Ť Tendrán que resarcir el daño que hicieron a México: Reynoso Cervantes


La Iglesia perdona a Carlos y Raúl Salinas, pero "deben arrepentirse"

Ť Obligación de los bancos, condonar las deudas de sus clientes de escasos recursos, manifiesta

Ť El 2000, año para hacer las paces con quienes causaron algún daño a la sociedad, sugiere

La Jornada Morelos, Cuernavaca, Mor., 19 de diciembre Ť La Iglesia católica mexicana concedió el perdón a los hermanos Carlos y Raúl Salinas de Gortari; antes, éstos deberán arrepentirse, reconocer sus pecados y resarcir el daño hecho al pueblo de México, manifestó el obispo de Cuernavaca, Luis Reynoso Cervantes.

reynoso-luis-obispo-jpg Al término de 1999 y en víspera del año que la Iglesia católica denomina del Jubileo, la convocatoria de esta institución religosa se encamina a hacer las paces con quienes causaron algún daño a la sociedad y que ahora deberán arrepentirse de sus pecados y pagar "esas deudas".

Mencionó a los dueños de la banca privada que tienen en cartera vencida a miles de deudores, a quienes se ha triplicado los intereses a pagar.

Para conceder el perdón a los hermanos Carlos y Raúl Salinas, preso este último en el penal de Almoloya de Juárez, señaló que se fundamenta en las palabras de Cristo, que hacen referencia a la acción de pagar los adeudos reconocidos.

Por lo tanto, reiteró, el anterior jefe del Ejecutivo tiene que pagar su deuda por los pecados cometidos, además de resarcir el daño hecho al pueblo de México.

Agregó que al comenzar el nuevo siglo y el año de la gracia y la justicia, la Iglesia perdona a todas las personas que han lesionado con sus actitudes a la sociedad.

Aquí entran los ladrones, secuestradores, violadores y quienes hayan cometido otros delitos, porque el perdón de Dios es para todos, aseguró, con la condición de que se arrepientan de su pecado y salden el adeudo contraído con malicia o sin ella.

Indulta a cartonista que lo dibuja de manera constante

Reynoso Cervantes ejemplificó un caso, al mencionar a un caricaturista que constantemente lo dibuja en sus cartones: "Yo lo perdono porque no me causa ningún daño; él se hace el mal porque él es quien se engaña".

De esa manera, abundó el religioso, la sociedad deberá conceder el indulto a quien la ofende. Los bancos, por tanto, tendrán que perdonar a sus deudores de escasos recursos económicos.

"No es justo que por los abusos de los bancos y de las autoridades, el pueblo sea quien pague. Los bancos deberán perdonar a sus deudores o bien darles la gracia de liquidar como puedan", insistió.

El también asesor jurídico de la Comisión Episcopal Mexicana (CEM) aseguró que hay instituciones que han perdonado su deuda a personas con cartera vencida, acción que deberán seguir las demás.

El obispo puntualizó que el 2000 es el año para hacer las paces y terminar con esa guerra banal, en la que lo único que queda es buscar los canales para que la sociedad vuelva a unirse de manera armónica y sin más ofensas.


Ť Necesario, transformar la sociedad, asevera


El cardenal Rivera convoca a combatir muerte y pobreza

José Antonio Román Ť En su mensaje de Navidad, el cardenal Norberto Rivera Carrera señaló que aun cuando estos días son de fiesta y de reflexión, la Iglesia católica no puede olvidar que su lucha frontal es contra todo aquello que siembra muerte y pobreza.

rivera-norberto-misa-jpg Agregó que en medio de la confusión, la desconfianza, el derrotismo y el recelo que provoca la sociedad actual, los hombres deben darse a la tarea de transformar aquélla e impregnarla con los valores cristianos de la justicia, la fraternidad, el respeto y el amor al prójimo.

En su mensaje, distribuido ayer después de la acostumbrada misa dominical, y que también aparece en los semanarios católicos Desde la Fe y Nuevo Criterio, el arzobispo primado de México insistió en que pese a todo lo adversos que pudieran parecer los problemas en nuestra sociedad, la pobreza, la desesperanza y el escepticismo de millones de mexicanos pueden vencerse, pero primero se debe tener una esperanza fincada en Dios.

Rivera Carrera centró su mensaje en la virtud cristiana de la esperanza, la cual, manifestó, tiene una dimensión histórica y mundana: la visión de lo que se espera se convierte en estímulo para comprometernos en la construcción de una sociedad más humana, caracterizada por los valores cristianos de justicia, libertad, fraternidad, paz y derechos humanos fundamentales, entre otros.

"La comunidad de las personas de buena voluntad presentes en la ciudad de México está llamada a ser una comunidad de esperanza y a no dejarse vencer por los signos de muerte y las ambigüedades de la sociedad actual", sostuvo el jerarca eclesiástico, quien, por cierto, en los próximos días visitará alguno de los centros penitenciarios del Distrito Federal para reunirse con los internos y celebrar la Navidad con ellos.

Añadió que, con el envío de su hijo, Dios ha creado un espacio para un mundo nuevo en medio de las realidades agobiantes que existen, en las que está presente la cultura de la muerte. Sin embargo, añadió, contando con cada persona y con la propia comunidad, Jesucristo viene a proponer un nuevo estilo de valores y de vida.

"Pero, además, la Navidad nos comunica la buena noticia de que cualquiera de nosotros es amado y de que somos libres, que podemos avanzar hacia algo mejor y podemos comprometernos de nuevo en rehacer la sociedad. Jesús está en medio de nosotros para recomponer el tejido social dañado, para rehacerlo como verdadero tejido humano."

El mensaje es firmado también por los dos obispos auxiliares del cardenal Rivera Carrera, José de Jesús Martínez Zepeda y Marcelino Hernández Rodríguez, así como por todos los integrantes del Consejo Episcopal.