Ť Mantendrá el BdeM el tipo de cambio flexible


Estabilización sostenible con la política monetaria 2000-2003

Ť De enero a septiembre entró inversión extranjera directa por 8 mil 247 mdd, que financió 87% del déficit de cuenta corriente

Antonio Castellanos Ť El Banco de México mantendrá el tipo de cambio flexible porque ha sido un mecanismo eficiente para absorber choques externos de gran magnitud, y ha limitado la entrada de capitales especulativos. De enero a septiembre ha ingresado inversión extranjera directa por 8 mil 247 millones de dólares, que financió 87 por ciento del déficit de la cuenta corriente de ese periodo.

Un reporte interno del Banco Central señala que la estrategia de política monetaria para el periodo 2000-2003 persigue una estabilización sostenible. La meta de mediano plazo será alcanzar para el 2003 la tasa de inflación de nuestros principales socios comerciales.

En este contexto, la aplicación de la política monetaria debe mantener un sesgo restrictivo.

En el documento, que evalúa el comportamiento de la economía en 1999, el banco emisor destaca que los principales factores que explican el descenso de la tasa de inflación en el año por concluir, destacan la postura restrictiva de la política monetaria, el entorno externo favorable y apreciación del tipo de cambio, así como la caída en precios de las frutas y verduras.

Apoyan los banqueros

Al respecto, Carlos Gómez y Gómez, presidente de la Asociación de Banqueros de México, manifestó su apoyo a la política monetaria restrictiva; consideró que la disciplina en las finanzas públicas ha permitido fortalecer el proceso de recuperación del país que lo llevará al cierre de diciembre a un crecimiento del producto interno bruto (PIB) por encima del 3 por ciento pronosticado.

Viable, una inflación menor a 10 por ciento en el 2000

De acuerdo con las consideraciones de los especialistas del Banco de México, una inflación menor a 10 por ciento en el año 2000 es viable, debido a la postura restrictiva de política monetaria, ajustes de precios y tarifas públicas consistentes con la meta de inflación, la convergencia gradual de las expectativas de inflación con el objetivo, cuentas externas sólidas y blindaje financiero.

Las perspectivas para el periodo 1999-2000 son favorables. El desempeño de la economía mexicana durante ese lapso será de los mejores de América Latina con un crecimiento del producto interno bruto de 4.5, inflación de 10 por ciento, déficit fiscal y en cuenta corriente de 1 y 3.1 por ciento con respecto al PIB, respectivamente.

Después de Chile, que proyecta un crecimiento del producto de 5.27, el de México es el más importante, por encima de los de Argentina, Brasil, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela, señalan los indicadores del Banco de México.

De acuerdo con los analistas los principales indicadores económicos previstos para el próximo año, respecto de los observados en 1994, muestran con claridad que la vulnerabilidad de la economía nacional es considerablemente menor.

Consideran además que la estabilidad de precios impulsa el crecimiento económico, la creación de empleos, la recuperación del salario real y la reducción de la desigualdad. Por lo tanto, el objetivo de la política monetaria es la convergencia a la inflación externa.

Los especialistas concluyen que el esquema actual de la política monetaria ha propiciado el descenso de la tasa de inflación en un contexto de crecimiento económico y ha coadyuvado a minimizar el impacto de los choques provenientes del exterior.