Ť El modelo económico incide en el desempleo, dicen
Niegan rectores estatales que la UNAM afecte a sus egresados
Ť Aseguran que sus alumnos son absorbidos por el mercado laboral
María Esther Ibarra /II y última Ť Pese al crecimiento de las universidades públicas en los últimos años y a la "animadversión" de los empleadores hacia sus egresados, rectores de casas de estudios estatales afirman que sus profesionistas son absorbidos por el mercado laboral y desestiman que el conflicto de la Universidad Nacional Autónoma de México haya incidido para no contratar a sus estudiantes.
"La universidad pública está más allá del conflicto de la UNAM, y esto no nos ha vulnerado, como tampoco la presencia de las universidades particulares", sintetiza el rector de la Universidad Autónoma de Yucatán, Raúl Humberto Godoy Montañez.
Si bien su homólogo de Durango, José Hernández Meraz, admite que las universidades estatales "estamos pagando el costo" de la huelga de la máxima casa de estudios, enfatiza que en la entidad el mercado laboral es prácticamente de los egresados de la institución duranguense.
Estudios de egresados en diversas instituciones públicas también señalan varias causas del desempleo profesional de los universitarios, entre ellas, el modelo económico del país, la carencia de difusión de carreras y de planeación de la oferta educativa y falta de experiencia, más que una discriminación hacia sus egresados.
Incluso, en algunas instituciones, como la de Aguascalientes (UAA) y la Autónoma Metropolitana (UAM), reportan que el mayor porcentaje de sus egresados han laborado o laboran en empresas privadas.
En la de Aguascalientes, 60.71 por ciento de los 2 mil 195 encuestados indicó trabajar en el sector privado; 32.14 en el público y 7.14 en paraestatales. Incluso, en el estudio llevado a cabo por las investigadoras Sofía Barranco Ransom y María del Carmen Santacruz se menciona que entre las dificultades para encontrar empleo, la preferencia por egresados de otras instituciones se ubicó en 1.08 por ciento, mientras que la falta de experiencia fue la causa principal, con 38.39 por ciento.
También, entre las pioneras en investigar el destino y desempeño de sus egresados, la UAM constata en un estudio que 90 por ciento de sus profesionistas tiene actualmente trabajo, y sólo 10 por ciento está desempleado. Respecto al tipo de empresa o institución donde laboran, se precisa que más de la mitad (58.4 por ciento) trabaja actualmente en organismos privados, en tanto que el 41.6 por ciento restante está en instituciones públicas.
Aunque se registra que entre 1994 y 1997 hubo una ligera disminución en el porcentaje de empleos en el sector privado, pues en ese periodo pasó de 62.3 a 58.4 por ciento. Coordinado por la investigadora Giovanna Valenti Nigrini, el estudio de egresados de la UAM señala que la tasa de desempleo abierto es de 2.9 por ciento, mientras que 2.1 por ciento se encuentra estudiando y casi 5 por ciento no labora por algunas razones personales.
De acuerdo con las investigaciones de ambas instituciones educativas, los datos refutan que los profesionistas de las universidades públicas son contratados en empleos de menor rango. En el de la UAA se precisa que 49 por ciento se desempeñó en su último empleo como funcionario de segundo nivel, frente a 16.6 por ciento que tuvo un trabajo de funcionario de tercer nivel. En el caso de la UAM, 51 por ciento de sus egresados se ubica en puestos de mando, y en los de más bajo rango sólo 3.1 por ciento.
En el caso de la Universidad Autónoma de Chihuahua (UACh), en un estudio sobre egresados realizado por Isabel Guzmán Ibarra, se destaca que la capacitación que recibieron sus profesionales al ingresar a un empleo no responde a deficiencias en la formación académica, sino a aspectos específicos relacionados con el trabajo a desempeñar.
Entre las exigencias laborales, la investigadora Guzmán menciona que los empleadores hacen alusión al desenvolvimiento, personalidad, aspiraciones y el que la carrera sea afín al puesto que se pretende. En contraste, los criterios menos utilizados son los referidos al origen social, estado civil, recomendaciones de personas conocidas y sexo.
Respecto a la amplia demanda y preferencia en el mercado laboral por egresados de otras instituciones educativas, concretamente de los institutos tecnológicos, menciona que "obedece más a las tendencias y adopción del modelo económico actual, en el cual sus carreras representan un insumo importante para las empresas".
Así, señala que aun cuando un considerable porcentaje de egresados de la UACh ejerce la profesión que estudió, en la entidad hay una demanda mayor del llamado empleo operativo o técnico pues, en contraste, estima que la de empleo profesional apenas es de 10 por ciento. A esto atribuye la desocupación o subempleo de los egresados, como también al hecho de que los que salen de licenciatura cursan estudios de posgrado y no encuentran trabajo relacionado con la profesión.
Sobre este punto, aun cuando rectores estatales enfatizan que en su mayoría son contratados sus egresados, reconocen que en ciertas áreas no encuentran empleo, pero debido al exceso de profesionales en carreras tradicionales, como derecho, medicina y contaduría, que a nivel nacional son de las de población más amplia.
Los de ingeniería son contratados antes de terminar la carrera
En contrapartida, el de la Universidad Autónoma de Colima, Carlos Salazar, asegura que tiene una sobredemanda de egresados en el área de la ingeniería, al grado que ųdiceų "están contratados antes de concluir sus estudios". Cita también el caso de los profesionistas del área de salud, los cuales, en promedio 95 por ciento, encuentran empleo en los primeros meses de haber salido de la institución; en contraste con los de las ciencias sociales, cuyo retardo en emplearse es de más de un año.
Por su parte, Raúl Humberto Godoy Montañez, rector de la Universidad Autónoma de Yucatán, destaca que aun cuando en la entidad hay cuatro universidades particulares ųMayab, Marista, Modelo y Mesoamericana de San Agustínų no han desplazado a los estudiantes de la institución a su cargo. Más aún, dice, "la demanda creció en 18 por ciento, pues 12 por ciento de nuestros alumnos son de otros estados".
El de la Universidad Autónoma del Estado de México, Uriel Galicia, también refuta que sus egresados enfrenten desempleo, aparte de que ųcomentaų "de nuestra institución han salido la mayoría de los funcionarios de gobierno, desde presidentes municipales, diputados y buena parte de los servidores públicos".
En el sector magisterial, un estudio de los egresados de la carrera de Sociología de la Educación, de la Universidad Pedagógica Nacional, sus autoras, Marcela Arce Tena y Marisela Castañón, establecen que aun cuando 90 por ciento de los alumnos de esa especialidad estaba empleado y 68 por ciento de ese porcentaje lo hacía en el sector público, consideran que hay una inadecuada inserción laboral, dado que un gran número de pasantes de esa carrera se encuentra ubicado en puestos que no corresponden con su nivel profesional.
Para ambas investigadoras, la inadecuada inserción laboral se debe, entre otras causas, a que el Sistema Educativo Nacional "desconoce el campo de trabajo y las funciones que realizan los sociólogos de la educación y, por tanto, no los han absorbido ni ubicado profesionalmente en el área para la que fueron preparados".