* Conminación del vocero Provencio a perredistas


Presiona la SHCP a diputados para que no calumnien más a Gurría

* Amenazas de campaña en medios contra legisladores: Padierna

David Aponte y Ciro Pérez Silva * El vocero de la Secretaría de Hacienda, Marco Provencio, llamó la tarde del miércoles por teléfono a la diputación del PRD para advertir que "se abstuvieran de seguir difamando al secretario (José Angel) Gurría". De lo contrario, la dependencia haría una campaña en los medios de comunicación en contra de legisladores perredistas, informó ayer la diputada Dolores Padierna Luna.

"El está, desde luego, preocupado por otra información que sabe que tenemos, que se refiere a las liquidaciones y algunas becas que ha recibido el señor secretario (Gurría) del sistema bancario...

"(Provencio) me aseguró que ellos también saben hacer campañas en los medios de comunicación y que podían iniciar una en mi contra, en relación a mis negocios que tengo fuera de la ley", explicó.

En conferencia de prensa, Padierna Luna mencionó que el vocero de Hacienda dijo que no estaba haciendo ninguna amenaza, sino conminando a los legisladores del PRD a no hablar de Gurría, el joven pensionado.

"Simplemente vemos necesario conversar esto ante los medios, por lo que se pueda ofrecer, y saber de antemano que se está preparando contra (el diputado independiente) Marcelo Ebrard y Jesús Martín del Campo (presidente de la comisión que investigó las pensiones en Nacional Financiera) y otros más este tipo de campañas", mencionó.

La legisladora perredista dijo que en breve presentará a la opinión pública documentos que comprueban las prebendas de Gurría Treviño en el sistema bancario y, en general, las prestaciones de altos funcionarios de las instituciones de banca de desarrollo.

El martes pasado, el diputado panista Ramón María Nava, integrante de la comisión legislativa que investigó las pensiones de Gurría Treviño y Oscar Espinosa Villarreal, dijo que los legisladores fueron objeto de "presiones" por parte del sector público, para evitar que los secretarios de Estado fueran exhibidos en sus manejos irregulares.

"Hubo un trabajo fino de peticiones comedidas de parte de abogados de Hacienda y de Nafin que, insistentes, nos planteaban una visión legal que tenían del problema. Fue una presión, como se dice en el argot de la abogacía, de alegato de oreja, en la que decían que las jubilaciones eran legales, aunque con un alto grado de discrecionalidad", expuso.