* Cientos de manifestantes fueron detenidos y ya no hay cupo para procesarlos
Entre las libertades, EU prefiere la de comercio a la de expresión
* Delegados europeos cuestionan si la policía protege a quienes pagan sus salarios o sólo a empresarios
Jim Cason y David Brooks, enviados, Seattle, 1o. de diciembre * El gobierno de Estados Unidos decidió hoy que proteger el libre comercio era más importante que defender la libertad de expresión y envió a policía y Guardia Nacional a las calles del centro de Seattle para arrestar cientos de manifestantes que protestaban contra la Organización Mundial de Comercio (OMC).
El segundo día de sesiones del organismo procedió sin incidente dentro de los hoteles y centro de convenciones, pero sólo después de que la policía con respaldo de unidades militares de la Guardia Nacional estableció un área de 50 cuadras del centro como una ''zona de no protesta''. La presencia de diversas agrupaciones de agentes de seguridad pública fue evidente en todas las calles del centro.
En un escenario que para muchos recordaba las protestas de los anos sesenta, las
vitrinas de gran parte de las tiendas y edificios del centro habían sido sustituidas por enormes tablas de madera. Temprano en la mañana, cada policía fue equipado con un bote de gas de pimienta, y se trasladaban cajas de balas de gomas y gas lacrimógeno para aplicar el estado de emergencia civil.
El presidente Bill Clinton llegó en la madrugada a una ciudad bajo estado de sitio, y la cadena NBC reportó que su viaje casi es cancelado porque el Servicio Secreto temía que no habría suficiente orden publico en Seattle, y sólo cambio de opinión, al parecer, al declararse el estado de emergencia civil.
Esta mañana, unidades tácticas de granaderos con el apoyo de la Guardia Nacional utilizaron gases para perseguir a muy pequeños grupos de manifestantes que intentaron congregarse. La policía ha arrestado tanta gente durante el día, más de 450, que se informó que ya no había cupo en las instalaciones para procesar a los detenidos.
Incluso después de estos arrestos los activistas continuaron marchando por las calles en pequeñas agrupaciones, probando constantemente las defensas de la policía y denunciando lo que afirmaban era la supresión de sus derechos de libre expresión y de asamblea. ''No estamos cometiendo ningún crimen'', gritó un manifestante a un policía poco antes de ser arrestado. ''Tú estás violando la ley al suprimir mi libertad de expresión''.
Estos enfrentamientos continuaron a lo largo del día, y al anochecer de nuevo se escucharon los truenos y se podía oler el gas lacrimógeno para dispersar cualquier asamblea de activistas. Nubes de gas fueron lanzadas muy cerca del hotel donde se encontraba el propio presidente Clinton.
''Encontrar el equilibrio entre permitir que los manifestantes se expresen y permitir que proceda la OMC es difícil'', declaró el alcalde Paul Schell esta noche. Anunció que el estado de emergencia civil, con el toque de queda, se implementará de nuevo esta noche, pero insistió en que su alcance es limitado.
Un coctel programado para los delegados de la OMC esta noche fue cancelado al incrementarse la incertidumbre por la inquietud en las calles.
El capitán de la policía de Seattle insistió en entrevista hoy con La Jornada en que la ciudad no está tratando de negar la libre expresión, sino intentando mantener el orden público y evitar actos violentos.
La música navideña se escuchaba frente a una tienda totalmente blindada con madera y a 25 días de la Navidad la famosa tienda de juguetes FAO Shwarz, la librería Barnes&Noble, el McDonalds, los múltiples cafés Starbucks, el GAP entre otros, estaban cerrados. Casi nadie paseaba por las calles centrales con excepción de los delegados de la OMC, reporteros, policía y manifestantes que, sorpresivamente, seguían logrando agruparse en la zona de no protesta. Algunos activistas no violentos se organizaron en brigadas de limpia de las calles, lavando el grafiti de las paredes para demostrar que estaban contra la OMC pero no para cometer actos de vandalismo.
Los manifestantes organizados de acción no violenta insistieron en que habían triunfado. ''Ayer tuvimos una victoria incondicional porque cerramos a la OMC'', declaró el vocero de la organización activista Ruckus Society John Sellers. ''Miles de personas acudieron y arrojaron sus cuerpos en la maquinaria de las estructuras empresariales''. Otro organizador de la protesta civil, Kevin Danaher de Global Exchange, condenó las acciones de la policía y sugirió que las autoridades provocaron un enfrentamiento violento para justificar la imposición del estado de excepción.
La policía solicitó hoy equipo y personal adicional a las municipalidades vecinas para ayudar en imponer ''el orden'' y hoy La Jornada atestiguó el trabajo de unidades encubiertas de policía trabajando entre los manifestantes para identificar a los líderes de la oposición y arrestarlos. La policía confiscó todo lo que decidía podía ser ''un arma'', como palos para las pancartas y las mantas, radios de comunicación y máscaras de gas, las cuales ahora están prohibidas para los civiles.
Las tácticas permitieron que los delegados de la OMC se reunieran y se movieran por algunas calles del centro, pero algunos líderes comunitarios cuestionaban si la policía estaba protegiendo a los ciudadanos que pagan sus salarios o sólo a los líderes empresariales y los delegados oficiales de la OMC. ''Esto es lo más cercano a un Estado policiaco que jamas se ha visto en Seattle'', comentó un locutor de un programa de noticias local.