Ť Como campeón iría a Los Pinos, pero también a la selva Lacandona, dice
Mi máxima virtud es no pensar sólo en futbol: El Vasco Aguirre
Ť Quien tenga la decisión para solucionar el conflicto en Chiapas, debe tomarla ya, pide el técnico
Marlene Santos A. Ť Zapatista y sindicalista, con la carrera de licenciado en administración de empresas, el estratega del Pachuca, flamante campeón del futbol mexicano, Javier Aguirre Onainda, subraya en entrevista que su máxima virtud es "no pensar sólo en futbol. Me vale madre ser campeón o no; šsoy libre!..."
Respecto al conflicto zapatista, Aguirre, quien participó en un partido con zapatistas previo a la consulta nacional del EZLN y cuyo nombre, como interlocutor, figuró en una de las mesas de negociaciones sobre los acuerdos de San Andrés, señaló: "algo anda mal, debe haber voluntad. Ya vamos para seis años, Ƒno te parece demasiado?" Confiesa que no se pierde los manifiestos del subcomandante Marcos y a la pregunta de si ahora como campeón le gustaría ir a Los Pinos o prefiere tener un encuentro en algún lugar de la selva chiapaneca, responde:
"...Si tengo que ir a Los Pinos a un evento protocolario, bueno, tampoco vivo en la época de las cavernas, ni soy mal educado; iré con mucho gusto... pero por supuesto que también quiero ir a Chiapas".
--ƑCómo te animaste a participar en ese partido de futbol con miembros del EZLN, cuando en el medio deportivo casi todos se declaran apolíticos?
--Eso que hice el 15 de marzo, es algo que creo y siento. Desde hace muchos años, desde que ingresé al futbol, tenía una idea de justicia social, de democracia y equidad. No creo ser un revolucionario, pero sí un tipo comprometido con mis pensamientos. Trato de ser congruente entre lo que digo y hago, no sé si lo logro.
"Unos amigos me invitaron, me dijeron que habría un foro, una consulta nacional para ver cómo veía la población el movimiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional; entonces había que darle difusión y yo acepté colaborar desde mis posibilidades, desde el futbol. Además de que, por alguna razón, la parte zapatista me eligió como interlocutor de una de las mesas de negociaciones de los acuerdos de San Andrés. No he podido ir a Chiapas físicamente, pero me siento cerca de ellos y me hicieron llegar los acuerdos firmados, estoy enterado del tema. Después me fui a España (como parte de su preparación como director técnico), pero luego me recuperaron en Pachuca.
--ƑParticipas con entusiasmo en cosas de política?
--Más que eso. Algo en mí me dice que es correcto, que hay que apoyar y no aislarse de algo tan importante. Si vemos el dinero que se maneja en el futbol, bien podría pensar que no tengo necesidad de andar ahí. Pero no puedo evitarlo, donde esté, he de levantar el dedo para cuestionar 'Ƒpor qué sí hay para usted y no para nosotros?' šSeguro!, de eso no tengas duda, así soy.
--ƑQué impacto tuvo en ti aquel primero de enero de 1994?
--Me da la impresión de que es una causa justa, noble, a favor de etnias marginadas, olvidadas y quizá hasta entonces ignoradas. Ningún mexicano debe estar tranquilo mientras no tengamos todos el verdadero bienestar.
--ƑTe sumas a la exigencia de que se cumplan los acuerdos?
--Yo creo que algo anda mal. Debe haber voluntad para que se solucione. Ya vamos para seis años. Este país, esté como esté, es muy nuestro, tenemos todos el mismo himno y la misma bandera, entonces todos podemos hacer conciencia y ver que hay diferencias enormes de ingresos, hay injusticias brutales, una pobreza que ofende y lastima.
"Todo es consecuencia de tantos años de malas administraciones, corrupción, de malas decisiones. E insisto, todos podemos hacer más de lo que creemos... Yo participo con mucho gusto, no me estoy escondiendo, y para nadie es un secreto mi manera de pensar. Claro, esto me genera diferencias con algunas personas, pero no pasa nada, voy tranquilo por la calle".
--ƑLees los manifiestos del subcomandante Marcos?
--Leo todo. La Jornada la leo todos los días de arriba abajo, desde hace muchos años. Marcos me agrada, es congruente, y, te digo, ahí es cosa de voluntad; quien tenga la decisión en su mano, debe tomarla ya. Tampoco creo que se solucione todo en 15 minutos como por ahí dijo (Vicente) Fox. Los acuerdos no se respetaron, pero retomar el diálogo podría ser un nuevo punto de partida hacia la paz.
"šY no soy iluso! Sé que es difícil, que debe haber muchas cosas que desconozco... La vida no es Disneylandia, pero simplemente con no chingar al de al lado, ya con eso hiciste algo".
--Normalmente el campeón es invitado a Los Pinos, Ƒte gustaría ir, o preferirías tener un encuentro con alguien en algún lugar de la selva chiapaneca?
