La Jornada martes 7 de diciembre de 1999

Luis Javier Valero Flores
Los levantados de Juárez

ESPELUZNANTE. Lo denunciaron cientos de juarenses durante largos años, nadie les hizo caso. Hoy es escándalo mundial. Todo un ejército "binacional" integrado por cerca de mil elementos sólo para encontrar seis cadáveres.

Durante los últimos cinco años alrededor de 200 personas fueron levantadas, término acuñado por la comunidad para referirse a quienes, narcotraficantes, policías, o simples ciudadanos, desaparecían sin que jamás se volviera a saber de ellos.

Las similitudes de los levantamientos ponen los pelos de punta. Siempre igual: un grupo de hombres jóvenes, dinámicos, vestidos de negro, con credenciales de la Procuraduría General de la República (PGR) o del desaparecido Instituto Nacional de Combate a las Drogas (INCD), con apariencia de militares, en operativos bien orquestados.

Casi 70 por ciento de los secuestros que terminaron en ejecuciones en esta ciudad, son atribuidos por familiares y abogados de los desaparecidos a agentes del INCD, en los tiempos de Francisco Molina Ruiz y del general Jesús Gutiérrez Rebollo.

Las denuncias no han sido soterradas, todo lo contrario, en cada visita presidencial los familiares han exigido su intervención. El presidente del Colegio de Abogados de Ciudad Juárez, Alberto Medrano Villarreal, afirma que los familiares de los desaparecidos ratificaron tal información. Además, solicitó que se llamara a declarar a los ex comisionados del INCD, general Jesús Gutiérrez Rebollo y a Francisco Molina Ruiz

Nunca recibió respuesta.

No es la única queja documentada: el abogado Salvador Urbina denunció la participación de policías, tanto municipales como federales, en el levantamiento de tres personas a principios de 97. Por lo menos uno de los casos fue presenciado por oficiales de la Policía Municipal.

Ante gigantesca tragedia sólo hemos recibido discursos, complicidades y muertos. Por eso irrita la noticia del narcocementerio e indigna que las autoridades mexicanas se sometan a los organismos estadunidenses "porque no se cuenta con la tecnología necesaria para el levantamiento de cadáveres ni para la identificación de ellos", como aseveran sin empacho los policías mexicanos.

Es una verdadera masacre la sufrida en Juárez. Suman más de un centenar los ejecutados en los últimos tres años; desde 1993 son ya cerca de 180 las mujeres asesinadas y se contabilizan en 200 las personas desaparecidas.

Semejante genocidio ha ocurrido a ciencia y paciencia de autoridades de todo tipo: federales, estatales, municipales, mexicanas y estadunidenses. No importa el signo político; panistas y priístas han demostrado su enorme incapacidad para afrontar al ejército del vicio. De nada valió que el PAN y Zedillo colocaran a dos destacados militantes blanquiazules, Antonio Lozano y Francisco Molina, en la PGR y en el INCD, respectivamente.

De nada sirvió, tampoco, que prestigiados panistas se hicieran cargo del gobierno chihuahuense. De muy poca utilidad resultó que soldados sustituyeran a los policías judiciales federales, y que altos mandos militares se desempeñaran en los más elevados cargos de la PGR.

Los zares de la droga siguieron campeando por sus fueros como si nada. Como nunca, elevaron sus ganancias, su ascendiente en la sociedad y, sobre todo, en las estructuras gubernamentales.

Por ello, se antoja imprescindible que todos aquellos que ocuparon cargos policiacos durante los últimos cinco años sean sometidos a un estrecho interrogatorio, que se les "arraigue" en sus domicilios, que respondan de sus actuaciones. Son muchas las interrogantes de la sociedad.

ƑPara qué se hicieron las fosas comunes? ƑPara sepultar a las víctimas de la guerra entre narcos? ƑO para ejecutar, desde las alturas del poder, a quienes se dedican a tan lucrativo negocio? ƑCuál es la respuesta a tan macabro hallazgo? ƑEn qué fase se encuentran las investigaciones de las denuncias de los desaparecidos? ƑPor qué aumentan los recursos para combatir al narcotráfico y todos los días crece el número de picaderos y jóvenes drogadictos? ƑPor qué?

Son muchas las preguntas, nos deben todas las respuestas.