Ť Hay un proceso de estatización escondida de bancos, advierte el diputado
Error de Hacienda costaría $100 mil millones: Ramírez Cuéllar
Ť La sobretasa en Pagarés de Saneamiento Financiero es un cierto subsidio que premia ineficiencias
Ciro Pérez Ť La transformación de pagarés del Programa de Compra de Cartera a Pagarés de Saneamiento Financiero ha sido un "error" de las autoridades hacendarias que puede tener un costo cercano a los 100 mil millones de pesos, denunció el diputado del PRD, Alfonso Ramírez Cuéllar, y dijo que una manera de revertir esto es revisando el esquema para que el gobierno regrese la cartera a los bancos y participe como accionista de los mismos dándoles una garantía explícita de respaldo gubernamental a esa deuda.
En conferencia de prensa, Ramírez Cuéllar dijo que se viene dando un proceso de "estatización escondida", por lo que anunció que su fracción legislativa propondrá nuevamente el regreso de esa cartera a las instituciones bancarias, lo que además reduciría sustancialmente el pago que hacen los contribuyentes para darle viabilidad a los bancos.
Ramírez Cuéller dijo también que la sobretasa de 1.2 por ciento ųpor encima de los Cetesų que se paga a los pagarés de saneamiento financiero es un "cierto subsidio" que el gobierno federal canaliza al sistema bancario mexicano debido a su precaria situación, por lo que está "premiando su ineficiencia" e incrementando el costo financiero de la deuda.
"Por ello la valuación del componente real de los intereses del IPAB debe darse como máximo al 7 por ciento, que es la tasa real de Cetes, con lo que existe la posibilidad de un recorte a los recursos solicitados por el instituto, de al menos 7 mil 500 millones de pesos".
Explicó que el monto de los pagarés que pagan un rendimiento de Cetes pasó de 128 mil millones en 1998 a 176 mil millones para 1999, representando 45.4 por ciento del total de pagarés de saneamiento y capitalización, y 24.3 por ciento de los pasivos del instituto, "no 11 por ciento como asegura el IPAB". Destacó que si se considera el monto total de los pagarés que pagan una tasa máxima de Cetes, el porcentaje con respecto al pasivo total se eleva a 30 por ciento, representando casi 56 por ciento de los pagarés de saneamiento financiero y capitalización.
"Contrariamente a lo expresado por el IPAB, los pagarés de saneamiento financiero y capitalización que otorgan un rendimiento máximo de Tasa de Interés Interbancaria de Equilibrio (TIIE) más 3.5, sólo representan 16 por ciento del total de pagarés y sólo 8.6 por ciento de los pasivos totales del IPAB".
"Aproximadamente 18 por ciento de los pagarés otorgan un rendimiento de acuerdo a factores de eficiencia bancaria y asumiendo que la eficiencia actual de la banca mexicana no es óptima, podría sufrir que el factor que presiona a la sobretasa, si es que ésta pudiera realmente justificarse por el IPAB, sería relativa a la baja actual del sistema bancario mexicano", aseveró el perredista.
En el mismo sentido destacó que el IPAB ha manifestado que otro factor que induce a la sobretasa es la existencia de los pagarés de saneamiento financiero, ya que por su misma naturaleza éstos pagan un rendimiento mayor a Cetes, debido a que su tasa mínima de referencia es la TIIE, o en algunos casos TIIE más diferente porcentaje que llega hasta 3.5 en la lista de pagarés entregada al Congreso.
"Sin embargo, si comparamos nuevamente el informe entregado a la Cámara de Diputados en febrero de 1998, se observa que en el caso de Serfin, todos los pagarés que fueron parte del Programa de Capitalización, es decir, compra de cartera, fueron convertidos en pagarés de saneamiento financiero para dicho informe. A pesar de ello, de acuerdo con el informe entregado por el IPAB, existen pagarés del programa de saneamiento financiero que no pagan sobretasa, es decir, que su rendimiento es Cetes, ya sea a 28 o 91 días, incluyendo también casi 50 mil millones de pesos de un pagaré de Serfin, cuyo rendimiento continúan siendo Cetes menos 1.35, explicó Ramírez Cuéllar.
Por todo ello, insistió el legislador, la sobretasa obedece a un cierto subsidio que terminará beneficiando a Banorte, Bital y Santander, dejando a otros bancos fuera de este mecanismo, por lo que se prevé en un futuro que instituciones como Banamex o Bancomer demandarán el mismo trato y consecuentemente será un nuevo factor que demande mayores recursos del presupuesto.