 millones y el número de empleos adicionales que la economía deberá generar para satisfacer la demanda entre el 2010 y el 2030, se encuentra en el rango de entre 14 y 17 millones.

Ante ello, el funcionario advierte que si no se aseguran las condiciones sociales, económicas e institucionales apropiadas para aprovechar la ventana demográfica, la oportunidad terminará por desperdiciarse y se correrá el riesgo, además, de transformarla paradójicamente ''en una verdadera pesadilla social, toda vez que el empleo informal de baja productividad y el desempleo podrían alcanzar límites sociales intolerables. Nuestras carencias y desigualdades tenderán a reproducirse e intensificarse, aunque esta vez en una escala mayor, y lo que es peor, estaremos condenados a convertirnos en un país de viejos y pobres''.

Tuirán subraya que durante el presente siglo la población de México tuvo un crecimiento de más de 700 por ciento, al pasar de 14 millones de habitantes en 1900 a 98 millones en 1999, y se prevé que para el tercer trimestre del año 2000 se llegará a los 100 millones. Esta situación hará que en los próximos lustros las pirámides de la población nacional y de cada una de las entidades federativas, seguirán transformándose con un estrechamiento de su base y una ampliación de su cúspide, lo cual tendrá ''profundas consecuencias en la formación de un amplio espectro de demandas y necesidades sociales''.