* Por sobre diferencias, el Canal de Panamá: Illueca


Nadie puede opacar la grandeza de Torrijos, dice su hijo Martín

* El discurso de Carter, "para aclarar" su posición en la historia

Fernando Martínez, corresponsal, Panamá, 15 de diciembre * El acto simbólico con el cual Estados Unidos transfirió durante la víspera a este país la administración del Canal de Panamá demostró que "nadie puede opacar la grandeza histórica de Omar Torrijos", dijo hoy su hijo Martín, secretario general del opositor Partido Revolucionario Democrático (PRD).

El también ex candidato presidencial sostuvo que el discurso del ex presidente Jimmy Carter "sirvió para aclarar la justa posición" de quienes negociaron, suscribieron y ratificaron los tratados, de que en éstos no figura el derecho unilateral de intervención de Estados Unidos en Panamá después del 31 de diciembre de 1999, fecha de la entrega formal.

El ex mandatario estadunidense, quien encabezó la delegación de su país luego que el presidente Bill Clinton y su secretaria de Estado, Madeleine Albright, cancelaron su viaje, reconoció ayer "la soberanía total" de este país istmeño, que ya opera el Canal de Panamá "excelentemente".

También sostuvo que hay "demagogos", en una y otra nación, que difunden historias sobre falsos problemas de la seguridad de la vía interoceánica.

La tesis de algunos conservadores estadunidenses es que Washington debería mantener alguna presencia militar en Panamá porque este país no puede garantizar la seguridad del canal ante la "amenaza china", en alusión a que una empresa portuaria china ganó la licitación para operar dos de los puertos que hay en la zona canalera.

Carter y el fallecido general Omar Torrijos firmaron en 1977 los acuerdos canaleros para poner fin al término del milenio a la presencia militar y administrativa de Estados Unidos y la entrega de la vía interoceánica inaugurada en 1914.

Las declaraciones de Martín Torrijos coincidieron con las de numerosas figuras políticas locales que analizaron la ceremonia de traspaso, en la que participaron como testigos de honor el rey Juan Carlos de España y los presidentes de México, Ernesto Zedillo; de Colombia, Andrés Pastrana; de Ecuador, Jamil Mahuad; de Bolivia, Hugo Bánzer; de Honduras, Carlos Flores, y de Costa Rica, Miguel Angel Rodríguez.

Ricardo Arias Calderón, presidente de la Internacional Democristiana, destacó que la presidenta panameña, Mireya Moscoso, no se refirió en su discurso al llamado Plan Estratégico de Seguridad Nacional, que sus ministros negociarían y que propone la firma de acuerdos bilaterales de cooperación, lo que ha sido denunciado como "coartada" para lograr un convenio propuesto por Estados Unidos para el acopio e intercambio de información de inteligencia marítima.

Por lo pronto, el ministro de Gobierno y Justicia, Winston Spadáfora, se preguntó hoy "cuánto nos va a costar garantizar la seguridad del canal, que el problema de Colombia no se nos pase... Estábamos amparados íntimamente por los estadunidenses y nos sentíamos seguros".

De su lado, uno de los negociadores de los Tratados Torrijos-Carter, el ex presidente Jorge Illueca, destacó que el acto de ayer colocó el tema del Canal de Panamá "por encima de las diferencias políticas internas", e insistió en que la ausencia del pueblo panameño en la ceremonia debe ser subsanada con una "gran movilización" para el 31 de diciembre, fecha en la cual abandonará el territorio panameño el último de los soldados estadunidenses.

Ese día ya ha sido declarado "feriado nacional" y las más importantes organizaciones políticas y sociales del país han convocado a una gran marcha hasta la sede de la Administración del Canal, donde se desarrollarán los actos oficiales.

El PRD, la mayor organización política del país istmeño, realizará además mítines y una concentración en la Plaza 5 de Mayo

El Movimiento Nacional de Defensa de la Soberanía, que el pasado martes protagonizó una protesta sofocada por la policía, así como las confederaciones obreras y las organizaciones estudiantiles, también marcharán ese día, aunque por separado de los partidos políticos.

Tras los discursos, la bandera estadunidense será arriada en territorio panameño y, a las 12 del medio día, se izará el emblema nacional, para culminar así la aspiración de soberanía de varias generaciones de panameños.