* Hoy asume De la Rúa como nuevo presidente


Frustran candados peronistas una transición ordenada

* Critican el paquete impositivo del futuro gobierno argentino

Stella Calloni, corresponsal, Buenos Aires, 9 de diciembre * La negativa del saliente peronismo a aprobar el presupuesto del próximo año, la ley de ministerios y otras leyes económicas claves frustraron finalmente una transición ordenada y se convirtieron en una muestra de lo difícil que le será gobernar a Fernando de la Rúa, quien asume este viernes como nuevo presidente de Argentina, con el menemismo convertido en una oposición dispuesta a dar guerra.

Si algo le faltaba al mandatario electo fue la huida del ex general golpista paraguayo Lino Oviedo, quien horas antes de que su amigo el presidente saliente, Carlos Saúl Menem, salga del gobierno, "burló" la custodia policial.

En este difícil contexto, desde diversos sectores se alzaron voces de rechazo al paquete impositivo que intenta poner en marcha el designado ministro de Economía, José Luis Machinea, quien hoy se disculpó por estas medidas de "emergencia" debido al desorden de la cuentas.

Los legisladores del saliente Partido Justicialista pretenden que la Alianza acepte las cifras irreales de un déficit fiscal de 4 mil 500 millones de dólares, cuando en realidad éste se ubica en 7 mil 500 millones que con intereses sobrepasaría los 10 mil millones, además de que Menem deja una verdadera danza de deudas impagas.

Las últimas semanas se han caracterizado por los decretos y las actitudes de Menem para dejar de manifiesto que acepta irse del gobierno pero no del poder, y con preguntas en torno a la visita que a principios de mes realizó el ex presidente estadunidense George Bush, que coincidió con el destape del escándalo por la presencia de familiares de famosos capos narcotraficantes y de la presencia aquí del cártel de Juárez.

Precisamente, la justicia embargó bienes por 10 millones de dólares, que habrían sido adquiridos con dinero de ese grupo narcotraficante mexicano.

Cabe recordar las relaciones entre Oviedo, Menem y Bush en torno al negocio de la represa argentina-paraguaya Yaciretá, sobre la cual el ex mandatario estadunidense ha manifestado el interés comercial de empresas a las que representa.

Por todo esto, Buenos Aires vive un clima de una transición traumática cuando ya están aquí algunos mandatarios que asistirán a la asunción, entre ellos el colombiano Andrés Pastrana, quien advirtió que Argentina ya es punto de tránsito de drogas hacia Europa y de químicos para fabricarlas.

 

Naufraga acto por Menem

 

Pero la noticia del día, sin embargo, es el final sin acuerdos en el Congreso para lograr la aprobación del presupuesto, y la suspensión de la fastuosa despedida que Menem se organizaba en un teatro capitalino, pero que naufragó por la escasa asistencia de público.

"Podemos gobernar, lo vamos a demostrar, aun cuando nos pongan obstáculos mezquinos", dijo el presidente electo Fernando de la Rúa, quien entregó hoy la jefatura de gobierno de la ciudad de Buenos Aires, en la que los analistas destacan sus logros en el saneamiento de cuentas.

El vicepresidente electo, Carlos Chacho Alvarez, había advertido en la mañana que si el Congreso no sancionaba hoy la ley de ministerios, el gobierno aliancista deberá recurrir a instrumentos jurídicos para que los titulares de algunos nuevos ministerios puedan jurar mañana.

La coalición política conformada por el centenario partido socialdemócrata Unión Cívica Radical y por el Frente País Solidario, que se formó con disidentes peronistas, moderados, socialistas y progresistas, "no recibe el poder sino la debilidad de un país asqueado, con el Estado nacional y la mayoría de las provincias quebrados, y por primera vez en nuestra historia con patrimonio público negativo", señala la revista Línea, cercana al peronismo tradicional.

"Ni la revolución fusiladora de 1955 (cuando Juan Domingo Perón fue derrocado) ni la dictadura militar fueron tan lejos, no porque no tuvieran voluntad para hacerlo sino porque estaba aún vivo un movimiento popular que proscrito y perseguido impidió lo que ahora se hizo legalmente: disolver el Estado nacional, apoderarse de todos sus bienes y reducir a la nada las conquistas sociales".

Las primeras medidas tomadas por De la Rúa cuando preparaba la transición fueron dirigidas a reformar la estructura del gabinete para suprimir 13 secretarías, crear el Ministerio de Infraestructura y separar Salud de Acción Social, en función de reducir el "gasto nominal".

También se suprimieron 59 subsecretarias, y el nuevo gobierno se encuentra ante la realidad de miles de "contratados" cuyos salarios sumaban entre 6 mil y 15 mil dólares mensuales.

"A partir de mi asunción funcionarios políticos y de carrera en todos los niveles deberán actuar en función de la necesidad de la gente", dijo De La Rúa, quien ya anunció que realizará viajes en líneas comerciales y no en el lujoso avión presidencia.

"No habrá gastos reservados, y todos los gastos serán controlados sin excusas", sostuvo el futuro presidente, un abogado del ala derecha radical cuyo sobrio estilo contrasta con el protagonismo de Menem, quien no dudó en pasearse en estos días con una ex Miss Universo chilena.

Por lo pronto, este viernes comenzará otra historia pero los ecos del final de estos 10 años de gobierno perdurarán y pondrán un marco de incertidumbre sobre los primeros pasos de la administración que llega y que, sin duda, deberá hacer un esfuerzo superior para enfrentar lo que viene.