Ť Anuncia el FMI la cancelación de un desembolso por 640 mdd a Rusia
Niega Moscú que su ejército haya exigido el desalojo de Grozny
Ť Denuncia William Cohen, jefe del Pentágono, matanzas indiscriminadas de civiles en Chechenia
Afp, Ap, Dpa y Reuters, Moscú, 7 de diciembre Ť El primer ministro ruso, Vladimir Putin, rechazó hoy que su ejército haya impuesto un ultimátum a la población civil de Grozny para abandonar la capital de Chechenia, y subrayó que "hay una declaración de nuestros militares preocupados por el futuro de los civiles en Grozny".
Un día después de que la aviación rusa lanzó volantes sobre Grozny en los que exigió a los civiles abandonar esa ciudad a más tardar el próximo sábado, y rendirse ante el ejército ruso, so pena de ser considerados como "terroristas" y ser "aniquilados", el Fondo Monetario Internacional anunció la cancelación de un desembolso por 640 millones de dólares para Moscú, que era la segunda cuota de un préstamo.
Aunque el director del organismo internacional, Michel Camdessus, dijo que la medida obedeció a que Rusia no ha adoptado medidas estructurales, Putin replicó que "es evidente que en esta decisión primaron consideraciones políticas".
Pero aunque aumenta la presión occidental sobre Moscú por su ofensiva en Chechenia, las críticas no han pasado hasta ahora del plano retórico.
Incluso la casa Blanca descartó suspender su ayuda a la principal ex república soviética, tras alegar que ello es indispensable para los intereses nacionales de Estados Unidos, y el Departamento de Estado desbloqueó 3.3 millones de dólares para los esfuerzos humanitarios de la Organización de Naciones Unidas en el Cáucaso.
En todo caso, el jefe del Pentágono, William Cohen, denunció "matanzas indiscriminadas de civiles" en Chechenia, y calificó el ultimátum dado a la población civil como "inaceptable".
En similar posición se manifestaron por separado Gran Bretaña y la Organización del Tratado del Atlántico Norte.
Al salir al paso de las criticas de Occidente, Putin declaró a la televisión que "si los occidentales están tan preocupados por los acontecimientos del Cáucaso del norte, que utilicen su influencia no sólo para presionar a los rusos, sino también para que los bandidos liberen a sus rehenes, rusos y extranjeros".
Putin se manifestó dispuesto a "intensificar los contactos políticos con todas las fuerzas sanas de Chechenia", bajo dos condiciones: liberación de los rehenes y que las autoridades independentistas entreguen a Rusia a todos los rebeldes considerados como "terroristas internacionales".
En otras declaraciones, éstas a la agencia Interfax, señaló que la advertencia lanzada en volantes ayer por la aviación rusa en Grozny "no la vi como un ultimátum en Chechenia. Hay una declaración de nuestros militares preocupados por el futuro de los civiles en Grozny", y resaltó que los militares quieren evitar por encima de todo las pérdidas de vidas entre la población.
De su lado, la más importante de las organizaciones defensoras de los derechos humanos, Memorial, llamó al gobierno del Kremlin y a la comunidad internacional a "no permitir la exterminación masiva" de la población de Grozny, en tanto que la organización Madres de Soldados advirtió que el ultimátum conducirá a un "genocidio del pueblo checheno".
La televisión transmitió imágenes que dan cuenta como "varios" civiles comenzaron a abandonar Grozny a través del "corredor" instalado por el ejército ruso, refirió Afp, pero de acuerdo con Ap la mayoría de los residentes de Grozny, muchos de los cuales se encuentran refugiados en sótanos, han ignorado hasta ahora el ultimátum.
Los reportes desde los campos de batalla referían que los rusos impusieron un cerco en la estratégica localidad de Urus-Martan, a poco menos de 20 kilómetros de Grozny, que a su vez fue nuevamente castigada con más bombardeos.