* América Latina debe buscar ahora la integración regional: Sanguinetti


Intenta la OMC rescatar la Ronda del Milenio después de Seattle

* Brasil pide insistir en la defensa de los intereses de América Latina

Ap, Ginebra, 10 de diciembre * El consejo general de la Organización Mundial de Comercio (OMC) mantendrá una reunión especial el viernes próximo, para tratar de superar los efectos de la fracasada Ronda del Milenio en la ciudad de Seattle.

Según el vocero de la OMC, Peter Ungphakorn, el principal tema a tratar será cómo seguir adelante con las tareas de la organización que agrupa a 135 países.

El director general del organismo, Mike Moore, enfatizó sobre la necesidad de enfrentar cuestiones delicadas y difíciles a la mayor brevedad posible, con el fin de recuperar el impulso para la liberalización del comercio.

El estancamiento entre Europa y Estados Unidos sobre la cuestión de los subsidios al agro, y el desacuerdo entre Washington y las naciones en desarrollo respecto de las normas laborales, contribuyeron al fracaso de las deliberaciones mantenidas a principios de mes en Seattle, dijeron fuentes locales.

Por otra parte, en Montevideo, se informó que la Cumbre del Mercado Común del Sur (Mercosur) dejó en claro que el fracaso de la reunión ministerial de la OMC obliga a los países de América Latina a volver su mirar hacia los procesos de integración regional y al acuerdo de libre comercio de las Américas (ALCA) que pretende convertir a la región en una zona de libre comercio después del 2003.

La posición quedó consignada en el documento final. Un "claro mensaje de esperanza" en el acuerdo comercial de la zona, en la sesión del martes y miércoles pasados en Montevideo, Uruguay.

El presidente Julio María Sanguinetti, anfitrión de la cumbre que reunió a Argentina, Brasil, Uruguay, Paraguay, Chile y Bolivia, rescató en su discurso inaugural el lado bueno de la situación, cuando proclamó que el fracaso de Seattle "robusteció la idea que inspiró al Mercosur", y argumentó que "cada uno de nuestros estados, aislados, carecería de la capacidad de negociación" que tiene el bloque.

A partir de este momento, con más unión y fortaleza, los países del Mercosur deben, en su opinión, "continuar las negociaciones sobrte el ALCA, seguir las conversaciones con la Unión Europea, y dar la batalla (contra el proteccionismo) en la OMC."

El presidente brasileño, Fernando Henrique Cardoso, coincidió con Sanguinetti en la necesidad de continuar las conversaciones en defensa de los intereses regionales con la estrategia de insistir e insistir.

En la conferencia de prensa de final de la cumbre, Cardoso recordó un viejo refrán para ilustrar su posición: "El agua blanda en piedra dura, tanto pega hasta que perfora".

Según Elbio Roselli, embajador ante el Mercosur de la cancillería uruguaya, "para nosotros (países sudamericanos) es importante no ver postergado el escenario multilateral de la OMC", señaló .

Agregó que "en la región tenemos la necesidad de profundizar nuestro mercado (del sur), y en el exterior disponemos de una herramienta de trabajo como el ALCA que, de existir la voluntad política suficiente, particularmente en Estados Unidos, puede plantearnos un nuevo horizonte de expansión y acceso a los mercados".

La opinión de Roselli coincide con la del presidente de la Cámara de Industrias de Costa Rica, Marco Vinicio Ruiz, quien señaló a la AFP que "habrá que lograr mejores tiempos. En el caso de nosotros (los americanos) debemos concentrarnos en la firma de ese acuerdo regional porque Europa seguirá con sus políticas proteccionistas, pero nosotros tenemos que acelerar nuestro propio proceso".

 

Tiene futuro el Mercosur

 

Ruiz dijo que tras el fracaso en la OMC "podemos replantearnos la estrategia y buscar una profundización con los países de Centroamérica, el Caribe, el Mercosur, y países del norte, como Canadá, que es un buen socio".

Para el jefe de la diplomacia uruguaya, Didier Opertti, el fracaso de la reunión de la organización comercial "revela que el tema del mercado internacional, lejos de representar un acuerdo a nivel universal, refleja la fuerza particular de las asociaciones de países".

"En el caso de la Unión Europea, la visión con que está encarando el comercio, no es del comercio mundial. Es la protección de las respectivas economías nacionales, añadió el ministro uruguayo".

La visión de un regreso a los marcos regionales, luego del fracaso global en las negociaciones sobre el comercio, la dio Rosselli: "Lo primero que reafirmábamos los asistentes a Seattle era la confianza en el Mercosur como primera opción.

Y agregó: "Esa fue la sensación que cada uno de nosotros recibía, al ver que nuestras esperanzas en poder lanzar la nueva ronda multilateral se desvanecían en paralelo con los gases lacrimógenos que se despejaban".