* Por primera ocasión
Acto de la Iglesia
en memoria del beato Juan Diego
Alma E. Muñoz * En el marco de las disputas que el grueso de la jerarquía católica sostiene con Guillermo Schulenburg, ex abad de la Basílica de Guadalupe, Carlos Warnholtz, arcipreste del santuario, y el bibliotecario Esteban Martínez de la Serna, sobre la existencia de Juan Diego, la Iglesia realizará hoy, por primera vez, una ceremonia en memoria del beato, considerado uno de los patronos principales del templo, en vísperas de que siete millones de peregrinos asistan al templo para celebrar, este fin de semana, 468 años de la aparición de la Virgen de Guadalupe al indio de Texcoco en el cerro del Tepeyac.
Los festejos se realizan, sobre todo, para defender la historia de la Iglesia, la cual pusieron en duda, a través de sus cartas, los prelados ya mencionados.
Festejos guadalupanos
A la par de las críticas a Schulenburg y Warnholtz, Antonio Macedo Tenllado explicó sobre los festejos que se realizarán a la Virgen de Guadalupe este 11 y 12 de diciembre, y para los cuales miles de peregrinos llegan día con día a la basílica.
Para ello, la delegación Gustavo A. Madero puso en marcha el operativo Basílica 1999, con la participación de otras instancias, como Cruz Roja Mexicana, Locatel, las policías Auxiliar y Judicial y la instalación de dos ministerios públicos móviles.
Se esperan los cortes de calles probablemente desde Talismán, Ferrocarril Hidalgo, Cantera e Insurgentes, a partir del 10 y hasta el 12 de diciembre.
Debido al gran número de asistentes, se pretende colocar pantallas gigantes para presenciar las ceremonias litúrgicas, en especial las Mañanitas a la Virgen, entonadas por diversos artistas mexicanos; entre ellos se prevé a Juan Gabriel, Lucero, Ana Bárbara y María Victoria.
En el caso de los vendedores ambulantes, Macedo Tenllado conminó a los feligreses a no comprarles artículos, porque "tanto peca el que mata a la vaca como el que le agarra la pata".
* Nadie tocará un céntimo de limosnas: Mullor
Auditoría de la nunciatura
a la Basílica de Guadalupe
* Macedo Tenllado: el manejo del dinero toca al arzobispado
Alma E. Muñoz * El conflicto por el control económico de la Basílica de Guadalupe se evidenció ayer entre el nuncio apostólico Justo Mullor y el rector interino del templo, Antonio Macedo Tenllado.
Mullor indicó que la nunciatura apostólica realiza una auditoría al templo para "poner en orden las cuentas", y que "nadie toque un céntimo" de las limosnas ųun mínimo de 24 millones de pesos al añoų que dan los peregrinos. Sin embargo, Macedo Tenllado desmintió la versión al señalar que el manejo del dinero se entrega al arzobispado de México y no a la representación de la Santa Sede en el país.
En el marco de las dudas que virtieron el ex abad de la Basílica, Guillermo Schulenburg; el arcipreste del templo, Carlos Warnholtz, y el bibliotecario Esteban Martínez de la Serna sobre la existencia de Juan Diego, integrantes de la Iglesia se contrapuntearon una vez más en sus afirmaciones, después que el representante del papa Juan Pablo II habló de la realización de una auditoría al templo guadalupano más importante de América Latina, para evitar que haya un "beneficio" de religiosos con el dinero de los pobres, como ocurrió con Schulenburg durante los 33 años que estuvo al frente del recinto.
Una de las primeras cosas que hice al llegar al país, afirmó Justo Mullor durante la presentación del libro Entretejiendo el futuro, compilación del pensamiento del papa Juan Pablo II, fue "poner orden en las cuentas de la Basílica de Guadalupe, con un consejo de administración y auditorías, para que nadie más en el futuro pueda beneficiarse de ese dinero, que es dinero de los pobres y de los más pobres de México".