--Es difícil contestarte eso. Estuve en Los Pinos cuando fui abanderado en el Mundial del 86, después cuando volvimos de Copa América; es decir, si tengo que ir a un evento protocolario, representando a una institución como Pachuca, bueno, tampoco vivo en la época de las cavernas ni soy mal educado; iré con mucho gusto. No conozco al Presidente, pero sé que le gusta el futbol y que es mi autoridad máxima. Pero por supuesto que también quiero ir a Chiapas; llevaría a mis hijos y a mi mujer.
El futbolista, sin conciencia de clase
Al recordar su época de jugador, y su lucha por fundar la Asociación de Futbolistas Profesionales (AFP), actualmente casi extinta, señala: "Nunca padecí problemas porque tuve capacidad para decirle lo que sentía a mi entrenador, a mi directivo, pero veía que otros compañeros no. Y de repente eran sometidos, amenazados. Entonces me di a la tarea, según yo, de intentar dignificar esta profesión. Si hubiera sido panadero o taxista, seguramente habría hecho lo mismo. Sin embargo me encontré en el medio futbolístico y empeñé seis, siete años de mi vida en eso.
"Fue a contracorriente, no es fácil. De verdad no fue fácil. Más de una vez recibí la amenaza de que me echarían del futbol, algunos me pidieron que no me metiera en lo que no me importaba. Nunca claudiqué, simple y llanamente dejé el cargo cuando por estatutos había que dejarlo.
"El 9 de mayo de 1991, junto con otros jugadores firmé el acta constitutiva de la Asociación de Futbolistas Profesionales y en ella determinamos, en uno de sus incisos, que el presidente podía fungir sólo dos años, sin derecho a relección. Recuerdo que un directivo ųno te voy a decir su nombreų me decía: 'No, Javier, tú para qué quieres hacer un sindicato o una asociación. ƑSabes para lo único que va a servir? Para que el primero de mayo marchen o vayan al Zócalo, y para que se enriquezcan los de la mesa directiva'. Le respondí: 'Yo tengo otra visión, sí creo en el sindicalismo. Perdóneme, yo creo que se puede'. En mayo del 93 cumplí mi periodo como presidente, pero hasta diciembre logramos hacer elecciones y quedó Manolo Negrete. Siempre le ofrecí mi experiencia, mi opinión, pero él, por decisión propia o qué se yo, nunca me consultó nada.
"En 1993 me retiré como jugador, me fui de ayudante de Miguel Mejía Barón y me involucré más en el campo de entrenador, pero me fui convencido de que el jugador no tiene conciencia de clase. A los de un equipo cualquiera les da lo mismo si en Toros Neza hay broncas con los pagos... Ahora los directivos ya no me ven como a un tipo incómodo, porque ciertamente no sufro vejaciones, malos sueldos o transferencias sin mi consentimiento, aunque todo eso me sigue indignando, por supuesto".
A sus apenas 41 años y tras la hazaña de haber conquistado un título en la primera división en su primer año como técnico, Aguirre minimiza el hecho.
--ƑCuál consideras tu mejor virtud?
--No pensar sólo en futbol. Me vale madre ser campeón o no serlo. šSoy libre!, te lo juro, no va mi vida de por medio en un título. Para mí lo principal son mis chavos, mi mujer, mi madre, mis hermanos. Me interesa que mis chavos sepan que hay que romperse la madre en esta vida, que hay que ayudar al prójimo y no hay que ser ojete. Quiero darles elementos para que sean gente de bien, útil. Que sean pintores, panaderos, actores, futbolistas, ingenieros o lo que quieran, pero con valores.
--ƑTe consideras humanista?
--No sé. Si habría que clasificarme puedo quedar ahí, porque eso vi en mi casa. Mis padres (provenientes de España, de la región vasca) llegaron a este país, acá nacimos y mi jefe me decía: no te voy a dejar ni un peso, porque no tengo; te voy a dar herramientas. Y me las dio. Soy mal hablado cuando quiero y puedo, lo reconozco, pero no soy mal educado. Tengo mi instrucción profesional, no uso el futbol para proyectarme ni piso a nadie para subir.
"Jamás he agachado la cabeza ante el poder. No, porque si la agachas una vez, la agachas siempre. He perdido, he sido necio y me he equivocado, pero agachar la cabeza en el sentido de ser dócil por conveniencia, para trepar o ante la amenaza, nunca.
--ƑLees mucho?
--Dejar de leer ha sido para mí el más duro costo al meterme de lleno al futbol, cosa que me da mucha tristeza. Compro libros y los guardo. Me decepciono, tengo que leer más. Leo periódico, pero antes leí novela hispanoamericana; de Vargas Llosa leí El hablador, muy buena. Aura, de Carlos Fuentes, es mágica. El laberinto de la soledad, de Paz, es extraordinario; Ibargüengoitia es simpatiquísimo... Fíjate, tengo tres chavos (Ander, Mikel e Iñaki) y entre las tareas de la escuela, el video (de partidos) y Silvia, que me dice 'vamos a cenar, vamos al cine', pues me llevó la fregada.
--Pero estás dando prioridad a lo principal: tu familia.
--Sí, me quieren mucho.