Ť Expone el artista Corazón de amate en la Casa de la Cultura Reyes Heroles


La pintura, búsqueda constante de uno mismo: Aquino

Merry Mac Masters Ť Si bien estudió pintura y ha realizado murales, Arnulfo Aquino (Mixteca oaxaqueña, 1942) nunca cultivó una obra pictórica personal. En cambio, ha desarrollado una intensa actividad como diseñador, artista gráfico, promotor cultural y docente (en la actualidad lo es en la maestría en creatividad para el diseño en la Escuela de Diseño del INBA). Su más reciente exposición, Corazón de amate, entonces, hace patente su decisión de limitarse hasta donde se pueda en sus facetas anteriores a fin de dedicarse a la pintura.

El acto solitario de pintar

Es que la ''pintura pintura" requiere de más concentración. El diseño, afirma, es más mental, ''programas y otro puede imprimir, revisar, pero en la pintura, no. Esta es una lucha cuerpo a cuerpo con la obra, lo cual te permite otra serie de opciones en las cuales el inconsciente se maneja de otra manera y te resultan cosas que no esperabas".

cuadro Aquino explica su retorno a la pintura como parte de una ''búsqueda permanente de uno mismo", que también emprendió por medio de diferentes series gráficas como, por ejemplo, Muerte sin fin o Diablos de Ocumicho, incluso cuando empleó la computadora en Pictografía/ Códice digital.

Después de una intensa actividad colectiva, Aquino se enfrenta al acto solitario de pintar. Y aunque dice que seguirá participando en los proyectos colectivos, sobre todo si son de diseño, en estos momentos lo que le resulta más valioso es la obra ''más personal", en su caso, la pintura. Si siente que ''por allí" tiene que irse en la presente etapa de su vida, mucho tiene que ver con ''saber que la muerte existe como una situación que va a ocurrir" y hace que ''uno replanteé lo que va a pasar de aquí en adelante".

Y si bien la muerte siempre la tiene muy presente, incluso ha sido tema de su obra, cuando ''allí está como tú compañera, tú amiga, todo lo demás estará en función de que cada día tiene que ser vivido intensamente. Creo que la pintura te da esta intensidad en la vida. Es prioridad sobre todo lo demás".

Agrega que la pintura llena más la necesidad de creación que, a su vez, equivale a ese rencuentro con ''uno mismo o con ese otro que está dentro de ti". Y, ''cuando te estás descubriendo, realmente eres más tú y puedes dar más de ti".

Profusión de caras y retratos

La obra de Aquino está llena de caras y retratos. Sus ''máscaras", que constituyen la serie 20 Rostros insomnes, reflejan estados anímicos ųalucinado, sorprendido, espantado, estigmatizado, ecuánime, perverso, melancólicoų, que también son autorretratos porque abordan situaciones vivenciales. Uno de los acrílicos, efectivamente, es un autorretrato. El entrevistado señala que en el cuadro Chamán 2000, donde un ser construye una obra entre el agua, el fuego, el viento, ''ese también sería yo".

Si la muestra se intitula Corazón de amate es que, por un lado, el artista ha utilizado en general ese material como el soporte de sus cuadros mientras que, por el otro, es el nombre de un Códice-poema, integrado por 25 piezas realizadas en técnica mixta. Respecto del corazón, recuerda que sin este órgano ''no hay vida". Aquí ha trabajado la necesidad de ser reconocida por ''esa sensibilidad que te da el corazón". Si parece que toda obra tiene que ser muy racional, calculada, fría, metodológica, Aquino es de la opinión de que se debe sacar la emoción.

De entrada, lo que se impone en su obra es el colorido. El artista recuerda que es de Oaxaca y que el color le fascina, nada más que en el diseño su uso es más ''económico". En la pintura, sin embargo, ''puedes dejarte ir con el color, como tú lo vayas sintiendo". Apunta que en su obra plástica hay referencias ''desde Picasso hasta Tamayo, pasando por Toledo, Rojo y Orozco", así como del arte popular.

(Corazón de amate, pintura, gráfica y escultura en papel de Arnulfo Aquino, culminará el 11 de diciembre en la Casa de la Cultura Jesús Reyes Heroles, Francisco Sosa 202, Coyoacán.)