* Irá de Tuxtla Gutiérrez a San Cristóbal
Anuncia Zedillo la construcción de una autopista en Chiapas
* Esta vez el presidente le patentizó su amistad a Albores Guillén
Rosa Elvira Vargas, enviada, y Elio Enríquez, corresponsal, San Cristóbal de las Casas. 8 de diciembre * El presidente Ernesto Zedillo regresó hoy a Chiapas sin la frialdad y el desdén que mostró hacia Roberto Albores Guillén hace menos de un mes. Hoy, en cambio, patentizó su amistad al gobernador, lo cubrió de encomios y reconocimientos públicos, para "dejar muy claro, que sin la voluntad, sin el compromiso, sin la visión de Roberto Albores'', no se habría iniciado hoy la construcción de la autopista que irá de Tuxtla Gutiérrez a esta población.
Incluso, al término de la gira, Zedillo y Albores Guillén, fuera de programa, comieron en privado en las oficinas administrativas que el gobierno estatal tiene en San Cristóbal, y sin más testigos, según se supo, que el jefe del Estado Mayor Presidencial, general Roberto Miranda.
Fue un recorrido para anunciar la inminente conclusión de las obras carreteras y ferroviarias que con una inversión de mil 400 millones de pesos se hicieron para recuperar todo aquello que se perdió con las lluvias que afectaron a Chiapas en octubre de 1998. El secretario del ramo, Carlos Ruiz Sacristán, recordó que debido a las precipitaciones no sólo quedaron aisladas muchas comunidades, sino que resultaron averiadas seis de las carreteras más importantes, entre ellas la costera y la autopista de cuota Arriaga-Huixtla.
En suma, se afectaron entonces 600 kilómetros de vías, 45 puentes y cerca de 50 obras de drenaje. Además, los derrumbes alcanzaron más de 300 mil metros cúbicos y se dañaron 428 caminos rurales que implicaron la incomunicación en más de 2 mil 400 kilómetros donde también se cayeron ųde esas rutasų 118 puentes.
Desde ese punto, el primero del recorrido, se vería que hoy hacia Albores, la actitud presidencial fue distinta, pues no sólo ratificó su compromiso de seguir trabajando al lado de aquél, sino que les dijo a los chiapanecos que por fortuna tienen a un gobernador "que conoce muy bien la importancia de las comunicaciones modernas''.
Luego, ya en las afueras de esta población Zedillo anunció el inicio formal de la autopista que viene desde la capital chiapaneca, constará de 46.2 kilómetros y ahorrará una hora en el recorrido. Hay el ofrecimiento de que esa obra ųcalculan invertir 920 millones
de pesosų quedará lista en octubre del 2000.
Ciertamente, convino más adelante, Chiapas es el estado que más inversión federal recibe para comunicaciones y transportes. Pero puntualizó que esta carretera "no hubiera podido hacerse si el gobernador, primero que nada, no nos hubiera hecho ver con una gran claridad su importancia estratégica''.
Ahí mismo, Albores Guillén prácticamente quedó nombrado como residente permanente de esos trabajos, pues él "reclamó el nombramiento'', dijo Zedillo.
Y en correspondencia, el mandatario local afirmó que el agradecido pueblo chiapaneco valora y reconoce cuando se le entiende y escucha. "Hechos y no palabras. El que hizo posible esta ilusión y este sueño se llama Ernesto Zedillo; aquí se le respeta y se le quiere, señor presidente''.
Encuentro con beneficiarias del Progresa
Por último, en Mitziton, Ernesto Zedillo se encontraría con esas mujeres que, beneficiarias del Programa de Educación, Salud y Alimentación (Progresa), le dan cuenta de cómo ųaseguran ellasų su condición de vida ha cambiado. Carmela Sánchez López, primero en español y luego en tzeltal, habló de aquellos niños que ya van a la escuela, de su hijo que le dice: "yo me gustaría ser licenciado; yo me gustaría ser doctor, maestro, enfermero'' y que ella le responde y los alienta en ese empeño, pues "yo no estudié porque no había recursos económicos''.
Enseguida, Hilda Rodríguez Méndez, promotora comunitaria, le refiere al mandatario breves reflexiones ų"porque no traigo mucho en la cabeza para contar tantas cosas''--sobre cómo hoy las mujeres y sus hijos atienden mejor su salud.
''Te vamos a pedir, señor presidente, que siga el programa Progresa para que las mujeres vayan cambiando ideas, vayan despertando, vayan conociendo más cosas que antes no conocían'', le pidió Hilda.
Zedillo mostró de nuevo que estas reuniones lo conmueven y que en el caso de Chiapas, el Progresa ha estado especialmente atento, pues se estima que para inicios del año entrante 280 mil familias de 110 municipios, los que reciben fondos de ese programa.
Ofreció entonces que el gobierno seguirá trabajando para que en el campo, la mujeres y los hombres tengan mejores condiciones para producir mejores oportunidades y condiciones de vida para su familia. Debe laborarse, dijo, con unión de esfuerzos y diálogo permanente para que Chiapas sea un estado en el que haya un verdadero desarrollo, un desarrollo con justicia para todos, con democracia y con bienestar. Ahí mismo, hizo un reconocimiento al coordinador nacional de Progresa, José Gómez de León a quien atribuyó la ayuda y el liderazgo en la concepción de ese programa.
Ya salía del bello lugar que es Mitziton, entre el saludo de las mujeres indígenas que acudieron al encuentro, cuando de muchas otras, el presidente recibió un papel que dos de ellas, tímidas y serias le extendieron. A pregunta del Ejecutivo, dijeron ser de San Andrés Larráinzar. El, enseguida se interesó por saber "cómo andan las cosas por allá''.
ųTranquilos, pero necesitamos más apoyo, respondió una de las mujeres.
ųUsted me dice que sí (que todo está bien allá) y La Jornada dice que no, le señaló Zedillo y dispuesto a seguir su camino todavía exclamó: "A quién le creo entonces?''
Respecto al almuerzo privado con Albores Guillén, en San Cristóbal, no trascendió el contenido de la conversación pero se dijo que no estuvieron más de cuatro personas ųincluidas Zedillo y el gobernador--y que aquel tuvo lugar en el edificio que alberga una veintena de oficinas estatales y en las que el propio mandatario local tiene un espacio exclusivo dotado de cocina, comedor e incluso recámara.