Ť Es una advertencia, reconoce Chacho Alvarez
La crisis de Corrientes podría extenderse a otras provincias
Ť El gobierno argentino enfrenta el primer paro general
Ap, Afp y Dpa, Buenos Aires, 19 de diciembre Ť El gobierno argentino admitió hoy que la crisis que dejó dos muertos en Corrientes podría extenderse a otras provincias, en tanto se prepara para enfrentar mañana el primer paro general de protesta.
Por lo pronto, las autoridades establecieron este domingo un "diálogo" con los huelguistas del poblado mencionado, a quienes prometió investigar "a fondo" los hechos que derivaron el viernes en la muerte de dos manifestantes en choques con la gendarmería, anunció Walter Ceballos, enviado oficial.
Otras fuentes del gobierno federal admitieron que la tarea de Ceballos también es preparar la asunción, este lunes, del interventor federal de la provincia, Ramón Mestre. La administración de Corrientes arrastra una deuda de mil 500 millones de dólares y debe varios meses de salarios a unos miles de empleados estatales, quienes tienen literalmente tomada la ciudad con sus protestas.
El vicepresidente Carlos Chacho Alvarez admitió, en declaraciones publicadas hoy por el diario La Nación, que la agitación ''puede extenderse a otras provincias'', añadiendo que Corrientes ''es una advertencia sobre cómo manejar las administraciones provinciales y nacionales''.
Los gremios estatales correntinos llevaban una semana de ocupación de un estratégico puente interprovincial, punto de circulación comercial del Mercado Común del Sur, hasta que fueron desalojados por la fuerza la madrugada del viernes.
Las movilizaciones populares habían provocado la caída del gobierno del provincial Partido Nuevo (derechista) y la instalación de una gestión provisional que fracasó, hasta que el presidente Fernando de la Rúa ųquien asumió el pasado 10 de diciembreų designó interventor a Mestre.
Por su parte, el diputado peronista Rodolfo Martínez Llano, herido en las manos el sábado por una carta bomba, dijo que no puede culpar directamente por el atentado al destituido gobernador del Partido Nuevo, Raúl Romero Feris, pero recordó que ''se vivía un régimen mafioso y corrupto'' bajo su gestión.
El vicepresidente Alvarez también reclamó ''analizar el comportamiento de la gendarmería (policía de fronteras), para comprobar si es cierto que no dispararon las balas'', mientras que el ministro del Interior, Federico Storani, dijo qué "había francotiradores para dar apoyo a los grupos más violentos".
Investigaciones preliminares determinaron que la balas que mataron a los manifestantes no son del calibre que utiliza la gendarmería.
Sin embargo, la Central de Trabajadores Argentinos convocó para mañana a una huelga general en protesta contra la represión en Corrientes, en lo que será el primer paro contra el flamante gobierno de la alianza formada por social-demócratas de la Unión Cívica Radical y centro-izquierdistas del Frente País Solidario.