Ť Entregó sus poderes como presidente al juez


Que me llamen ladrón, pero que el Atlético no muera: Gil y Gil

Agencias, Madrid, 23 de diciembre Ť Jesús Gil y Gil entregó este jueves sus poderes como presidente del Atlético de Madrid al juez anticorrupción Manuel García Castellón, con lo que el inspector de finanzas del estadio, Luis Manuel Rubí Blanc, se convirtió en forma oficial en el principal directivo del equipo.

El aún presidente del club adelantó, a la salida del juzgado, que apelará la decisión "de quitarme el Atlético; iré hasta el final", e insistió en el peligro de que el equipo desaparezca tras su marcha: "que me llamen ladrón, narcotraficante, de todo, pero que el Atlético no muera". Aseguró que sus detractores le apuntaron "directamente en el centro del corazón, porque para mí el Atlético es mi símbolo, mi vida, y no es un negocio".

La intervención del equipo, uno de los grandes del futbol español, acaparó titulares hoy y recibió incluso más espacio en la prensa que otro atentado dinamitero atribuido a separatistas vascos.

Fiscales investigadores sostienen que Gil y Gil obtuvo el equivalente a 54 millones de dólares, mediante maniobras contables y prácticas dudosas, desde que pasó a ser el accionista mayoritario del club, en 1992. Entre los fraudes y estafas que se le imputan figura precisamente la operación en la que Gil y Gil y algunos socios obtuvieron 95 por ciento de las acciones. El juez Castellón sostiene que Gil y Gil y el vicepresidente del club, Enrique Cerezo, arreglaron los libros contables para adquirir acciones con valor de 12 millones de dólares.

El abogado de Gil, Horacio Leiva, dijo que impugnará el proceso porque se hizo con base en "un decreto de tiempos de Franco", que data de 1969 y que fue pensado teniendo en cuenta las circunstancias del país en ese momento. Añadió que se tiene otro ordenamiento jurídico ahora y que esa ley es "de dudosa aplicación".