Y ante esto, afirmó que "una persona que vive como vive (en referencia a Schulenburg) no tiene derecho a hacer esas acusaciones", y le conminó pedir perdón a Dios e, incluso, "si me pone como confesor, yo también le perdonaré, pero que pida perdón y se convierta, porque ha hecho un mal; no sé si grande, porque son pocos los que han creído en la veracidad de esas hipótesis (negar la existencia de Juan Diego)".
La auditoría, según Justo Mullor, se practica desde hace unos meses, y "desde ahora existirá y todos los ingresos irán al culto de la Virgen, a la Conferencia del Episcopado Mexicano y al Arzobispado de México. Es una cosa aprobada por el Santo Padre. Será una auditoría externa o interna, es lo mismo. Lo importante es que nadie toque un céntimo que un pobre dio a la Virgen de Guadalupe si no es para las finalidades que se dan, que es el culto de la Virgen; que son todas esas acciones culturales artísticas que están a la orden del día y naturalmente una proyección de caridad y asistencia para los pobres".
Sin embargo, más adelante, en la Basílica de Guadalupe, el rector Macedo Tenllado rechazó tal versión: "A él (el nuncio) realmente lo estimo mucho, pero no ha puesto en orden las cuentas de la Basílica. Nosotros recibimos la Basílica el 31 de octubre de 1996, y de allí para acá nadie puede quejarse de que no estemos cumpliendo con nuestro deber".
De acuerdo con el rector interino, en la Basílica se reciben millones de pesos, y rechazó que haya un mal manejo de los recursos. "Hasta el mes de noviembre están al día las cuentas". No obstante, reconoció que en el santuario hay un déficit, pero anualmente salimos con los gastos, porque al igual que los vendedores ambulantes, "nos reponemos en el mes de diciembre".
Mantener un recinto religioso como el de la Basílica ųcon 352 empleadosų, explicó el rector interino, cuesta unos dos millones de pesos mensuales y, con base en esta cifra, manifestó que la recaudación por limosnas es de al menos unos 24 millones de pesos al año, con visitas de por lo menos 14 millones de peregrinos, siete millones de los cuales se espera recibir en la celebración de la Virgen de Guadalupe este 12 de diciembre. A esto, añadió, se deben sumar las contribuciones de 10 por ciento de diezmo que se da a la curia para el pago de servicios múltiples, entre ellos las cooperaciones al Seminario Conciliar de México, el seguro sacerdotal y la entrega de libros a parroquias para llevar actas diversas, como indica la reforma económico-administrativa de la arquidiócesis de México, impulsada por el ecónomo de la misma, Enrique García Delgadillo.
A Macedo Tenllado se le cuestionó que 24 millones de pesos es una cantidad pequeña de contribuciones para el número de visitantes que se contabilizan en la Basílica, además de la venta de artículos religiosos.
"Un ejemplo es que los domingos se nos llena la Basílica y hay misas en que considero que se llena con diez mil fieles. Se pensaría que por lo menos se sacarían cien mil pesos, pero en esas celebraciones es en las que menos se puede sacar dinero, porque las chicas que colectan no pueden pasar entre tanta gente".
El rector descartó mencionar si detectó irregularidades en el manejo económico del santuario después de la renuncia de Guillermo Schulenburg como abad en 1996. "Nunca debemos hablar del pasado. A mí no me van a preguntar cuánto dinero entró hasta el 30 de octubre de 1996. Por tanto, que lo juzgue quien lo tenga que juzgar".
Schulemburg fue acusado de contar con recursos económicos inexplicables, más allá de lo que podía percibir por sus servicios como abad, sobre todo por contar con residencias en Bosques de las Lomas y Lindavista, realizar viajes de placer y por contar con automóviles de lujo. Sin embargo, ni Macedo Tenllado ni Justo Mullor aceptaron ahondar sobre el porqué se mantuvo a un religioso como abad durante 33 años, si no creía en el milagro guadalupano pero se "benefició" con los recursos de las limosnas. La decisión, según explicaron otros sacerdotes, debió tomarla Schulenburg de manera personal y no por disposición de la jerarquía eclesial.